Adiós a Santana

Los grandes pioneros del deporte español

Ángel Nieto, Federico Martín Bahamontes, Severiano Ballesteros, Paquito Fernández-Ochoa, Joaquín Blume y Manolo Santana provocaron pasión y afición en España por deportes que, en mucho casos, no estaban entonces en nuestra cultura

Rafa Nadal, sobre Manolo Santana: «Siempre serás único y especial»

Severiano Ballesteros, en 1978 ABC
Tomás González-Martín

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Son mitos, pioneros, culpables de la explosión de muchos deportes en España cuando no había dinero, ni instalaciones y en muchos casos cultura, como sucedía con el motociclismo, el esquí, el golf y la gimnasia, para practicarlos. Nadie los olvidará nunca, porque nos hicieron vibrar cuando no lo esperábamos. Ángel Nieto, Paquito Fernández-Ochoa, Severiano Ballesteros, Federico Martín Bahamontes, Joaquín Blume y Manolo Santana son culpables de la pasión y afición de muchos españoles por deportes que, si no les hubieran visto triunfar, nunca les habrían interesado.

Santana, Fernández-Ochoa, Nieto y Severiano fueron los culpables del crecimiento y el éxito del tenis, el esquí, el motociclismo y el golf en España. Blume no pudo crear ese reguero de pasión por la gimnasia porque falleció muy joven en un accidente de aviación cuando era un grande universal.

Severiano Ballesteros

El cántabro de Pedreña hizo del golf un deporte conocido en España, un práctica que gracias a él pasó de ser elitista a popular. Severiano posee uno de los mejores palmarés de la historia del golf y es considerado uno de los mejores jugadores de la historia. Ganó cinco Campeonatos del Mundo Match Play, dos Masters de Augusta, tres veces el Abierto Británico y cinco Ryder Cup para el equipo europeo, una de ellas como capitán en 1997. Fue nombrado Mejor Jugador Europeo del siglo XX, y Golfista del Año del PGA European Tour en tres ocasiones . Fue Ballesteros el culpable de la proyección del golf europeo y los cinco triunfos en la Ryder Cup es su sello. Fue también el primer europeo en vencer el Masters de Augusta y el más joven de la historia en aquel momento, convirtiéndole con sus apenas veintidós años en uno de los referentes del circuito mundial. Es el principal valedor del crecimiento del golf europeo respecto al estadounidense, dominadores de los grandes torneos hasta que el español cambió esa tónica.

Federico Martín Bahamontes

El toledano ganó el Tour de Francia en 1959 y fue el primer corredor español en adjudicarse esta prueba, en la que además consiguió en seis ocasiones el Gran Premio de la Montaña , categoría en la que también venció una vez en el Giro de Italia y dos en la Vuelta a España. Escalador superdotado, pasó 52 veces en primera posición por los puertos del Tour, el mejor registro de un corredor en el Tour. Está considerado como uno de los mejores escaladores de todos los tiempos.

Ángel Nieto

Dice Álex Crivillé que Nieto fue el culpable de su afición por la moto . Palabras que pueden corroborar otros muchos pilotos de nuestra historia. Fue la semilla, el germen de lo que actualmente disfrutamos en el mundo de las dos ruedas. Es el máximo responsable del dominio mundial del motociclismo español, desde entonces hasta nuestros días. Fue campeón del mundo de velocidad en «doce más una ocasiones», pues su triscaidecafobia le impedía mencionar el número trece. Tiene el mejor palmarés entre los pilotos españoles y el segundo a nivel mundial tras el italiano Giacomo Agostini, que alcanzó quince. Consiguió seis títulos mundiales en la categoría de 50 centímetros cúbicos (en 1969, 1970, 1972, 1975, 1976 y 1977) y siete en la de 125 c.c. (1971, 1972, 1979, 1981, 1982, 1983 y 1984). Celebró 90 victorias en grandes premios del Mundial de motociclismo, 139 podios, y otras 128 victorias en campeonatos de España. Abrió la puerta a la gran generación pilotos que llegó a su vera y tras él, como Aspar, Pons, Herreros, Crivillé, Pedrosa Lorenzo y Márquez. El ‘Maestro’, así le llamaban, convirtió a España en una gran potencia del motociclismo mundial.

Paco Fernández-Ochoa

El madrileño de Navacerrada puso los esquís a España. En su segunda participación olímpica, en Sapporo en 1972 , compitió en el eslalon gigante y en el especial. Ganó la primera manga del eslalon especial, con un tiempo de 55:36, e hizo segundo en la otra manga, 53:91, tiempos que le dieron la medalla de oro el 13 de febrero. Era la primera vez que un país considerado cálido y a la vez sin tradición de deportes de invierno, lo que le convirtió en héroe nacional a su llegada a España. Ese verano fue el abanderado del equipo olímpico español en los Juegos de Múnich. En febrero de 1974 disputó los Campeonatos del Mundo de Saint Moritz, en los que obtuvo la medalla de bronce en el eslalon.

Joaquín Blume

Fue un gimnasta de una técnica descomunal , un deporte sin tradición en España y que su temprana muerte impidió que explotara como hicieron el tenis, el motocilismo y el golf. Nacido en 1933, en 1949 se proclamó campeón de España absoluto, título que retuvo durante diez años consecutivos. Debutó en los Juegos Olímpicos de Helsinki, en 1952, y ocupó el puesto 56. Tenía 19 años. Su progresión empezó a ser imparable: quedó en el puesto 44 en el Mundial de Roma de 1954 y un año después, en la Copa de Europa, fue décimo. En el año 1956 partía entre los favoritos para los Juegos de Melbourne , pero España se negó a acudir como protesta por la presencia de la URSS, que había invadido Hungría. Un año después, en el Campeonato de Europa disputado en París, Blume ganó el concurso general individual, además de tres aparatos: paralelas, caballo y anillas. En esta última disciplina alcanzó tal perfección en la ejecución del Cristo (consistente en permanecer estático con los brazos en cruz), que Blume ha pasado a la historia como su inventor, aunque en realidad no lo fuera. Murió en 1959, en un accidente de avión entre los términos municipales de Beamud y Valdemeca.

Manuel Santana

Su vida fue muy dura y su triunfo ha sido un homenaje al trabajo, la voluntad y el talento . En 1955, coincidiendo con el final de los estudios de bachiller, ganó el Campeonato de España juvenil, que revalidó al año siguiente. En ese 1956 se adjudicó la Copa de Tenis de Real Madrid, club al que perteneció durante lustros y con el que ganó Wimbledon.

Participó por vez primera en el equipo español que se alzó con la victoria en la Copa Galea, trofeo que revalidaron de forma consecutiva en 1957 y 1958 formando equipo con Andrés Gimeno y José Luis Arilla. En 1958 ganó el Campeonato de España absoluto y entró a formar parte del equipo español de Copa Davis. Dos años más tarde, en 1960, cumplió el servicio militar en el arma de Aviación, y al año siguiente ganó el torneo Roland Garros, el primero de sus tres Grand Slam individuales.

Era el primer español en conquistar un torneo de esta categoría, al derrotar en la final al italiano Nicola Pietrangeli. Tres años después, en 1964, volvió a adjudicarse este título, también frente a Pietrangeli. Asimismo ganó en París el dobles de este torneo en 1963 formando pareja con Roy Emerson. En 1965 se alzó vencedor de la zona europea de Copa Davis y llegó a disputar la final de pugna por la famosa ensaladera, perdiendo ante los australianos por 4-1, con el punto de Santana frente a Roy Emerson. En su segunda final de Copa Davis, en 1967, los españoles volvieron a caer frente a los australianos y de nuevo Santana sumó el único punto español, en esta ocasión al derrotar a Newcombe. Su tercer Grand Slam fue el Abierto de Estados Unidos de 1965, en Forest Hill, tras ganar en la final a Cliff Drysdale.

El 1 de julio de 1966 ganó la única final que logró disputar del torneo de Wimbledon. En la hierba londinense había avisado ya cuando en 1962 alcanzó la cuarta ronda, frente a Rod Laver, y en 1963, cuando llegó a semifinales. Este envidiable palmarés de los años 1965 y 1966 lo convirtió en la raqueta más cotizada del momento. De los Juegos Olímpicos de México de 1968, en los que el tenis fue deporte de exhibición, Santana se trajo dos medallas de oro, en individual ganó a su compatriota Manuel Orantes y en dobles, formando pareja con Arilla, se impusieron a Orantes y Juan Gisbert. Entre 1958 y 1970, Santana jugó un total de 119 partidos de Copa Davis, de los que ganó 91. Volvió al equipo en Turín, en 1973, y se despidió de esta competición, siendo el tercero en número de partidos disputados, detrás del italiano Nicola Pietrangeli y del rumano Ilie Nastase, con 120 partidos en 46 eliminatorias , de ellos 92 fueron triunfos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación