Atlético de Madrid
Adiós a Saúl, el canterano que estuvo dos años orinando sangre por el Atlético
El jugador que se marcha cedido al Chelsea arriesgó su salud seguir jugando después de un terrible golpe en el riñón en un duelo de Champions
Saúl se marcha cedido al Chelsea
El último día del mercado de fichajes en el Atlético de Madrid acabó con la marcha de Saúl Ñíguez al Chelsea , equipo en el que jugará cedido la próxima temporada y que se guarda una opción de compra por el centrocampista por 45 millones de euros. La del alicantino, que debutó en marzo de 2012 con la primera plantilla, no es una salida más, se va un canterano que llegó a arriesgar su salud y su carrera por el club en el que se crió. Un futbolista querido por la grada que en las últimas temporadas había perdido protagonismo con Simeone .
Decir que los jugadores se dejan la vida por su equipo es una frase manida y recurrente en las tertulias de aficionados, pero en el caso de Saúl esas palabras son una realidad porque llegó a poner en peligro su futuro como futbolista por el Atlético de Madrid . Un canterano que sufrió un tremendo golpe en el riñón en un partido de Champions que le llevó a jugar con un catéter durante dos años, en los que estuvo orinando sangre tras los refuerzos en la hierba. «En cada entrenamiento y cada partido meaba sangre, lo he pasado mal. Estaba jugando con mi salud por vestir unos colores, por vestir una ilusión», reconoció años después. El miedo que llegó a sentir lo desveló el propio Saúl en una entrevista en 'The Guardian' en la que habló de las consecuencias que le provocó aquel mal golpe en Leverkusen. Un partido que quedó grabado para siempre en su cabeza.

El 25 de febrero del 2015, el Atlético de Madrid visitaba al Bayern Leverkusen en los octavos de final de la Champions con Saúl como titular. En una disputa aérea con el griego Papadopoulos, el defensor del conjunto alemán golpeó en el riñón izquierdo al centrocampista, que quedó tendido sobre la hierba retorciéndose de dolor. Un año antes, el jugador había sido operado de ese mismo riñón al finalizar la temporada que estuvo a préstamo con el Rayo Vallecano, por lo que el golpe recibido generó una enorme preocupación , pero Saúl continuó jugando, aunque no pudo acabar el encuentro.
Minutos después, Saúl no aguantó más y se vio obligado a salir del terreno de juego. En el vestuario aparecieron los vómitos y el dolor se hizo ya insoportable, por lo que fue trasladado de urgencia a un hospital de Leverkusen. «Me dijeron que mi riñón estaba destruido. Fue lo peor. Estaba acostado en la camilla y vi a mi padre llorar. Le dije ‘no pasa nada, soy un toro, podré con esto’. Fueron momentos complicados», explicó Saúl años después en una entrevista en los medios de la UEFA. El jugador estuvo fuera de las campos casi dos meses .

A partir de entonces, su vida deportiva comenzó a complicarse. Saúl tuvo que empezar a jugar con un catéter, en un inicio le permitía hacerlo sin problemas, pero poco a poco terminó convirtiéndose en un problema. «El catéter te da funcionalidad, pero era complicado, lo sentía cuando corría y orinaba sangre. Cuando me quitaron el catéter, mi riñón no funcionaba correctamente», aseguró Saúl. El jugador estuvo orinando sangre durante dos años. «Era algo muy complicado, algo que la gente no lo sabe y no valora. Estaba jugando con mi salud por vestir unos colores, por vestir una ilusión , por tener esa esperanza de decir. ‘ahora que me he ganado un puesto no puedo perderlo'», aseguraba a los medios de la UEFA en 2017 cuando regresó con el Atlético a Leverkusen en otra cita de Champions.
Petición a los médicos
Tan desesperado llegó a estar que Saúl llegó a sorprender con una petición a los médicos. «Estaba cansado de todo esto, así que dije. ‘Doctor, sólo quíteme el riñón. Quítemelo. Estaré fuera un mes, pero estaré de vuelta para entonces. El doctor se negó y empezó a decir que probara esto y lo otro. Y yo les respondía que sí, que probaría, pero si no funcionaba… ¿qué?. Sólo quería volver a jugar y volver bien. Sentirme bien. Olvidar todo. Ser normal. Jugar al fútbol», recordaba el futbolista en la citada entrevista.
Ante la petición de Saúl a los médicos, Germán «El Mono» Burgos , en aquella época el segundo de Simeone, intervino para calmar y aconsejar al futbolista. «Llegó y me dijo: ‘El doctor dice que estás hablando de quitarte el riñón… ¡Pero si tienes 22 años! ¿De qué estás hablando?, usa la cabeza’. Pero yo sólo estaba pensando en el fútbol, en quitármelo y jugar». Al final, aquel consejo del Mono Burgos le hizo reflexionar y no llegó a pasar por el quirófano.
Sául abandona ahora el club por el que arriesgó su salud para jugar cedido en el Chelsea , un futbolista que en los últimos meses se ha sentido incómodo con ese papel de ‘comodín’ que le había otorgado su entrenador. Mientras Simeone consideraba que esa polivalencia era precisamente una de las grandes virtudes y un factor determinante en el crecimiento de Saúl, el jugador no terminaba de encontrar la felicidad sabiendo que en un duelo se le pedía ser carrilero y en la siguiente cita se le reclutaba para actuar como mediocentro o formando parte de un doble pivote.
«Le pedí a Simeone entrenar en mi posición, ya no jugar, para encontrarme feliz y encontrar mi mejor versión. Al contar eso pensaron que lo mejor era salir y era lo mejor para todos. Para mí ha sido la decisión más difícil de mi vida y me he asesorado por muchas personas», explicaba Saúl en una entrevista con Ibai Llanos tras hacerse oficial su salida del Atlético de Madrid.