Champions
El Atlético de Madrid, en un Anfield lleno y sin mascarillas
Liverpool es nuestra ciudad, Anfield es nuestra casa , proclaman los carteles que no citan al Atlético, sino que forman parte del paisaje de esta ciudad que invita a las empresas a invertir y a los turistas a fundirse con la patria de los Beatles. Se dirimen los octavos de final de la Champions entre el campeón de Europa, tocado desde que visitó el Wanda, y el irregular Atlético en transición. Partido con público, casi noticia en estos tiempos de coronavirus invasor que en Inglaterra, en Liverpool al menos, aún no alcanza la categoría de histeria masiva.
En el aeropuerto de la vecina Manchester, 45 minutos en coche hasta el centro de Liverpool, no se aprecia el efecto del maldito virus. No hay un protocolo especial al desembarcar del vuelo procedente de Madrid, cargado de hinchas del Atlético. Tampoco en el control de pasaportes . «¿Viene usted al fútbol?», quiere saber el policía. Por la terminal 3 no se ve a gente con mascarillas, al contrario de lo que ha sucedido un par de horas antes en Barajas.
En la oficina que agrupa a todas las compañías de alquiler de coches, la misma situación de normalidad. En el hotel cercano al estadio de Anfield, varios dispensadores desinfectantes recuerdan que estamos inmersos en una epidemia. En el ingreso a a Anfield solo hay que rellenar un formalurario garantizando que no se tiene el coronavirus.
Mientras se suspenden las competiciones deportivas en Italia, España y otros países, y algunos partidos de la Champions se van a disputar a puerta cerrada, Liverpool e Inglaterra acogen al Atlético (1-0 en la ida) y los españoles acompañantes en su santuario de los símbolos, Anfield.
«¿Jugar a puerta cerrada? Aceptaremos cualquier decisión –dijo Jurgen Klopp, el técnico del Liverpool–. Cualquier persona sabe que hay cosas más importantes en la vida que el fútbol».
Los jugadores del Atlético bajarán por la rampa hacia la cancha donde cuelga el letrero más famoso del fútbol, This is Anfield («Esto es Anfield»). Un estadio que se inauguró en 1884 y se divide en cuatro tribunas, The Kop, Tribuna principal, Tribuna del Centenario y Camino de Anfield. Aquí debutan la mayoría de los rojiblancos, también Simeone, que nunca actuó como jugador o entrenador.
En el estadio de esta ciudad de aroma popular, clase trabajadora y construida en rojo por los accesos a los barrios, sonará intimidatorio el You’ll never walk alone (Nunca caminarás solo). La canción escrita para el Carrusel musical Rodgers y Hammerstein de 1945. El grupo Gerry y the Pacemackers hizo una versión que alcanzó el número uno en Inglaterra. Anfield fue el primer estadio en tener su propio DJ y se cree que los hinchas adoptaron la tonadilla en la final de la Copa de 1965 ante el Leeds. Así hasta hoy. Sinatra, Elvis Presley, Aretha Franklin, Nina Simone o Tom Jones han versionado la canción.
Y atronará The Kop, la tribuna sur que dicen tiene vida propia. Fue bautizada en 1906 por el Liverpool Echo como The Kop en recuerdo de la colina Spion, en Sudáfrica, por una batalla de los ingleses contra los boers. Hasta la remodelación de 1996, todo el recinto con asientos, solían juntarse más de 25.000 hinchas por partido. El fondo es una máquina de inventar canciones originales para los jugadores. Pese a que ahora alberga a 12.390 espectadores , no ha perdido carisma ni capacidad para intimidar a los adversarios.
« Es un estadio maravilloso –dice Simeone–. El rival nos hará sufrir, pero tendremos ocasión a la contra».