Atletismo - Euopeo en pista
Nuevos nombres y nuevos tiempos en el atletismo español
El remozado equipo cierra el Europeo con cuatro medallas y 14 finalistas, un síntoma de salud
La promesa de nuevos aires y nombres por descubrir en el atletismo español se ha plasmado en unos Campeonatos de Europa de pista cubierta que tenían un tono reivindicativo. El atletismo como una pasión por competir, un deporte para disfrutar. Ese fue el empeño del nuevo presidente de la Federación, Raúl Chapado , y por ahí ha soplado el viento en la pista. Surgen nuevos apellidos en el atletismo, el deporte rey desacreditado durante años por escándalos de dopaje y algún caso de corrupción. España concluye sexta en el medallero con cuatro metales (un oro, dos platas y un bronce), pero firme en la otra clasificación: catorce finalistas, síntoma de buena salud. Mechaal cerró el Europeo con un oro en 3.000 y Ruth Beitia ratificó que siempre responde: plata en altura
Aunque no fue el desenlace festivo que anunciaban muchas previas, la final del 800 metros resultó un indicio de los nuevos tiempos. Tres españoles inmersos en el desfiladero de las medallas frente a tres adversarios variopintos: un polaco, un danés y un holandés. Cincuenta por ciento de probabilidades de medalla en una especialidad hermosa del mediofondo, el tradicional punto de abastecimiento del atletismo español. Álvaro de Arriba , Daniel Andújar y Kevin López interpretaron la sinfonía de lo que se pretende sea un cambio, esa #pasiónporcompetir con la que inundaron las redes sociales.
Detrás de ese mensaje se encuentra Raúl Chapado, presidente de la Federación que ha licenciado al sempiterno José María Odriozola. Y en las calles del recinto de Belgrado hubo mucha frescura y nuevo estilo, el que ha impuesto gente como Orlando Ortega o Bruno Hortelano , sin miedos y sin complejos ante el fracaso.
Han surgido nombres como Lucas Búa, Samuel García, pasajeros de la final de 400, o el eliminado Óscar Husillos, campeón de España. Gente como Ana Lozano, que peleó en la final de 3.000 sin mirar atrás. También lo hizo Esther Guerrero , valerosa exponente del nuevo aire en los 800 femeninos, atacante hasta que el organismo le dijo basta.
Simbólica fue la recuperación de la gallega Ana Peleteiro , la saltadora que se anunciaba como integrante de la élite y que se había quedado por el camino. Peleteiro se declaró insatisfecha, pese a que saltó 14,13 metros y se quedó a solo 11 centímetros de la medalla.
Jorge Ureña se ha mostrado como el mejor embajador de aquel Antonio Peñalver ilustre del decatlón en Barcelona 92. Ha ganado una medalla en una prueba combinada, de las que cuesta enganchar al público pero que es un compendio de las virtudes atléticas, el heptatlón.
Y al frente del barco, la capitana de la selección, la incombustible Ruth Beitia . La gran dama del atletismo español es además el referente en el que se miran todos estos cachorros que acaban de llegar y quieren ganar.