Atletismo

Yulimar Rojas vuelve a rozar la épica en Madrid

La venezolana se queda a dos centímetros de su récord mundial en pista cubierta en el cierre del World Indoor Tour

Yulimar Rojas, durante uno de sus saltos en Madrid EFE

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El polideportivo Gallur no es grande, ni tampoco guarda un encanto especial, pero es un templo. Una de las casas del atletismo español. Incrustado entre los barrios de Latina y Carabanchel ha logrado dotar de alma a su pista. Su techo curvado ha acogido las últimas ediciones de un mitin de Madrid que ha ido ganando peso y lustre con los años hasta convertirse, desde hace tres, en el cierre del World Indoor Tour . Ahí aumentó el nivel, también la lista de gestas, ejemplificadas en dos récords mundiales durante las ediciones de 2020 ( Yulimar Rojas en triple) y 2021 (Grant Holloway en 60 vallas). La pista con alma empezó a ser talismán.

Para esta edición los focos volvían a girarse hacia Yulimar, estrella mundial consagrada en Tokio con un oro olímpico acompañado de un estratosférico récord. La venezolana, casi una madrileña más, estrenaba temporada en su especialidad después de haberse probado durante todo el invierno en la longitud. En su cabeza maneja la posibilidad de doblar ambos saltos en Belgrado, una opción más cercana después de su enorme desempeño en Gallur. Imponente y delgadísima, señal de grandes marcas según su entrenador Iván Pedroso, Rojas comenzó su concurso con un nulo que le sirvió para desentumecer y afinar la musculatura. Solo necesitó uno más para destrozar la mejor marca del año al volar hasta los 15.35 metros, apenas 14 centímetros menos que su récord mundial indoor. Gallur rugió. Ya sabía que la atleta no había venido de paseo, sino a medirse.

En cada salto, Yulimar gesticula, se grita, marca el ritmo de los aficionados... Dos nuevos nulos provocan un leve decaimiento, aunque en el segundo de ellos el vuelo es tan largo que levanta a la gente de sus asientos. Nadie piensa que algo tan prometedor fuera a terminar así. Antes del quinto Rojas se sentó junto al pasillo de saltos y atendió durante un largo rato las explicaciones a distancia de su entrenador. Así se comunican, desde lejos. Imposible que se oigan entre el bullicio y la música. Pero se entienden. Después, Yulimar salta 14.41, a dos centímetros del récord, y muchos intuyen que se deja lo mejor para el final. Pero el último no es tan bueno, no para ella. Un 14.90 que sabe a poco, aunque la vuelta al estadio que da a continuación entre los aplausos del público la confirma como la estrella de esta edición.

Barega gana el duelo a los españoles

Solo la presencia de Yulimar consiguió distraer al aficionado español del duelo en el 3.000 entre Adel Mechaal y Mohamed Katir , una rivalidad incipiente que vivió otro precioso episodio en Gallur ennoblecido por la presencia del campeón olímpico de 10.000 Selemon Barega . Fue el etíope quien se llevó el gato al agua en una prueba que dejó a los dos españoles con mal sabor de boca.

Cuenta Mechaal que advirtió el enorme potencial de Katir el año pasado, viéndole por televisión correr el 3.000 de Karlsruhe en 7:35.29. «Lo que te espera...», le llegó a decir su mujer. Asegura que esa actuación, y las que deparó después el muleño al aire libre (récords de España de 1.500 y 5.000 incluidos) le hicieron trabajar con más fuerza para aumentar su nivel. Desde entonces se han cruzado varias veces en la pista y el pulso casi siempre ha caído del lado de Mechaal. así fue también en Madrid, aunque no con la victoria en juego.

Ambos atletas llegaban a Madrid con estrategias muy distintas. Katir quería correr, lograr una marca que le ha sido esquiva en un invierno que se complicó por culpa del Covid. Mechaal, en cambio, buscaba una carrera más táctica. Su objetivo era quedar por delante de Lamecha Girma, el segundo de los etíopes, y evitar así que hubiera cuatro acricanos de esa nacionalidad en el Mundial de Belgrado. Para él, la pelea por la medalla empezaba en Gallur y el duelo ante Katir pasaba a un segundo plano, o al menos eso quiso hacer ver.

Katir salió valiente, persiguiendo a las liebres y poniendo al pelotón en fila india. Mechaal, mucho más conservador, aguantaba detrás de los etiopes. Fue Barega el que asumió el mando al retirarse los dos lanzadores y el ritmo decayó. Los cuatro, Barega, Girma, Katir y Mechaal se jugaron la victoria en un largo esprint donde los españoles cedieron ante el poder africano, Mechaal por delante de Katir. «Me voy contento, porque lo he dado todo», decía después el muleño. «Me ha faltado un poco de chispa al no poder hacer una temporada completa, pero soy ambicioso y estoy pensando ya en la temporada al aire libre». Mechaal, por su parte, salió de Gallur más optimista ante la posibilidad de lograr una medalla en Belgrado. «Tuve cuatro carreras el fin de semana y aún así he estado muy cerca de los etíopes. Me veo con potencial para luchar con ellos en el Mundial».

La nota amarga de la jornada la protagonizó María Vicente , plusmarquista nacional del pentatlón, que se retiró en longitud después de solo dos saltos al notar una molestía en la parte posterior del muslo. Con todo, su presencia en el Mundial no peligra.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación