GOLF - Masters de Augusta
Jon Rahm (-8) se mete en la pelea
El español ya es cuarto, a expensas de un tropiezo de Patrick Reed (-14) en la última ronda
![Jon Rahm recibe la felicitación de su caddy, Adam Hayes, después hacer un eagle en el hoyo 8](https://s1.abcstatics.com/media/deportes/2018/04/08/rahm-sabado-k53E--1240x698@abc.jpg)
El Masters de Augusta vivió ayer una de sus jornadas más emocionantes de los últimos tiempos. Las lluvias que cayeron a lo largo del día y unas posiciones de banderas más benevolentes que en los precendetes motivaron que los jugadores pudieran ser más agresivos y eso se vio reflejado en los resultados. Sobre todo en los de los líderes, que no tuvieron problemas en bajar de los 70 golpes.
Los más acertados de la tarde fueron Rory McIlroy, Rickey Fowler y Jon Rahm , todos con tarjetas de 65 , una cifra que no se había alcanzado todavía en lo que iba de semana. E igual de efectiva, por la ventaja que acumulaba desde el viernes, fue la de Patrick Reed . El estadounidense supo gestionar su renta y no ponerse nervioso cuando la perdió a manos del norirlandés, que le empató a menos nueve en el hoyo 8 . «No me preocupaban los aciertos de Rory -declaró- porque yo iba por detrás y sabía que siempre tendría que jugar los hoyos por los que él pasaba». Esa autoconfianza le llevó no sólo a recuperar la ventaja un partido después, sino a incrementarla drásticamente en los otros dos pares 5 restantes (13 y 15) en los que logró dos eagles y se escapó a cinco de ventaja. Pero un bogey en el 16, le dejó en el (-14) definitivo, con tres de renta sobre el europeo (-11) .
Mientras, Fowler (-9) y Rahm (-8) quedaron a la expectativa, a cinco y seis golpes del líder. Y, como comentó con sinceridad el español, «con la esperanza de hacer el domingo un comienzo fuerte para ver si Patrick se pone nervioso y comete algún error. Yo creo en mis posibilidades, pero la chaqueta ya no está en mi mano». La vuelta del vasco fue espectacular, con una gran capacidad de reacción de aprovechar las buenas rachas de juego. «Aunque no lo parezca, por dentro iba motivándome todo el rato y marchaba como una moto porque sabía que tenía que ser agresivo en todo momento», reconoció, lo que le dio buenos réditos con birdies en el 1 y el 2, un eagle en el 8 y otro birdie en el 10 para afrontar el Amen Corner con la moral por las nubes.
En ese momento fue cuando se torcieron las cosas y podía habérselo venido abajo la remontada. Una corbata después de un putt corto en el 11, un tiro pasado de green en el 12 y una bola algua en el 13 podrían haberle puesto nervioso. Pero nada más lejos de la realidad. Solventó las situación con pares magistrales y acabó robándole al campo dos golpes más en los últimos tres agujeros. Espectacular.
En la última jornada en un grande puede pasar cualuier cosa. Especialmente en el Masters. «Aquí hemos visto victorias con grandes ventajas y también perder uchos golpes el último día -señaló Rahm con un deje de esperanza- Yo intentaré jugar tan agresivo como siempre para estar preparado por si falla Reed». Ya que Sergio García tuvo que quedarse en el National para imponer la chaqueta verde al ganador, saría una gran noticia para el golf español que el nuevo receptor de la prenda fuera Jon Rahm. Sería la primera vez que se ganaran dos grandes de manera consecutiva.