Alpinismo
Subir al Everest en tiempos de coronavirus
Una expedición de alpinistas chinos alcanza la cima en plena pandemia para llevar a cabo una misión científica

El campo base del Everest tenía que ser estos días un trajín de personas, nerviosas muchas de ellas por su primera expedición de alta montaña. Ilusionadas bajo la imponente figura del coloso del Himalaya. En su lugar, el coronavirus ha convertido aquella zona ... del mundo en un solar vacío. Al otro lado de la montaña, en la vertiente tibetana, resuenan apenas las voces de medio centenar de alpinistas y científicos chinos , los únicos con permiso para desafiar esta primavera al «Qomolangma», que es como se conoce al Everest en China. Esas voces, tranquilas la mayor parte del día, estallaron el miércoles cuando la comunicación con el grupo que trataba de hacer cumbre confirmó la hazaña que llevaban un mes esperando. La primera y única cima de esta temporada de primavera atípica que quedará para siempre como un símbolo de la resistencia del ser humano ante la pandemia.
El coronavirus ha cancelado todas las expediciones comerciales de Nepal y China en esta temporada en la que suelen realizarse la mayor parte de las ascensión anuales al Everest . El año pasado se rompió el récord histórico , con 885 personas en lo más alto. Una cifra que amenazaba con aumentar esta campaña y que ha quedado reducida casi a la nada a causa de la pandemia. Los alpinistas de medio mundo han tenido que aplazar sus sueños y quedarse en casa, pero también los sherpas y los cocineros. Un desastre económico con un único haz de luz, el protagonizado por esta expedición china que lograba su objetivo de alcanzar la cima el pasado miércoles.
Después de varios intentos fallidos por el mal tiempo, el grupo formado por ocho alpinistas logró por fin llegar a la cumbre. 8.848 metros por encima del nivel del mar... o eso es al menos lo que siempre se ha pensado cuando se contemplaba el mundo desde el punto más alto del planeta. Certeza que estos días se empeñan en comprobar para acabar con la controversia por la altura real del Everest, uno de los debates abiertos en la comunidad científica de medio mundo, sobre todo tras el terremoto que golpeó a esa parte del mundo en 2015.
Así, la cima alcanzada por la expedición china no fue esta vez el objetivo, sino un instrumento más para llevar a cabo su misión científica. Según explicaron los responsables del experimento, el grupo que llegó en primer lugar a la cima instaló una antena que se suma al resto de artefactos tecnológicos colocados en el ascenso que contribuirán a la medición más exacta del Everest desde 1975. Según el ministerio de Recursos Naturales de China , para la medición se utilizará el sistema de navegación chino Beidou , similar al americano GPS , además de otras herramientas tecnológicas con las que esperan averiguar si esos 8.848 metros que aparecen en todos los libros de geografía del mundo son reales. De hecho, en una medición realizada en 2005 rebajó esa altura en cuatro metros, aunque Nepal –el otro país con limita con la montaña, no le dio validez.
Ahora sí se espera que ambos países realicen una rueda de prensa conjunta para compartir los resultados de esta misión especial , cuyos trabajos de medición se alargarán aún dos o tres meses. Será entonces cuando pueda concluirse si el techo del mundo ha menguado.
Llegada de tecnología 5G
El equipo chino desplazado estos días a la zona ha aprovechado también para hacer una limpieza a fondo de desperdicios, aunque al haber ascendido por la cara norte no ha encontrado tanta basura como en la vertiente nepalí. De hecho, el gobierno de ese país tenía pensado haber lanzado una misión ecológica aprovechando la cancelación de la temporada, pero tuvo que aplazarla por la complicación sanitaria y la falta de recursos económicos.
La ausencia de expediciones comerciales en el Everest ha impulsado trabajos complementarios en la zona por parte de China. Además de esta expedición científica, el gigante asiático ha abierto la puerta para que dos de sus gigantes tecnológicos – Huawei y China Mobile, instalaran varios equipos para aumentar su cobertura de 5G en la montaña. Una herramienta muy útil para los alpinistas, que tendrán más sencillo el ascenso y a los que se podrá localizar más fácilmente en caso de accidente.
Queda ahora en el aire qué ocurrirá en otoño, la siguiente ventana de buen tiempo que deja el año para ascender al Everest. Por el momento, l as agencias mantienen en pie sus expediciones para la segunda mitad del año , pero dependiendo de cómo avance la epidemia deberán ser o no canceladas. La ausencia de turistas en todo el año provocaría una crisis sin precedentes en Nepal, cuyos ingresos proceden en su mayoría de este ámbito.
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