Empieza la Liga
Atlético, un campeón asentado y compacto
El ganador de la última Liga reafirma su modelo con Simeone diez años después. Tiene una plantilla compensada, a la que le falta un delantero
El adiós de Messi ha dispersado efectos colaterales en todas direcciones. También en el Atlético, vigente campeón, grupo compacto, jerárquico y bien consolidado por Simeone, al que le sedujo una posibilidad que se abrió en el mercado por encima del sentimiento de la afición. La opción de fichar a Griezmann, un tanteo que hubiera sembrado de cizaña al Wanda con público, además de alimentar ese rencor tan rojiblanco de no aceptar de vuelta a los que se fueron por las malas. Nadie imagina a Agüero o Courtois de vuelta al redil, como tampoco era previsible una aceptación unánime del retorno de Griezmann , por mucho que empujase Simeone. Aliviado un posible foco de conflicto, el Atlético se apresta a defender su título con los argumentos impensables hace una década. Estabilidad, equilibrio, continuidad y, sobre todo, jerarquía competitiva. Jugando al galope, al toque o agazapado atrás, el Atlético es capaz de jugársela a cualquiera.
Todo empieza y termina en Simeone, quien el próximo diciembre va a cumplir una década en el club. El entrenador mejor pagado del mundo, dicen sus adversarios como reproche. Dato que se suelta en alguna derrota y que le importa muy poco a los hinchas rojiblancos, toda vez que el técnico ha promocionado a la entidad hacia cotas donde nunca estuvo. Ocho títulos que incluyen dos Ligas y dos Europa League, ocho años consecutivos en la Champions con las dos finales perdidas ante el Madrid, 527 encuentros con 317 victorias y 89 derrotas, un promedio de 2,03 puntos por partido (1,68 goles a favor y 0,77 en contra), un proyecto reconocible, que se ha sobrepuesto a la marcha de jugadores emblemáticos como Gabi, Godín, Juanfran o Diego Costa, y que perdura en el tiempo: el Cholo ha renovado hasta 2024.
116 jugadores
Por el puente de mando de Simeone han pasado ya 116 jugadores. La gente del Atlético se suele poner nostálgica rememorando virtudes de los guerreros y también los deslices de algún chasco, que hubo unos cuantos. Lo que no ha cambiado es el espíritu aguerrido, combatiente, que Simeone ha imbuido en este equipo y que quedó reflejado el otro día en uno de los entrenamientos, inicio de la temporada. Al Cholo no le gustaba la relajación de su plantilla, detuvo la sesión y chilló en voz alta: «Somos el campeón, nos van a salir a morder el culo...». La actitud no es negociable para el campeón de Liga.
Al grupo que ganó el campeonato el curso pasado ha llegado el argentino Rodrigo de Paul, centrocampista con despliegue, visión de juego y corte defensivo. Es el único fichaje con cargo a las cuentas del club, porque el delantero brasileño Marcos Paulo aterrizó libre. El resto de las incorporaciones provienen de cesiones que se han fogueado en otros clubes, y entre las que Simeone decidirá. El defensa argentino Neuhén Pérez (viene del Granada) ha pasado de momento el primer corte y podría completar la plantilla.
El papel de Saúl
El técnico ha expresado su deseo de contar con un delantero sustituto de Luis Suárez, un 9 rematador, y en ello anda el club con el olímpico Rafa Mir en el punto de mira. Desvanecida la opción Griezmann, queda por saber la influencia en el equipo de la otra pata del trueque, Saúl. Un jugador muy apreciado por la grada, al que Simeone parece haber puesto la cruz. «Si hubiera estado bien Lemar, habría jugado Lemar», dijo en Marca. «Yo considero que Saúl llegó a ser Saúl por jugar en todos los sitios . Él o muchos de lo que lo rodean lo ven como algo negativo», expuso en As. Saúl, incontestable hace unas temporadas, es ahora material de reserva o cambio para el Cholo.
Fiel a su idea de dejar la portería a cero como principio básico de acción, Simeone sorprendió el año pasado con la defensa de tres centrales o el fútbol combinativo que pretendía llegar al área con Luis Suárez jugando al toque . Se supone que con el atacante uruguayo un año más en el equipo, las coordenadas de juego no cambiarán mucho.
Ordenados a partir de Oblak, el Atlético cuenta con la solvencia de Savic (recién renovado) y Giménez en la defensa, el lateral Trippier (pretendido por el Manchester United), y la polivalencia de Hermoso. Felipe y Lodi perdieron algo el ritmo el año pasado en favor de la pujanza de sus compañeros. Por el centro del campo, el capitán Koke vive momentos dulces en su posición más natural, mediocentro organizador, en compañía de Lemar (explosión de talento al fin), la velocidad de Carrasco y la potencia de Marcos Llorente . De Paul parece destinado a jugar muchos minutos, no tantos como Kondogbia, Saúl o Herrera.
En el ataque, y a la espera de Mir, solo Luis Suárez se antoja fijo . No hay nadie como él en el equipo, seguro goleador, experto competidor. Correa acabó pletórico la campaña, positivo en sus aportaciones. Joao Félix merece capítulo aparte, porque a talento nadie le supera, y queda la proyección del joven Marcos Paulo y la fantasmagórica presencia un año más de Saponjic.
En espera del mejor Joao Félix
Joao Félix inicia su tercera temporada en el Atlético con más dudas que certezas. Lesionado y recuperándose de una operación en el tobillo, el portugués no se ha afianzado en el equipo, ya sea por su actitud, a veces displicente, o por el recelo que provocan los jugadores de calidad en el ideario beligerante de Simeone. La confluencia de ambas situaciones dan como resultado que el jugador con más talento no juega con regularidad. La cicatriz del tobillo dañado tal vez impulse al luso a brillar este año.