Cronología de un mes nefasto que oscurece mucho el futuro

Los números dicen que el Betis, a falta de un partido para que finalice la primera vuelta del campeonato, suma veinte puntos, cinco más que el Sporting de Gijón y el Rayo Vallecano, equipos que con 15 puntos ocupan dos de los tres puestos de descenso por delante del colista Levante, que tiene 11. Pero más allá de lo que dicta la clasificación, las sensaciones que el Betis viene dejando desde hace un mes no son nada halagüeñas y desde muchos frentes incluso se le pide al consejo de administración la marcha de Pepe Mel. El pasado Día de Reyes se cumplía un mes del último partido en el que los verdiblancos dejaron convencidos a sus aficionados. Fue ante el Celta. Los béticos jugaron el mejor partido hasta el momento como local y el empate a uno final cortó la negativa racha en el Villamarín de cuatro derrotas concecutivas, ante el Deportivo, el Español, el Athletic y el Atlético de Madrid. Tras el buen sabor de boca dejado en el choque ante los vigueses, el Betis tenía la oportunidad de seguir su gran racha lejos del coliseo de la Avenida de La Palmera, pero precisamente fue el peor encuentro jugado fuera, tras el indigno del Bernabéu en agosto. Una sóla ocasión en Gran Canaria, obra de Rubén Castro que envió el balón al limbo tras un fallo de la defensa local antecedió a la tragedia final. Tras una horrible primera parte, en el minuto noventa y cuatro un centro de Jonathan Viera fue controlado de espaldas a la portería de Adán por Willian José que se dio la vuelta ante la pasividad de la defensa heliopolitana para marcar el gol que certificaba la derrota ante el entonces colista de Primera.

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