Olipismo

Las nuevas normas del COI que alimentan el sueño olímpico de Madrid

El Comite Olímpico Internacional redefine las reglas para la selección y presentación de candidaturas, movimiento estratégico que impulsa a la capital española

Una imagen de la nueva sede del Comité Olímpico en Lausana Luca Delachaux / COI
Emilio V. Escudero

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Es semana grande en el Comité Olímpico Internacional (COI) que cumple 125 años de historia y lo hace estrenando casa. Impresiona la nueva sede, situada en Lausana a orillas del lago Leman , que separa Suiza de Francia. Un punto de encuentro, como lo ha sido desde su origen el movimiento olímpico. La renovación periódica del COI le ha llevado a cambiar su hogar, adaptándolo a los nuevos tiempos, pero no se han quedado ahí los cambios. La crisis económica de la última década había espantado a muchas de las candidatas a ser ciudad olímpica y por eso los miembros de Comité han realizado una profunda reflexión que revolucionará la forma en la que se determina la sede de los Juegos en el futuro. Una filosofía nueva que busca reducir aún más los costes organizativos y que fomentará la colaboración entre los diferentes territorios interesados en acoger una cita olímpica.

«La Ejecutiva ha aprobado ya la nueva senda que deberán seguir las candidatas a los Juegos, aunque tendrá que discutirse durante la sesión que comienza el lunes y votarse después para que se haga oficial. El objetivo es buscar una forma menos competitiva, que produzca menos perdedores y que sea más colaborativa. Tener cinco candidatas y que cuatro pierdan es muy doloroso para mucha gente . Lo sabemos bien en Madrid, que perdió tres veces», explica a ABC Juan Antonio Samaranch , vicepresidente del COI.

Precisamente la ciudad española vuelve a aparecer estos días bajo el foco olímpico después de que el nuevo equipo de Gobierno de la ciudad haya reabierto la puerta hacia los Juegos de 2032 . « Si se vuelve a presentar, Madrid será una candidatura potentísima. Lo fue en el pasado y volverá a serlo. Más que nada, porque su proyecto de entonces era el que más se ajusta a los criterios que se van a aprobar estos días», apunta Samaranch, convencido de que iniciativas como esta y como la de los Pirineos para los Juegos de 2030 mantienen vivo el espíritu olímpico en España .

Entre los nuevos aspectos a tener en cuenta en el sistema de selección y presentación de candidaturas el más importante, sin duda, es el económico. « No vamos a permitir que nadie construya infraestructuras deportivas para los Juegos si no tienen garantizado un plan de legado muy potente que permita beneficiar al territorio y a sus ciudadanos durante muchísimas décadas. Nosotros no queremos que nadie construya nada para nosotros. Si hay que ir a otra ciudad o incluso a otro país para disputar alguna prueba, pues se hará. Los diferentes territorios interesados deben colaborar para presentar el mejor plan posible», afirma el dirigente. Un plan que será tomado en consideración por la Sesión del COI, que seguirá siendo la encargada de decidir en última instancia el organizador de los Juegos.

Riesgo económico cero

Uno de los principales problemas del movimiento olímpico en los últimos años es el de convencer a la opinión pública de las bondades de albergar unos Juegos. «Hoy en día, la organización puede costar alrededor de 2.500 o 3.000 millones, de los cuales el COI aporta directamente unos 1.800. El resto se cubren de manera fácil entre los patrocinadores nacionales y la venta de entradas. No es posible perder dinero. Luego, si hablamos de estadios y demás, pues no hay ningún problema tampoco, porque nosotros no queremos que se construya nada si no lo iba a hacer ya antes pensando en sus ciudadanos. Solo queremos que se invierta en proyectos que los Juegos puedan aprovechar, pero que sean de inversión a largo plazo para la comunidad. En cuanto a la seguridad y el resto de servicios sí que los debe aportar el Estado, pero si un país como España no está dispuesto a aportar seguridad a un evento como este que deja miles de millones y que crea cientos de empleos, pues nada . Además, ese coste se recupera con creces a través del flujo de dinero que se genera en las empresas locales. Así que, con las nuevas normas, el riesgo económico de traer unos Juegos a cualquier ciudad es cero y eso tiene que saberlo la gente», señala contundente.

Madrid está feliz con este COI más austero , cuya nueva forma de elección de la sede de los Juegos acerca más el sueño olímpico a la capital de España. Sueño roto en tres ocasiones, que quiere hacerse realidad a la cuarta.

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