Piragüismo
Teresa Portela alarga su idilio con los Juegos Olímpicos
La piragüista se clasifica para Tokio 2020 y se convierte, con seis, en la deportista española con más participaciones
![Teresa Portela, en Río 2016](https://s2.abcstatics.com/media/deportes/2021/04/09/portela-efe-kNNF--1248x698@abc.jpg)
Palada a palada, Teresa Portela ha enmarcado su nombre en la historia de los Juegos Olímpicos . En un deporte donde el sacrificio diario tiene apenas la recompensa de los focos cada cuatro años, la piragüista ha conseguido que la enfoquen en cinco ocasiones. Pero con 38 años, a un mes de los 39, no tiene ni tiempo para pensar en frenar. La piragua sigue hacia delante, hacia otra cita olímpica, hacia otra página en los registros más dorados de la historia de los Juegos. Teresa Portela estará en Tokio 2020 , como estuvo en Sídney 2000, Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012 y Río 2016 . Seis veces Portela en los Juegos. Ninguna deportista española lo había hecho antes. Portela es única. «Estoy muy contenta de haber ganado el selectivo, que me da la plaza para poder participar en los JJOO de Tokio. Es un día muy especial para mí porque, una vez que conseguí la plaza en el Mundial de 2019, sabía que podía soñar con participar en mis sextos Juegos y hoy es una realidad», se ha referido la protagonista en declaraciones a la Federación de Piragüismo.
Ha hecho que parezca una rutina construir el billete para unos Juegos. Pero en su trabajo día a día, sin hacer ruido, está también parte de su grandeza. « No busco trabajar para el reconocimiento , es satisfacción personal de mejorar, que el trabajo diario se vea y sentirme yo bien. Si el reconocimiento llega, perfecto», explicaba a ABC antes de partir a Río 2016.
Porque no solo es que haya visitado seis ciudades olímpicas en sus dos décadas de carrera profesional, es que alcanzó la final en cinco de ellas. De su estreno con 18 años en Sídney se llevó enseñanzas para ser quinta en Atenas y Pekín, cuarta en Londres y sexta en Río . Se le resiste esa medalla, pero nada tiene de demérito no haber subido al podio. Ahí está su constancia y su ilusión como metales más preciosos que el oro.
De todos sus Juegos, le dolió, claro, ese cuarto puesto en Londres. Porque reconocía a este periódico que suyo fue el error. «No lo escuché», decía todavía amarga sobre esa salida que la dejó sin opciones. «Cuarta es mejor que quinta, claro. Y si te ganan, lo aceptas, pero esto... fue muy duro». Allí quedó la imagen de Portela en el lago de Dorney, inconsolable. Pero quiso regalarse otra oportunidad, cuatro años después, al otro lado del mundo. De nuevo, una mala salida la apeó de un premio mayor, como se merecía su esfuerzo, que el que recibió: sexta plaza.
Sin embargo, solo su participación en Río ya conllevaba un éxito que no se mide en colores ni brillos, sino algo mucho más importante: en avance de la sociedad. Porque Portela había sido madre en 2014 de Naira y regresó a la piragua un mes después de dar a luz porque había mucha Portela piragüista todavía. Se unió a otras madres olímpicas, como Teresa Perales o Maialen Chourraut, para reivindicar sin gritos, solo con actos, que la maternidad es solo un impulso más para volver al deporte con opciones de todo.
Su cuerpo y, sobre todo su mente, continúan en un estado de forma envidiable. Se impuso este viernes en el clasificatorio nacional de K1 200 en Pontillón de Castro de Verducido (Pontevedra) para coger el billete para Tokio, esa cita a la que llegaba plena de convicción ya para 2020. «Si he conseguido estar 20 años en la élite, espero poder aguantar un poco más», decía poco antes del confinamiento hace un año. Y si ya para esa cita suspendida sentía que era un momento especial , más aún lo será para este verano.
Son seis veces Teresa Portela en unos Juegos Olímpicos. La que más, pues con cinco se quedaron Arantxa Sánchez Vicario, María Vasco, María Peláez y María José Rienda.