Dakar
Sainz gana, Alonso brilla
El madrileño logra su 33ª etapa y es líder; el asturiano firma un prometedor cuarto puesto
Avanza el rally Dakar y la experiencia, la mecánica o el talento empiezan a ocupar su lugar en el desierto de Arabia Saudí. La sabiduría de Carlos Sainz, autor de una magnífica jornada, ganador de la etapa (la 33 de su carrera en este certamen) y líder de la general de coches. La mecánica de los mejores autos, convertida desde ya la prueba en un duelo entre el Mini que conducen Sainz y Peterhansel, y los Toyota al mando del catarí Al Attiyah. Y el talento que muestra Fernando Alonso, quien no había cogido en su vida un vehículo de rallys por la arena hasta hace diez meses y ayer acabó cuarto en la tercera jornada.
Carlos Sainz, 57 años, corre en rallys desde hace 39 inviernos, cuando siendo un mozalbete se lanzó a la aventura en el Rally Shalimar con un Renault 5 TS. Son 39 años descifrando carreteras de tierra, tramos de nieve, caminos asfaltados o dunas del desierto. Un tipo experto que, como dijo Alonso hace unas semanas, «intuye cada trampa en el Dakar».
Así ha ganado 13 etapas en esta carrera. La última, ayer, 489 kilómetros, de los cuales 404 eran de especial en el bucle de la ciudad de Neom, pistas de rocas gigantes en Wadi ash Sharmah y paisajes típicos de la vecina Jordania, bordeando las montañas de Jabal ash Shifa. En medio de espectaculares cañones cubiertos de escarcha al comienzo del día, el doble ganador del Dakar (2010 y 2018) resistió hasta el final el empuje de Nasser Al-Attiyah (Toyota), quien aparece como su primer contrincante para la victoria.
«La última zona era muy difícil, no había prácticamente camino marcado y era fácil equivocarse», enjuició Carlos Sainz. «Al final todo ha salido bien y eso es gracias a Lucas (Cruz, su copiloto ). No era fácil la navegación, por eso hay que darle la enhorabuena», ensalzó el veterano madrileño.
El triunfo parcial equivale a salir primero en la etapa siguiente, abrir pista se denomina en el argot dakariano, una fórmula para compensar el rendimiento de pilotos y coches y fomentar la igualdad. « Nos tocará sufrir un poco abriendo pista y nos alcanzarán, pero así es el Dakar, mientras no perdamos mucho tiempo. Queda muchísima carrera aún. Lo importante es ir pasando días», analizó el español, a quien amenaza Al Attiyah.
Sanción a Al Attiyah
«Estoy seguro de que hoy estaremos en una buena posición. Podré alcanzar a Carlos y reducir la brecha», matizó el piloto catarí, quien fue sancionado con tres minutos por no dejar pasar a Sainz. Esto permitió a Alonso avanzar una posición, de quinto a cuarto.
El día después de una jornada difícil, en la que perdió dos horas y media al tener que reparar la suspensión del Toyota Hilux, Alonso selló una brillante hoja de servicios. Cuarto en la etapa y mejor coche de los cuatro Toyota que compiten en el Dakar como marca favorita al título. Fue su mejor más descollante desde que se ha lanzado a esta incierta aventura.
Hasta hace algo menos de un año, el asturiano solo había conducido en asfalto. Y lo hizo durante más de 35 años en circuitos. «Hemos tenido buena visibilidad, así que hemos podido disfrutar de un buen ritmo, ha sido una etapa preciosa, he disfrutado mucho », declaró Alonso.
«Hacer cuarto o quinto durante dos días es una nota positiva y me alegra, pero bueno, siempre quiero un poco más y ojalá aproveche la buena posición de salida para intentar algo más, como estar entre los tres primeros o ganar una etapa, que sería algo mágico», se animó el ovetense. Respecto al triunfo de Sainz, dijo. «Es una doble alegría, mi ritmo y su victoria».
En el sector de motos hubo lío por un punto de paso obligatorio que no aparecía en el gps de los pilotos. La organización tuvo que anular ese tramo y confeccionar una nueva clasificación, en la que salió perjudicado el español Joan Barreda, que pasó del tercero al sexto puesto.
