Boxeo
El día que Muhammad Ali conoció a «The Beatles»
Fue una coincidencia brutal, tensa y cómica entre los dos fenómenos más influyentes del siglo XX. Aún eran jóvenes, pero tenían un concepto muy elevado de sí mismos
Corría el mes de febrero de 1964. Muhammad Ali era un lenguaraz aspirante al título de los pesos pesados y Los Beatles daban sus primeros pasos en Estados Unidos . Después de dejar Reino Unido como un solar (la policía utilizaba agua a presión para controlar a las multitudes que los seguían), John, Paul, Ringo y George se atrevieron a exportar su talento al otro lado del Atlántico. Allí se encontraron con el que decía ser el mejor boxeador del mundo.
[ Muere la leyenda, Muhammad Ali ]
Ese mismo mes de febrero, Los Beatles acudieron al show de Ed Sullivan, donde los vieron por televisión más de 70 millones de personas. Muhammad Ali no los siguió en directo, pero sí Sonny Liston , campeón mundial de los pesos pesados y rival de Ali solo unos días después. Sonny Liston era una personalidad oscura, un expresidiario en manos de la mafia. Era un tipo dañino dentro y fuera del ring. Quizá por eso no le gustó la actuación de Los Beatles:
— ¿Qué puñetas les ve la gente a estos cuatro soplapollas? —preguntó a Harold Conrad, promotor de boxeo que lo acompañaba esa noche—. El narigón ese toca la batería peor que mi perro.
Conrad, que había llamado a Liston para forzar un encuentro entre el boxeador y el cuarteto de Liverpool, pensó que a lo mejor no era buena idea. Decidió sobre la marcha que la personalidad de Muhammad Ali, mucho más joven y dicharachero, encajaría mejor con el estilo de The Beatles. El encuentro entre la banda y el aspirante al título ayudaría a vender entradas para la pelea , aunque al final solo colocaron 8.297 para un recinto de 15.744 personas.
Días antes de la pelea, Muhammad Ali se entrenaba en el gimnasio de la Calle Quinta, un recinto al que se llegaba subiendo una incómoda escalera de madera. De las que crujen. Según escribió David Remnick en «Rey del Mundo», Los Beatles llegaron pero no vieron a Ali, al que aún conocían por su nombre original: Cassius Clay. Para ganar tiempo, Ringo Starr presentó a los miembros de la banda al grupo de periodistas que había en el gimnasio, pero diciendo que George Harrison era Paul y que Lennon era Harrison. Cansado de esperar, Lennon protestó:
—Venga, joder, vámonos de aquí.
Dos guardias consiguieron que el grupo aguantase un poco más en el gimnasio. Al rato apareció Clay con un pantalón corto de color blanco, dispuesto a entrenar :
—Hola, Beatles. Tendríamos que hacer una gira juntos. Nos haríamos ricos.
Después de una conversación superficial sobre el dinero y el éxito que en ambos casos estaba por venir, los cámaras hicieron la famosa fotografía en la que Los Beatles reciben el golpe de Muhammad Ali. Es el golpe del efecto dominó, en el que un cejijunto George Harrison posa con el guante del boxeador pegado a la sien. Por detrás del guitarrista aparecen Ringo Starr, John Lennon y Paul McCartney, por ese orden y en fila india. Estos dos últimos salen con los ojos cerrados de forma dramática, como si hubieran entrado en éxtasis místico.
— No sois tan estúpidos como parecéis —les dijo Clay .
—Nosotros, no. Tú, en cambio, sí —bromeó Lennon. Una media sonrisa denotaba que ya había superado sus ganas de salir corriendo del gimnasio.
Los cinco (pues muchos consideraban a Clay el quinto Beatle ) sabían que el presente les pertenecía. Cassius Clay se proclamó días después campeón mundial de los pesos pesados tras derrotar a Sonny Liston y John, Paul, Ringo y George consolidaron su éxito en los Estados Unidos. A comienzos del mes de abril (la famosa foto fue a finales de febrero), las cinco primeras canciones del Billboard eran suyas. Fue una alineación de astros, un encuentro mucho más relevante que si hoy coincidieran Floyd Mayweather Jr. y Justin Bieber, cosa que ha sucedido en varias ocasiones (son amiguetes) y ha derivado en un diálogo de ególatras carente de interés.
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