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DjMariio: «Ser "youtuber" es un trabajo como otro cualquiera»
El «youtuber», con casi seis millones de suscriptores en su canal principal, charla con ABC durante el «Mahou Urban Football»
Cuando a principios de siglo se hablaba de los entonces conocidos como «empleos del futuro», seguramente y sin saberlo se hacía referencia, entre otros, al incipiente mundo de las redes sociales. Hoy, ese futuro es una realidad, siendo cada vez más frecuente que personas de todas las edades, pero sobre todo jóvenes, se ganen la vida subiendo a internet contenido producido por ellos mismos.
Según un estudio de Future Lab 1 , elaborado por la Fundación CINNED en colaboración con People Excellence , en torno al 12% de los jóvenes españoles sueña con ser «youtuber» . Aunque se siguen imponiendo profesiones más clásicas, tales como médicos, ingenieros, profesores o abogados (21%) , cada vez son más los que aspiran a dar el salto a YouTube . España, en este sentido, es un hervidero de este tipo de creadores, habiendo aumentado en los últimos años los profesionales de este sector.
Uno de ellos es Mario Alonso , quien hace diez años abrió su canal con la única pretensión de pasar el rato. Según cuenta a ABC , en sus inicios se dedicaba a subir vídeos «por diversión, grabando la tele con el móvil y con una calidad pésima». Una década después, con 29 años a sus espaldas, las cosas son muy distintas: Mario es conocido popularmente como «DjMariio» y tiene casi seis millones de suscriptores en esta plataforma, más de 2.300 vídeos subidos y un número acumulado de visualizaciones que impresiona: más de 1.834.000.000.
Su éxito en esta red social le ha abierto puertas impensables hace no mucho, como codearse con algunos de sus ídolos. En este tiempo, DjMariio ha compartido pantalla con Cristiano, Messi, Marcelo, Koke, Lemar, Diego Costa o Hazard , a quien entrevistó al poco tiempo de fichar por el Real Madrid . Por todo ello, es, a día de hoy, uno de los rostros más representativos de este mundillo de YouTube, desconocido por muchos e idealizado por tantos otros.
-¿Cuándo empezó en Youtube?
-Todo empezó como un hobby porque me gustaba subir vídeos de mis partidas a la play y de mis goles. Grababa la tele con el móvil, en una calidad malísima, y lo hacía solo porque me divertía. Luego fui subiendo la calidad y el canal fue creciendo y creciendo...
-¿Cuándo se dio cuenta de que podía vivir de ello?
-Cuando empecé a abrir los sobres del FIFA Ultimate Team -un popular modo de juego del FIFA, el videojuego de fútbol por excelencia-. La gente empezó a seguirme mucho más y el canal fue creciendo. A partir de ahí se interesaron marcas y los vídeos empezaron a monetizar, y dije, pues nada, a ver qué tal me va.
-¿Esperaba tener tanto éxito?
-Jamás. Cuando llegué a los primeros 10.000 o 100.000 suscriptores fue cuando pensé que esto iba para arriba, pero no sabía hasta dónde llegaría. Y ahora son casi seis millones, que lo que te queda es pensar a ver si llegas a 10, pero es que de verdad que no sé (ríe).
-¿Qué le diría a un chaval que quiere ser «youtuber»? ¿Es todo tan bonito como parece?
-Para nada. La gente que quiere dedicarse a esto debe preguntarse si hay algún amigo o algún familiar que viva de ello, y la respuesta es no. Es muy difícil. Lo primero que tienen que hacer es estudiar y luego, si sacan tiempo libre y les apetece subir un vídeo, que lo vayan haciendo poco a poco y vayan creciendo. Si les llega el momento porque lo están haciendo bien, estupendo.
-¿Qué diferencias hay con otro trabajo?
-Ser «youtuber» es un trabajo como otro cualquiera. Lo que pasa es que es algo que te gusta y te lo pasas bien es diferente. Si lo piensas son cinco años subiendo y editando vídeos, que tiene mucho curro. Luego que si viajes para acá, que si eventos por allá... La tensión por si tu vídeo gusta, de no bajar el ritmo, de seguir mejorando... Hay mucho más estrés de lo que parece.
-¿Cómo aprendió todo lo relativo a lo audiovisual?
-Fui aprendiendo solo con el paso de los años. Cuando me divertía iba probando cosas y descubría algunas nuevas. En ese momento empecé a aprender.
-¿Cuántas horas al día le dedica?
-Te diría que prácticamente todas, porque al final estás pensando en el vídeo, grabando, editando, viendo cómo está funcionando, leyendo los comentarios... Estás todo el rato con eso en la cabeza, y cuando no es con YouTube es con Instagram o Twitter. En lo que es grabar o editar, te quita como un trabajo normal, además de que luego los fines de semana no existen para ti o, por ejemplo, si te vas de vacaciones tienes que dejar cosas hechas antes.
-¿Se tiene estabilidad trabajando en este campo?
-En mi caso, sí. Con casi seis millones tienes estabilidad, claro. Nunca sabes cuánto vas a cobrar exactamente, eso sí, porque hay meses mejores y otros peores.
-¿Porque cómo funciona la monetización de los vídeos?
-Por publicidad y en función de las visitas que tengas. Pero influye mucho lo que hagas luego aparte, porque YouTube al final es de donde menos se cobra. Hace años se cobraba mucho más.
-¿Cuál es el perfil de sus seguidores?
-Casi todo son chicos, quizá porque el tema fútbol y FIFA les gusta más a ellos. Serán en torno a un 90-95% y la edad no es tan infantil como podría parecer, porque lo noto por la calle, en torno a unos 15-16 años. Luego, por ejemplo, más de un padre me ha dicho que ve mis vídeos.
-Como persona que vive de las redes sociales, ¿qué opina de ellas?
-Depende de cuál hablemos. YouTube e Instagram están mejor, pero Twitter es la red social más tóxica. Pongas lo que pongas siempre va a haber alguien que opine lo contrario. Es un arma de doble filo porque muchas veces se te vuelve en contra cuando solo querías compartir una cosa.
-¿Y cómo afronta la exposición continua a la crítica?
-Yo tengo suerte con eso porque la gente que me sigue no es muy crítica conmigo.