Piragüismo

Puñales en la piragua nacional

Las pruebas para elegir el K4 que representará a España en los Juegos provocan un terremoto dentro del equipo español

Craviotto, Garrote, Arévalo y Toro, en una de las series del selectivo RFEP
Emilio V. Escudero

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No ha habido nunca tantos ni tan buenos piragüistas en España como en los últimos años. Una gran noticia para la selección, que se ha nutrido de ellos para alcanzar sus mejores resultados históricos –incluidas las cuatro medallas olímpicas conseguidas en Río 2016 –, pero un problema para el equipo técnico y los entrenadores, obligados a elegir y descartar talento, lo que siempre es injusto y que alegra y enfada a partes iguales. Un proceso de selección que esta vez se le ha enquistado a la federación , salpicada por las rencillas dentro del equipo nacional que han obligado a paralizar y reanudar las pruebas tras la denuncia de fraude por parte del Club Fluvial de Lugo, al que pertenece Cristian Toro .

Para entender el embrollo, hay que saber primero cómo se eligen a los cuatro integrantes del K4, la embarcación que España enviará a Tokio (con grandes opciones de lograr una medalla) y que cuenta con seis aspirantes a ocupar una de sus plazas. Todos ellos –campeones del mundo, subcampeones o medallistas olímpicos– merecen por palmarés estar ahí, pero como solo pueden ir cuatro, la federación estableció repartirlos en tres combinaciones diferentes para ver cuál de ellas era la más rápida . Saúl Craviotto y Carlos Arévalo irían en todas, pues se habían ganado el derecho de estar en Tokio tras las pruebas individuales del K1 200. Así, un K4 estaría formado por los dos mencionados más Walz y Toro ; otro con el dúo además de Garrote y Toro ; y el último lo formarían los dos fijos más Walz y Germade .

Las dos primeras combinaciones marcaron dos tiempos muy similares en las series, separados por apenas unas décimas. El problema llegó con la actuación de la tercera, la formada por Craviotto, Walz, Arévalo y Germade, que fue cuatro segundos más rápida que las otras . Algo no cuadraba. «No hay que saber de piragüismo para darse cuenta de que algo extraño había pasado. Con el mismo viento y sin ningún otro condicionante, estaba claro que algo no era normal. Ahí nos dimos cuenta de que a Toro le habían dado un ‘paseo’ en los dos primeros días y que el domingo habían apretado más . El problema fue que se les fue de las manos esa intensidad y se levantó la liebre», expone a ABC Tito Valledor , presidente del Club Fluvial de Lugo al que pertenece Cristian Toro. El dirigente envió el lunes una carta a su homólogo de la federación española (RFEP) pidiéndole explicaciones. Su misiva paralizó el proceso para estudiar lo ocurrido de manera interna. Hoy volverá a reactivarse con una nueva serie.

Entre medias, Juan José Román Mangas , presidente de la RFEP hasta hace solo unos días, dejaba entrever ayer que el selectivo no había sido limpio. «Si analizas los vídeos te das cuenta de que las intensidades con las que compiten en la serie del día 7 comparadas con las del día 5 y 6 son abismales. Me refiero a la intensidad de los palistas que conforman cada una de esas embarcaciones, que en algunos casos son coincidentes (por Arévalo y Craviotto). Puede ser que alguno haya remado con menos intensidad , aunque es difícil de demostrar», indicaba ayer Mangas a ABC.

Esta semana, el desenlace

Tras haber suspendido el proceso para estudiar las posibles irregularidades, la federación anunció que hoy se retomarían las pruebas y que de ellas saldría el K4 que irá a la Copa del Mundo y, si logran allí medalla, a los Juegos. Nuevo selectivo, pero mismas reglas y mismas embarcaciones. « Lo que quieren hacer es blanquear lo que les había salido mal el fin de semana », abundaba ayer Valledor, quien ha llegado a poner el tema en manos del CSD. «Ellos han dicho ya públicamente muchas veces que ese K4 es el que tenía que ser (que ir a los Juegos). Lo llevan diciendo un año Miguel García y Saúl (Craviotto), que no lo invento yo. Eso viene de la Copa del Mundo de 2019, a la que Toro no fue porque no sabemos si estaba mal psicológicamente, que lo estaba, o es que le estaban arrinconando . Estaba solo durante muchas horas en la residencia de Trasona y se deprimió. Y Saúl no le perdona que hubiera abandonado esa concentración . Entró Arévalo, se clasificaron para los Juegos y desde entonces dicen que ese barco es el que tiene que ir (a Tokio)» explica, sacando a la luz otra arista más.

Las del presunto trato de favor del próximo abanderado español y de Miguel García, técnico del K4, a favor del barco que salió subcampeón de la Copa del Mundo hace dos años. Acusación muy grave por parte de Valledor , que hubiera preferido que la repetición de las pruebas prevista para hoy hubiera sido de manera individual para dar transparencia al proceso.

Una versión que contrasta con la de varios de los piraguistas , que optaron por guardar ayer silencio , pero que deslizaron a través de varias fuentes que no estaban para nada de acuerdo con lo que habían denunciado Mangas y Valledor. Prefieron no hablar para centrarse en la competición que hoy, de nuevo, devuelve el protagonismo al agua. De donde nunca tendría que haber salido. Se anticipa lío en la piragua nacional.

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