GOLF

Jon Rahm (-9) sueña con el PGA Championship

El español es tercero en Bellerive, a tres golpes del líder Brooks Koepka

Jon Rahm está volando muy alto esta semana en el cuarto grande del año AFP

MIGUEL ÁNGEL BARBERO

El sábado en Bellerive hubo más movimiento que nunca, ya que a causa de la suspensión por tormenta del viernes se tuvieron que jugar una jornada y media. Por eso, desde las siete de la mañana los jugadores que no habían concluido estaban ya en el campo y disfrutando de unas condiciones ideales. De ellas se aprovechó Rafa Cabrera para superar el corte (-2), igual que Tiger Woods (-4), que se enrachó en lo que permitía ser un gran presagio para la tarde.

Luego, ya con los elegidos en liza, la tercera jornada fue de las que hacen afición. Mientras Cabrera y Adrián Otaegui hacían rondas bajo par (acabaron tres y uno abajo, respectivamente), el numeroso público que abarrotaba el precioso recorrido de Misuri disfrutaba tanto con lo que hacían los hombres más en forma ( Brooks Koepka, Rickie Fowler o Justin Thomas ) como con las noticias que les llegaban por los marcadores. Cada vez que el Tigre ganaba un golpe se oía un rugido por todas las hectáreas del club que a buen seguro que fueron minando la moral de sus rivales.

Poco a poco, el californiano escaló posiciones y se colocó segundo a un hoyo de terminar. En esos momentos marchaba con (-8) y estaba a cinco golpes de Koepka, que había puesto el piloto automático y estaba en modo doble ganador del Open de Estados Unido s. Sin embargo, lo que nadie esperaba era del giro que darían los acontecimientos en los momentos finales de la tarde.

Por un lado, el líder pinchó en los hoyos 14 y 15 en sus únicos momentos de desconcierto, que fueron aprovechados por otros aspirantes para mandarle un recado de atención: Adam Scott terminó en dobles dígitos (-10) con birdies en el 16 y el 17 y Jon Rahm , que se había todo el día sin hacer ruido, acabó con una segunda vuelta de escándalo. Bajo golpes en el 10, el 16 y el 17 y firmó un (-9) que le metió de lleno en la batalla. «De lo que estoy más orgulloso es de haber terminado una vez más sin bogeys y de no haber perdido la paciencia por todos los putts que no terminaban de entrar», comentó al final.

Su estrategia de juego le salió a la perfección y para la jornada de hoy, en la que está a solo tres golpes de la cabeza (Koepka hizo birdie en el 18 acabó con menos doce ), va a salir con el mismo planteamiento. «No creo que haya que esté jugando mejor que yo de tee a green esta semana -afirmó confiado- por lo que debo seguir igual y tratar de afinar un poco más en los tapetes. En otros grandes los domingos me quedaba corto de los hoyos, o sea que aquí me aeguraré de darle bien fuerte a la bola». Con su sorna habitual y una gran tranquilidad, Jon tiene a tiro el primer major de su carrera y no se va a asustar por tener a Koepka y Scott por delante y a Woods por detrás. El de Barrica tiene una cita con la historia y no la quiere dejar pasar .

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