Mundial de atletismo

Un relevo para soñar

El potente equipo español de 4x400 se mete en la final con el sexto mejor tiempo. Jamaica y Botwsana se quedan fuera

JOSÉ CARLOS CARABIAS

El Estadio Olímpico está lleno a las 10.20 de la mañana en un sábado de Londres con amenaza de agua y nubes que tapan al sol. Se ha producido una mutación en la ciudad: la Central Line del metro, la línea roja que atraviesa el corazón de la city está colapsada a las 9.30. Corre Usain Bolt. El gentío que ha acudido a aplaudir al jamaicano descubre a un cuarteto de hispanos que suben la moral de la alicaída selección española sin medallas. Óscar Husillos , Lucas Búa, Darwin Echeverry y Samuel García ganan la semifinal del relevo 4x400 (3.01:72), cuatro vueltas a la pista por delante de potencias como Polonia, Cuba o Jamaica, que se queda fuera en evidencia de que el plomo caribeño se ha fundido. Los españoles se meten en la final, mientras un subidón recorre a la delegación ibérica por la sensación de poderío que han transmitido.

Sale Óscar Husillos en la primera posta, gafas de sol y potencia castellana, velocidad de crucero y el mismo ritmo que el jamaicano al entregar el relevo en cabeza a Lucas Búa. El toledano elegante sale disparado a la vera del segundo atleta jamaicano, el mismo trote, sin ceder un metro, confiado y resistente el equipo. Llega el turno del español de origen colombiano Darwin Echeverry, que entrena en la Blume y se expresa con elocuencia: «Tenemos un equipo homogéneo, que no rebaja su prestación en ninguna posta», comenta.

Echeverry lo borda en una vuelta excelente. No solo no se relaja ante el jamaicano, sino que lo rebasa por fuera en la recta de meta, valiente en su empuje.

El cambio de los testigos se realiza con fluidez, sin el estrés que en la siguiente serie elimina a Botswsana sin Makwala (se cayó el relevo y el africano chocó contra un brasileño). «Lo tenemos muy entrenado el testigo. La clave es que nunca se pare», cuenta Samuel García, a quien sus compañeros dejan en cabeza con la tostada de medirse a los mejores cuatrocentistas del mundo. El canario no se entrega y mantiene el nivel. Aguanta el maillot amarillo frente al acoso de todos. España gana su tanda y pasa a la final entre el alborozo general. Solo tres veces antes lo había conseguido un equipo español.

«No sé por qué ha surgido esta generación tan espléndida -habla Samuel García en la meta. Yo creo que fue porque empezó Husillos con la distancia y ya nos hemos ido contagiando entre todos. La competencia de unos con otros te hace ser mejor atleta».

España pasa la final con el sexto mejor tiempo de los participantes, ya que la otra semifinal es un relámpago. Pasan Estados Unidos, Trinidad y Tobago, Bélgica, Gran Bretaña y Francia con mejor tiempo que España. «Pero nos hemos ganado el derecho a soñar», resume Husillos en un instante de alegría para los españoles.

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