Triatlón

Habitación para dos en Tokio

Mario Mola y Carolina Routier no solo comparten deporte y vida, también el objetivo de los Juegos Olímpicos

Mario Mola y Carolina Routier, durante una competición ABC
Carlos Tristán González

Carlos Tristán González

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El destino, caprichoso, quiso que ambos comenzaran en la piscina . Sin embargo, Mario Mola asegura que, pese a que sus inicios fueron en el agua, la natación es «actualmente la disciplina que más le cuesta». Carolina Routier , por su parte, empezó a correr por «aburrimiento» cuando llegó a la Universidad; a raíz de entonces sufrió un flechazo con el triatlón y ahora es una de las mejores nadadoras. «Todo fue muy rápido. Empecé en junio y en septiembre ya estaba en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid». Fue allí donde conoció a Mario, con quien comparte desde entonces una vida y una pasión.

Y es que si el día a día de un deportista es complicado , el de un triatleta lo es aún más. Las competiciones te impiden poder estar en un mismo sitio mucho tiempo, es necesaria una enorme fortaleza mental y, además, los entrenamientos conllevan una exigencia descomunal. «Por lo general, nuestras semanas de entrenamiento suelen tener entre 25 y 35 horas. Al final son tres o cuatro sesiones al día. Requiere dedicación absoluta », cuenta Mario.

Pero aunque el triatlón es un deporte individual, Mario y Carolina han formado un gran equipo . Mano a mano han conseguido grandes logros, entre ellos ganar dos de las batallas más complicadas de sus vidas: Mario acaba de conseguir su tercer Mundial y Carolina ultima su recuperación tras un grave accidente de tráfico.

Este último suceso conmocionó al mundo del deporte el pasado mes de abril. Mario, quien ha acompañado a Carolina durante todo el proceso, elogia las virtudes de su compañera: «Son muchas cosas las que me inspiran de ella. Nos ha dado una lección con su fortaleza y positividad . Lo normal sería venirse abajo después de prepararse durante cuatro o cinco meses y sufrir un accidente. Ella lo ha llevado con unas ganas de seguir adelante que han sido una inspiración para mí y para todo su entorno».

Objetivos

Aunque todavía habrá que esperar unos meses para su regreso, Carolina tiene pensado volver en 2019 : «La idea es empezar la temporada normal y volver en marzo . Dentro de la gravedad del accidente, estoy mejor. Al principio no sabíamos las secuelas y ahora me veo corriendo y nadando». Aquel accidente le fracturó seis costillas, el omóplato y el pómulo. Mario se enteró cuando aterrizó en Bermudas para competir, en el que asegura que acabó siendo «uno de los peores días de su vida».

Sin embargo, con la vuelta de Carolina cada vez más cerca, ambos se centran en lo que más aman: el triatlón. Mario viene de conseguir la triple corona mundial y, preguntado sobre si siente la presión de quienes esperan que gane siempre, quizá por aprendizaje de Carolina, ve el lado positivo : «Sé que ahora no vale cualquier resultado y que tengo que luchar por estar entre los mejores. Haber llegado hasta aquí es señal de que has mejorado. Todo el mundo tiene que lidiar con eso». Su ambición es una de sus mejores virtudes, y tal y como reconoce Carolina, es lo que más admira de él: «Siempre busca la excelencia e intenta dar lo mejor de él. Es algo que admiro y que trato de aprender».

Curtidos en cientos de batallas sobre el agua y la tierra, ninguno de los dos duda cuando se les pregunta qué competición eligen: los Juegos Olímpicos son el gran objetivo. Por ello, es imposible no hablar de Tokio 2020 : «No hay carrera que pueda generar tanta atención y existe una ilusión tremenda. Me gustaría estar en condiciones de luchar por esas medallas. Creo que llegué en buenas condiciones a Río, pero no tuve suerte», confiesa Mario. Carolina, por su parte, incide no solo en la dificultad de participar, sino de lograr un buen resultado: «Es una carrera de un día y puede suceder cualquier cosa».

En ellos están depositadas gran parte de las esperanzas de éxitos españoles en el triatlón. Ambos ya saben lo que es estar en unos Juegos, aunque confían en que en Tokio lleguen los éxitos que se les han resistido. Hasta entonces seguirán preparándose y compitiendo con la máxima que les ha llevado hasta lo más alto: «Antes era solo deporte, pero después la vida de un profesional requiere mucho sacrificio. La clave es seguir disfrutando ».

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