Correa, bendecido por el Papa Francisco

Una corriente de simpatía ha conectado al aficionado del Atlético con uno de los jugadores que no provocaba ni frío ni calor en la hinchada. Ángel Correa dijo este otoño «amo al Atlético» en un titular rotundo. Lo hizo sin tener en cuenta que el club lo quiso vender en verano como moneda de cambio salarial para la llegada interruptus de Rodrigo Moreno, el atacante del Valencia; sin considerar que no es uno de los titulares de Simeone sino habitual recambio y sin poner reproches en este universo de futbolistas ególatras y pseudopijos. Correa, que hoy seguramente empezará en el once ante el Barça en la segunda semifinal de la Supercopa, lo expresó por puro agradecimiento, porque el Atlético rescató de la pobreza a su familia y le ayudó en una operación de corazón que le salvó la vida.

Ángel Correa Martínez (24 años) se crió en el barrio de las Flores, en Rosario, un suburbio marginal de esos a los que la policía accede con precauciones. En las imágenes de google se da una apariencia a la Cañada Real de Madrid. Un lugar peligroso donde la supervivencia es lo primero. «Allí perdí a muchos amigos por alguna bala, por estar en un lugar donde no debían estar», confesó recientemente en Onda Cero. «Mi madre no comía y con el tiempo entendí que lo hacía para que comiéramos mis nueve hermanos». Uno de ellos murió en circunstancias sin aclarar.

Al morir su padre, a Correa lo representó Francisco Lapiana, quien fue procesado por presunto lavado de dinero de una banda criminal de Rosario, los Monos. A los doce años lo captó San Lorenzo de Almagro y Correa se marchó a una pensión del club en Buenos Aires. Un día los responsables del club llevaron a los aspirantes a futbolistas a una misa que oficiaba un cura hincha del equipo, Jorge Bergoglio. El sacerdote invitó a los chavales a confirmarse y la mayoría, incluido Correa, accedió.

Aquel párroco es hoy el Papa Francisco , quien dejó bendecido a Correa, cuyo agradecimiento al Atlético se plasma en el campo de juego y también en los micrófonos.