Golf

Jon Rahm emula a Ballesteros y reina en el Circuito Europeo

Rahm, feliz con sus trofeos AFP

Miguel Ángel Barbero

La carrera golfística de Jon Rahm , por meteórica, es cada vez más sorprendente. No contento con hacer historia deportiva cada temporada que pasa (con 25 años ya ha superado en precocidad ganadora a Seve Ballesteros), está dispuesto a hacerla también en los registros económicos. Con su doble triunfo de hoy en Dubái (el torneo final del Circuito Europeo y del Orden de Mérito anual) se ha embolsado cinco millones de dólares, con el dato asombroso de que tres de ellos son por el campeonato dubaití, la cifra más alta pagada nunca por una semana de competición.

Otro detalle a tener en cuenta es que el jugador español llegaba a los Emiratos después de mes y medio de descanso , una circunstancia que solo es habitual en jugadores de la talla de Tiger Woods, que aplazan sus apariciones lo más posible para evitar el cansancio. «Era la primera vez que lo hacía y me ha venido muy bien –reconoció ya con los trofeos en la mano –porque de vez en cuando hay que relajarse y no se puede estar siempre con la mente en un ritmo de competición». Este año, con los Juegos Olímpicos en el horizonte, puede ser una buena fiorma de seleccionar el calendario. De manera que, como era habitual en los mejores momentos del genio californiano, Rahm levantó una copa por segunda vez consecutiva (la anterior fue en el Open de España de primeros de octubre). Ya suma seis del European Tour y con una curiosa distribución: cuatro son del Rolex Series (los que están inmediatamente por debajo de las Copas del Mundo) y dos, sus Abiertos nacionales.

Sin embargo, de lo que se mostró más orgulloso el vizcaíno fue de consolidar su magnífica temporada con un hito excepcional: ser el número 1 europeo . Llegó a la cita de Jumeirah en la tercera plaza del escalafón y, merced a unas actuaciones sensacionales (con tarjetas de 66, 69, 66 y 68 golpes) terminó ascendiendo a la primera. Ganó el torneo por un golpe de diferencia a Tommy Fleetwood y también el premio final a la regularidad. «Poder inscribir mi nombre junto al de Seve como el único español con el número 1 europeo es increíble –añadió-; siempre ha sido mi ídolo y todavía no me lo creo».

La tarea, sin embargo, no fue fácil. Después de un comienzo arrollador (en el hoyo siete mandaba con seis golpes de ventaja sobre el francés Mike Lorenzo-Vera) entró en una fase de mal juego que le llevó a ir perdiendo esa ventaja paulatinamete; afortunadamente, en el 14 se rehízo y tomó aire, estabilizando la diferencia en dos. Por ello, aunque en el siguiente cometió un bogey que estrechó el margen a uno solo, sabía que tenía el torneo en su mano y no se puso nervioso. Su estrategia fue acabar con dos pares y un birdie y la cumplió a la perfección. El francés ya no le pudo alcanzar y el propio Fleetwwod, que le empató en cabeza a última hora, también se quedó a las puertas con el arreón final del vasco. Ser el mejor del año con un birdie en el hoyo 18 es la guinda que cierra un pastel que quedará para la historia.

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