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Sergio Cabezas afronta tres títulos de K1 y muay thai tras el parón por el coronavirus: «Vuelvo con más hambre que nunca»

El luchador madrileño ha regresado a los entrenamientos con el horizonte repleto oportunidades: título internacional de K1 de la World Kickboxing Network (WKN), el título europeo de K1 de ISKA y el título planetario de GBF

El colmenareño Sergio Cabezas ostenta un cinturón planetario en la modalidad de K1 Foto: Álvaro Santos

Álvaro G. Colmenero

Los deportes de combate han evolucionado apresuradamente en los últimos años. También lo han hecho los protagonistas, aquellos que atraviesan las cuerdas para batirse en duelo en un cuadrilátero o en un octógono, como si de los gladiadores de antaño se tratase. Este desarrollo es palpable en lo corpóreo, con dietas trazadas con tecnología y esmero, además de una preparación física extenuante y estratégica. Pero también lo es en lo accesorio, con una estética más cuidada e incluso casual que, en ocasiones, impide detectar al luchador en un encuentro en la vía pública. No es el caso de Sergio Cabezas. El colmenareño posee hechuras de peleador. O más bien de Depredador, en su versión 5.0 , como le ha apodado su representante, Antonio Ricobaldi. No está mal tirado, a tenor del hambre de títulos que tiene este atleta, pues mientras algunos profesionales no han empezado a entrenar tras la crisis sanitaria del coronavirus, Sergio afrontará, al menos, tres peleas titulares en los próximos meses .

El retorno, después de más de tres meses de inactividad en competición debido a la pandemia, no será fácil. «No pensábamos que tendríamos que estar encerrados tanto tiempo. Fueron pasando las semanas y las cosas se pusieron muy feas. Cuando nos confinaron nos dimos cuenta que la cosa era complicada. Apenas tenía material para entrenar en casa, conseguí un saco... Así pude desahogarme y mantener la línea, había que adaptarse», cuenta Cabezas a ABC. Pero la motivación de conseguir algo grande es muy alta para el luchador madrileño. « Significa mucho para mí tener la posibilidad de abrocharme tres cinturones diferentes. Vuelvo con más hambre que nunca. Estoy muy orgulloso de tener la oportunidad y no voy a desaprovecharla ».

El primero de los cetros en juego será el título internacional de K1 de la World Kickboxing Network ( WKN ), enmarcado dentro del evento de Hombres de Honor: Sangre y arena, previsto para finales del mes de agosto. Allí, Cabezas se medirá al marroquí Yuness Cheriff. En los siguientes meses tendrá la oportunidad de alzarse con el título europeo de K1 de la Internacional Sport Karate Association ( ISKA ) y el título mundial de muay thai de la Global Boxing Federation ( GBF ). Además, como colofón, luchará por el trofeo de la Península Ibérica.

Aunque la empresa a realizar despierta en el colmenareño grandes sensaciones, prefiere ser sensato y mantener los pies en el tatami. «Voy pensando pelea a pelea, soy una persona que vive el presente, que disfruta el día a día. Pero tengo claro que voy a ganar los títulos. Quiero seguir creciendo como luchador», expresa Cabezas, que agradece a su promotor, Antonio Ricobaldi , el haberle puesto delante estas posibilidades: «El tener una persona que consiga peleas por títulos es muy valioso y mi trabajo es ganarlas. Estoy muy agradecido».

La posibilidad de vivir únicamente de estas peleas en España es muy remota . Por ello, Cabezas tendrá que prepararse mientras compagina el deporte con otras actividades que le dan el sustento económico. «Doy clases personales, también trabajo en un gimnasio dando sesiones grupales y los fines de semana estoy por las noches trabajando de seguridad, así compatibilizo el kick boxing», relata a este periódico.

Sergio Cabezas, junto a su promotor, Antonio Ricobaldi Álvaro Santos

Un niño modelo

Entre esas otras actividades necesarias para poder vivir, Cabezas tiene puesta la mira en la moda, que hace años ya le supuso una fuente de ingreso, aunque en aquel momento debía ser gestionada por su progenitora. «De pequeño hacía anuncios de televisión y posaba para revistas de moda. También salí en un capítulo de La casa de los líos con Arturo Fernández. Yo tenía 11 añitos cuando andaba metido en la publicidad televisiva, hice anuncios para Fairy, de la vuelta al cole, del Rey León, trabajos para El Corte Inglés de catálogos de ropa. Fue poco tiempo pero hice varios trabajitos, perdía clases del colegio y eso a mí me gustaba», cuenta entre risas. «A ver si hay suerte y podemos trabajar otra vez y retomar esta actividad que dejé de pequeño. Si sale alguna cosa volveré al mundo de la moda y lo compaginaré con el kick boxing y mis clases». Paradójicamente, este puede ser el mejor año deportivo del Depredador 5.0 .

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