Óscar Salguero, plata en 100 braza

Apenas pudo reprimir las lágrimas, sin respirar de la emoción. « Pensaba que no lo podría hacer . Han sido dos años muy muy duros psicológicamente. No ha sido mi mejor prueba, pero en los Juegos no importa la marca, sino el color de la medalla», se expresó el nadador.

Fue una prueba muy dura ni tampoco ha llegado en su mejor momento. Pero ahí está, su nombre de nuevo en el podio paralímpico, después de ser campeón en Río 2016 en esta misma prueba, con 18 años. «Lo he dado todo. No era mi mejor momento, me había puesto una presión enorme. Con unas inseguridades enormes . Y lo he dado todo, todo lo que tenía para conseguirlo», continuó todavía resoplando.

Salguero, con una malformación congénita por la que nació sin el antebrazo derecho, lleva toda la vida vinculado a la natación, a la que llegó con apenas dos años por un cursillo al que le apuntaron sus padres. Pasó por el kárate e incluso probó el waterpolo . Sí, sin brazo derecho. Pero él no veía que le faltara nada. Sí lo vieron quienes decidieron que no era apto . Le hizo más fuerte.

En natación se ha hecho rey de la braza, campeón paralímpico en Río 2016, campeón mundial en México 2017 y europeo en Dublín 2018 . Ahora, suma una plata en Tokio 2020 para convencerse de que sí era capaz. «El proceso ha sido duro y al final era muy complicada. Soy una persona débil psicológicamente y me había costado mucho todo. Ahora sé que lo he hecho y que el entrenamiento está ahí y que lo puedo conseguir», finalizó todavía con la emoción temblándole en la voz.

Seguirá nadando todo lo que le den las ganas, la ilusión el trabajo y la ambición. Después, su meta es ejercer de médico. Y deportivo , para mostrar en la consulta todo lo que ha aprendido en el agua.

Es la cuarta medalla para la delegación españolea en Tokio 2020, después de las dos platas de Miguel Luque y Toni Ponce en natación y el oro de Alfonso Cabello , en ciclismo en pista.