Masters de Augusta
Patrick Reed, el campeón no querido
De todos los aspirantes que había era el menos querido por el público, que se decantaba sin duda por el carisma de los Rickie Fowler, Jordan Spieth o, incluso, Jon Rahm
El Masters de Augusta es un torneo que siempre corona a sus campeones con un halo de grandeza. Sin embargo, el de este año, Patrick Reed, no parece que vaya a pasar a la leyenda con esa vitola. De todos los aspirantes que había era el menos querido por el público, que se decantaba sin duda por el carisma de los Rickie Fowler, Jordan Spieth o, incluso, Jon Rahm. Como Rory McIlroy se vino abajo pronto, la lucha del texano (que aunque defiende con ímpetu a su país en la Ryder Cup no cae bien en el PGA Tour por tener cierta fama de tramposillo) se centró con el marcador.
Tenía que defender tres golpes de ventaja sobre el norirlandés y de repente vio cómo se le acercaban en la tabla los otros tres favoritos. Pero, a pesar de verse atrapado por Jordan cuando llegaban los últimos hoyos (-14), no se vino abajo. Tuvo la suerte de los campeones, como cuando la bola le aguantó cerca del agua en el 13, y la garra de los triunfadores al sacar tiros decisivos en los momentos clave. Guste o no, Reed fue un merecido ganador de la chaqueta.