Juegos Olímpicos

Refugiados de su tierra, olímpicos en Tokio

Por segunda vez en su secular historia, los Juegos contarán con un equipo de atletas nativos de zonas asoladas por conflictos bélicos y políticos

El equipo de refugiados, en su estreno en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016 Reuters

P. L.

Los Juegos Olímpicos, además de por celebrarse cada cuatro años, despiertan un gran entusiasmo en el público porque en ellos la historia se quiebra. Los atletas más poderosos del planeta compiten durante unas semanas con el pasado y, en ese periodo de tiempo, buscan escribir su nombre y récord para la posteridad. En este maremágnum de grandeza, desde 2016 , también hay un hueco reservado para deportistas que llevan toda la vida compitiendo contra las inclemencias.

El Comité Olímpico Internacional anunció ayer los 29 integrantes del equipo de atletas de refugiados que competirán como uno más en los próximos Juegos de Tokio, que se celebrarán del 23 de julio al 8 de agosto. Este conglomerado, que ya hizo su debut en los de Río de Janeiro hace cuatro años (aunque en aquella ocasión solo estaba compuesto por 10 deportistas), está formado por un grupo de atletas considerados como personas non gratas en su tierra o que, simplemente, no están amparados por el organigrama deportivo de sus países por estar envueltos en problemas de gran magnitud.

Un total de 11 países se engloban en este grupo: Afganistán, Irán, Siria, República Democrática del Congo, Iraq, Sudán del Sur, Sudán, Congo, Eritrea, Camerún y Venezuela. Todos ellos comparten el ser países asolados por conflictos bélicos y políticos, lo que ha obligado a algunos de sus deportistas a ampararse bajo la bandera olímpica en la cita de este verano. Por ejemplo, el luchador de taekwondo afgano Abdullah Sediqui huyó hace cuatro años de su país natal, arrasado por la guerra, por las amenazas que recibía por parte de las bandas callejeras. «Hubo días que caminé durante 12 horas seguidas», explicó en su día el joven de 24 años, que ahora vive en Wilrijk, un barrio al sur de la ciudad belga de Amberes. Su marcha hacia Europa, pese a que le ha dado un billete para competir en la capital nipona, también le impidió despedirse de su madre, que falleció el año pasado a causa del coronavirus.

Si Afganistán es una de las zonas más maltratadas por la guerra en los últimos años, la ciudad de Alepo, en Siria, también pertenece a este triste grupo. El país, asolado por un conflicto civil inagotable, fue el hogar de Ahmad Wais , otro de los integrantes del equipo olímpico de refugiados. El ahora ciclista profesional vio como con tan solo 12 años, su familia emprendía el camino del refugiado hacia Turquía para huir de la guerra mientras él se quedaba solo en su ciudad natal. Dos años después, el deportista decidió seguir su camino: viajó en coche desde Siria hasta el Líbano, cruzó el Mediterráneo hasta Turquía para luego atracar en Grecia. Hoy vive en Suiza y Tokio será su siguiente destino.

Púgil en Caracas y en Tokio

Pese a que Oriente Medio ha sido el escenario de los conflictos más crudos en los últimos años, la figura del refugiado es desgraciadamente mundial. Venezuela ha sido otro de los puntos calientes del globo y el boxeador Eldric Sella, como a él le gusta decir, aprendió a boxear para poder defenderse de su entorno. Criado en el barrio 23 de Enero , al oeste de Caracas, el púgil, que llegó a competir bajo la bandera de su país, decidió emigrar hacia la cercana Trinidad y Tobago junto a su novia en 2014, cuando la crisis financiera y política de Venezuela convirtió al país en un foco de conflicto. Entrenado por el padre de su pareja y con unos cuantos éxitos a sus espaldas, está listo para la gran cita. «Tendré la oportunidad de representar no solo a mí, sino a millones de personas de todo el mundo que se vieron obligadas a dejar atrás su hogar y sus sueños», escribió en su blog el atleta cuando se oficializó su participación en Tokio.

Estas son solo tres de las 29 historias que formarán la saga de los refugiados en el país del sol naciente. Arropados por la ONU y el COI, que les han financiado y proporcionado todo el material e instalaciones necesarias para desarrollar sus aptitudes, este grupo saldrá en segundo lugar en la esperada ceremonia de apertura de los Juegos en el Estadio Nacional de Japón el próximo 23 de julio, solo por detrás de Grecia, país primigenio del evento.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación