Super Bowl
Mahomes y los 49ers se citan con la historia
La final soñada del fútbol americano pueden encumbrar al «quarterback» de los Chiefs o que los 49ers igualen el mejor palmarés de la NFL
Horario y dónde ver la Super Bowl 2020
Mañana comienza en Iowa el partido más importante –y más largo– que se disputa este año en EE.UU.: la elección de un nuevo presidente, que tendrá su pitido final en la noche del 3 de noviembre, cuando se sepa si Donald Trump seguirá otros cuatro años en la Casa Blanca, o si tendrá que ceder las llaves a un rival demócrata. La atención del país está volcada desde hace semanas en este pequeño estado incrustado en la América profunda, del que casi todos se olvidan después de que celebre sus «caucus», las reuniones de votantes con las que arrancan las primarias.
Hoy, sin embargo, todo EE.UU. se olvidará de encuestas y trifulcas entre candidatos para pegarse al televisor en la gran cita deportiva anual: la Super Bowl o final de la NFL, la liga de fútbol americano. Es un akelarre de alitas de pollo y cerveza ligera que se extiende de punta a punta del país, desde la Miami urbana, mestiza y playera donde se celebra este año la Super Bowl hasta los pueblos inundados de maizales congelados en Iowa, donde el fútbol americano es religión y el partido del equipo del instituto local, su liturgia semanal.
La final soñada
La Super Bowl de este año es, además, la final soñada, un Real Madrid-Liverpool para levantar una «orejona», un Nadal-Federer en Wimbledon. Asisten los dos mejores equipos de la Liga, Kansas City Chiefs y San Francisco 49ers , el mejor ataque contra la defensa más en forma, y con el foco puesto en un joven insolente que ya es la mayor estrella de la liga: Patrick Mahomes . El «quarterback» de los Chiefs se puso la NFL por montera la temporada pasada, su segunda como profesional, cuando fue elegido MVP de la liga y no metió a su equipo en la Super Bowl de milagro, tras perder en la prórroga de la semifinal contra los New England Patriots de Tom Brady, la gran leyenda de este deporte.
Su desempeño esta temporada no ha sido tan extraordinario, pero ha despuntado donde se cuecen las habas, en los dos partidos de «playoffs». En ellos, ha dado ocho pases de «touchdown» –alguno de ellos de fantasía– sin sufrir ninguna intervención y ha corrido con la pelota más que nadie en su equipo –106 yardas–, además de conseguir un «touchdown» en carrera.
Una victoria consagraría a Mahomes como uno de los mejores «quarterbacks» de siempre, con apenas tres temporadas de competición. Los 49ers, sin embargo, también tienen una cita con la historia: pelean por ganar su sexta «Super Bowl», con lo que igualarían en el mejor palmarés en la NFL con los Patriots y los Pittsburgh Steelers. El equipo californiano busca reverdecer los laureles de su época gloriosa de los ochenta y principios de los noventa, con Joe Montana y Jerry Rice.
Frente a Mahomes comparece Jimmy Garappolo , un «quarterback» que recaló en los 49ers después de ganar dos títulos con los Patriots. Lo hizo, claro, calentando el banco para Brady. Se perdió la temporada pasada casi entera por lesión, pero este año ha liderado un equipo serio, cimentado en la defensa, en la que domina Nick Bosa –«rookie» del año, y que acumula doce placajes al «quarterback»–, con la ayuda de Arik Armstead y DeForest Buckner, que añaden otros 17,5 placajes.
Mientras los Chiefs utilizan el cañón que Mahomes tiene por brazo para destrozar las defensas rivales, los 49ers son durante buena parte del partido una división de zapadores que encuentra agujeros en la línea defensiva rival. En la semifinal despuntó Raheem Mostert, que entró en la defensa de los Green Bay Packers como el cuchillo en la mantequilla: corrió 220 yardas y se anotó cuatro «touchdown», cerca del récord histórico para un partido de «playoffs». La ofensiva de los Chiefs es mucho más que Mahomes. El «quarterback» tiene opciones variadas de pase, y todas excelentes: el grandullón Travis Kelce, el veterano Sammy Watkins y Tyreke Hill, un recibidor eléctrico, tan rápido que se plantea probar clasificarse para los Juegos Olímpicos de Tokio.
En los banquillos, el duelo será entre dos entrenadores sin anillos de campeón, pero con experiencias muy diferentes. Andy Reid , de 61 años, al frente de los Chiefs, es considerado el mejor entrenador de la NFL sin un título. Llegó a la Super Bowl de 2004 cuando entrenaba a los Filadelfia Eagles, pero cayeron ante los Patriots.
En la otra banda, Kyle Shanahan , de 40 años, tiene fresca en la memoria una experiencia dolorosa en la Super Bowl. Era el coordinador de ataque de los Atlanta Falcons, cuando su equipo desperdició una ventaja de 28-3 frente a, otra vez, los Patriots. Ahora buscará que eso no ocurra y ante un rival especialista en remontadas: los Chiefs comenzaron perdieron en sus dos partidos de «playoffs» y, en el primero, le dieron la vuelta a la tortilla después de ir perdiendo 24-0. El partido acabó 31-51.
Es difícil apuntar a un favorito: las apuestas están igualadas, con una leve ventaja para los Chiefs. Pero en un partido que Mahomes jugará a tumba abierta, todo puede ocurrir.