Artes Marciales Mixtas

Zejna Krantic, campeona mundial de GAMMA: «Hemos hecho historia para España»

La luchadora, que salió de Bosnia tras la guerra en busca de una vida mejor, se impuso a India, Tailandia y Ucrania y subió al escalón más alto del podio del campeonato planetario de la Global Association Mixed Martial Arts

Zejna Krantic posa con la bandera de España y la medalla de oro colgada tras vencer en GAMMA ABC
Álvaro G. Colmenero

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Una campeona forjada en la guerra. Esta es la mejor definición para Zejna Krantic (Kljuc, Bosnia, 1988) , una luchadora incansable que, una década después de su aterrizaje en España, ha logrado regalarnos una medalla de oro para la vitrina nacional de las artes marciales mixtas (MMA). Esta carismática deportista se ha proclamado campeona mundial de la Global Association Mixed Martial Arts ( GAMMA ), en el peso paja, tras imponerse a India (por palanca de brazo), Tailandia (de nuevo palanca de brazo) y Ucrania (por decisión unánime), en el torneo que tuvo lugar en Singapur a finales de noviembre.

Zejna regresó a España, todavía sumida en una burbuja, y al día siguiente ya estaba en el gimnasio entrenando. «Todavía no soy muy consciente de ser campeona de GAMMA. Creo que hemos hecho historia para España. Hemos trabajado mucho en ello . Pensaba que la pelea más difícil iba a ser frente a la tailandesa, que había sido finalista mundial de muay thai y había ganado campeonatos de grappling en su país, pero me salió todo perfecto. La final contra Ucrania fue una pelea muy trabajada y dura. Al final le gané en su territorio, en el suelo luchando, con «ground and pound» (golpeo en el suelo). Fue una sensación increíble cuando me levantaron la mano », rememora en una entrevista en ABC. Ahora, está en negociaciones para firmar con One Fc, una de las compañías referentes de artes marciales mixtas en el mundo.

Aunque pueda sonar a tópico, para lograr este triunfo, para saborear la gloria, la peleadora de origen bosnio ha tengo que librar una auténtica batalla vital, empezando por la pérdida de su progenitor hace apenas un año. « Me gustaría dedicar este campeonato del mundo a mi padre, que hace un año falleció . Es una de las personas que más ha creído en mí, me apoyó desde el primer día. Me dijo que adelante, que iba a conseguirlo», cuenta emocionada. En el camino hacia el éxito, varias personas han tenido un papel preponderante. «Quiero agradecer al maestro Chinto Mordillo , alguien que me ha enseñado muchos valores, a ser mejor persona y mejor luchadora. Hemos trabajado y sufrido muchísimo día a día. Hay momentos en los que piensas que no tiene sentido lo que haces y él estaba ahí para recordármelo. También tengo agradecimientos para mi profesora Karla Benítez y para mi sparring Cynthia Mordillo, así como mis compañeros de Meguro Castilla y a mis niños que me han transmitido mucha felicidad. Finalmente también agradezco esta victoria a la AEMMA y a David Muñoz», enumera la atleta.

La Guerra de Bosnia horrorizó a Europa: «Por desgracia, he visto gente morir. Casi me queman con mi abuela en un establo. He dormido escondida en la basura para que no nos encontraran los enemigos. También vi cómo le cortaban el cuello a un vecino»

Huir de la posguerra

Para campeonar en un torneo internacional, las horas de trabajo encima de un tatami son innumerables. Pero, quizá, lo más complejo para un deportista es manejar el factor psicológico , más aún cuando una se busca la vida a 5.000 kilómetros del pueblo que la vio nacer. Zejna hizo las maletas en el año 2008 para aterrizar en nuestro país, atraída por una beca ofrecida al ser miembro de la selección de voleibol. Sin embargo, la vida tenía otros planes para ella . Pero, antes, había vivido un auténtico infierno .

Cada frase que entona Zejna sale del corazón. «Me quedé sin mis padres muy temprano, con tres años. Mi madre estaba trabajando en Croacia y mi padre era militar, así que cada uno estaba por un lado, por lo que tuve que vivir con mis abuelos en un pueblo. Murieron poco después de terminar la guerra, pero me enseñaron que para ser feliz no se necesita el lujo. Es una experiencia que te marca la vida», explica. La atleta continúa con un relato tan real como escalofriante. «He visto gente morir, por desgracia. Una vez casi me queman con mi abuela en un establo. Otra me pusieron una pistola en la cabeza porque buscaban a mi padre. He dormido escondida en la basura para escondernos de los enemigos. Vi varias violaciones y cómo le cortaban el cuello a un vecino» .

En la década de los 2000, en su territorio de origen, se vivía un triste ambiente posbélico . La Guerra de Bosnia fue un conflicto internacional que horrorizó a Europa y por el cual miles de personas lo perdieron todo mientras se desintegraba la antigua Yugoslavia. Abandonar el país y buscar un futuro mejor se presentaba necesario. «Como conocía un poco el idioma, cuando se terminó la guerra, nos mandaban con una familia de acogida . Busqué un trabajo en un hotel. La primera vez que llegué a España fue a Galicia, dejé a toda mi familia y me vine sola. El camino ha sido muy duro, era una chica de 18 años en otro país, diferente cultura... Me hablaban en gallego y no entendía nada», recuerda sus inicios en tierras hispanas.

Del krav magá a las MMA

Tras su etapa 'galega', Zejna partió hacia Gijón para estudiar con el objetivo de alumbrarse una nueva vida. Allí estudió telecomunicaciones e informática, mientras trabajaba para poder subsistir. Tras finalizar los estudios obtuvo algún trabajo en lo suyo, pero no era suficiente para ayudar como quería a su familia. Entonces, otro golpe de la vida. «Mi madre había enfermado de cáncer. Fue una época muy dura. Trabajar y trabajar. Empecé a hacer artes marciales para desconectar un poco . Mi mente era una centrifugadora, que no paraba en ningún momento, por eso me inicié en krav magá con Armando Carriles , uno de los mejores instructores», relata.

Estaba a punto de comenzar su carrera hacia el oro de GAMMA. «Me propusieron hacer una pelea de artes marciales mixtas. Recuerdo que salí de trabajar un día y fui a competir contra Anabel Suárez, del Graiño Team de Galicia. Fue uno de los momentos más bonitos de mi vida . Descubrí esa adrenalina que siente uno cuando entra en la jaula . Seguí haciendo peleas amateur, hasta que vi que para tener el nivel que quería necesitaba moverme». Llegó el momento de volver a dejarlo todo. Al fin y al cabo, Zejna ya sabía que se podía. «Dejé mi vida en Gijón, amigos, trabajo... Todavía tengo a grandes personas que me han ayudado mucho, como José y Miriam, que fueron un gran apoyo en la cafetería donde trabajaba».

Entonces tomó una decisión que asegura que le ha cambiado la vida. Se fue a vivir en enero de este año a Guadalajara, para entrenar de la mano del maestro Chinto Mordillo en la escuela Meguro Castilla. Y así ha llegado el metal de MMA tan deseado, primero en competición planetaria en categoría femenina en nuestro país. Aunque, eso sí, queda mucho camino por recorrer. «Me he dado cuenta que justo ahora estoy empezando a aprender. Me costó mucho corregir ciertos errores y adaptarme a los duros entrenamientos de esta escuela donde se forjan los campeones. Aquí sufres cada día, cada mañana . Estoy contenta porque sé que lo hago con corazón, con el alma», dice Zejna. Qué será el sufrimiento de un gimnasio después de haber vivido el de una guerra ...

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