Waterpolo

Molina: «Cuanto más van a por nosotros, más fuertes salimos»

El capitán de la selección de waterpolo habla para ABC de la ilusión del grupo por salir de Belgrado con medalla

Guillermo Molina (izquierda) ante Malta EFE

Se tomó un descanso para regresar a la selección con más ganas que nunca. Le motiva este Europeo de Belgrado porque con la medalla llega también la clasificación para los Juegos de Río 2016. Ha crecido rodeado de waterpolo. «Nunca hubo ninguna duda», dice. Tampoco de que el equipo español de waterpolo aspira a todo y tiene ganas y fuerza para ello. Campeón del mundo en 2001, subcampeón en 2009 Guillermo «Willy» Molina (Ceuta, 1984) charla con ABC horas antes de enfrentarse a Grecia en los cuartos de final del campeonato. Más cerca del objetivo, porque los griegos ya tienen la plaza olímpica.

- ¿Cómo está?

- Bien, bien. Cansados, pero no me puedo quejar. Fueron tres finales en la fase de grupos (Eslovaquia, 13-4; Montenegro, 8-8; Holanda, 15-4) y después comenzaron cuatro finales más (Malta, en octavos, 14-3). Es una de las cosas más chulas de estos torneos, que hacen todos los partidos muy interesantes. Concentrados cien por cien hasta el final se hace más ligero porque siempre estás activo.

- ¿No debería ser al revés: estar más cansados?

- Estamos cansados, pero con mucha energía. No te tomas el torneo igual si pierdes a las primeras de cambio. El resto del camino sin opciones de nada se hace mucho más largo.

- ¿Cómo ve al equipo?

- Con muchísima ilusión. Porque cuando vas pasando los partidos no hay cansancio y los dolores no se notan. No hemos bajado los brazos en ningún momento y queremos mantener el tono y la intensidad.

- ¿Qué objetivo se plantearon al empezar y cómo está yendo?

- Por supuesto, ir a por la medalla. Tenemos las esperanzas muy altas y queremos asegurarnos la clasificación para los Juegos. Por el momento las cosas van muy bien.

- Más que el empate en el grupo ante Montenegro, ¿fastidió el cómo? En el último segundo, decisión arbitral...

- La primera sensación ya la sabíamos: no sabemos por qué, pero en los últimos torneos las decisiones arbitrales siempre han sido en nuestra contra. Podemos tener una idea de la razón, pero eso es política extradeportiva. Por suerte el destino nos marcó que seríamos primeros de grupo para tener un pase más fácil contra Malta y así fue. Bueno, el destino y nosotros que lo buscamos. Fuimos a muerte.

- ¿Cómo se levanta el ánimo ante momentos así?

- Lo mejor de este equipo es que no decayó. Nos han puteado, pues nos levantamos más fuertes. Es un argumento básico para que un equipo sea campeón. Ese gol en el último instante nos hizo más fuertes. A lo mejor al final del torneo tenemos que dar gracias a ese gol y al arbitraje.

- ¿Qué significa ser capitán de esta selección?

- Es un prestigio. Queremos recuperar aquellos triunfos que lideraron enormes jugadores como Manel Estiarte, Iván Peréz, Chava... recoger el testigo que ellos dejaron es una responsabilidad para mí, pero también para el waterpolo español. Pero no es un peso para nada. Es un prestigio.

- ¿Y qué labores implica en el día a día?

- Jajaja. ¿En un grupo como este? Mis labores no son nada del otro mundo: animar, decir la verdad en los momentos que toca...

- ¿Qué aporta al equipo sus años en el Brescia italiano?

- Lo primero, un punto de vista de cómo se vive este deporte en Italia, con mucha más afición. Por desgracia en España hemos tenido unos años muy malos, una decadencia muy profunda, en los que pocos equipos españoles han conseguido mantener un nivel alto de competitividad. Italia sigue siendo una liga puntera: nosotros somos más agresivos, más dinámicos. Ellos son más tácticos, más cínicos para ver los partidos y establecer la estrategia.

- ¿Es imposible progresar en el waterpolo español?

- Ahora mismo, lamentablemente sí. Salir de España es una gran opción. Antes no, antes éramos la referencia, teníamos un potencial y una calidad tremenda. No me gusta que mis compañeros tengan que buscarse la vida fuera, pero así es la época que nos ha tocado. Los equipos que juegan la Copa de europa, por ejemplo, se ntoa que mantienen un nivel muy alto. La crisis nos ha llevado hasta aquí, pero no solo en el deporte. No creo que a España le interese que se vayan deportistas, médicos, ingenieros... Nadie quiere que sus mejores cerebos emigren.

- ¿Qué valores aporta el waterpolo a su vida?

- Me aporta estar en grupo, convivir con gente muy diferente. Vivir la presión y aprender a quitarme los fantasmas, o a llevarlos mejor, al menos. En un deporte individual es dificilísimo, tienes que tener un control moral y pricológico fuera de lo normal. En un grupo alguien te puede ayudar en un momento malo. Es lo que más me gusta: estar ahí para algún compañero.

- En el agua ¿se van los problemas?

- En el agua: todos a una. Es una de las cosas más chulas. No se van, pero te concentras por otro objetivo que te ilusiona.

- ¿Se hace largo el torneo cuando no está en el agua?

- Lo comentaba con un compañero, llevamos una semana y parecen meses. Esto es un agujero negro, jajaja. Pero no me puedo quejar. Estamos en un campeonato de Europa, soy deportista y estoy haciendo lo que me gusta. Como campeonato está siendo llevadero por la adrenalina, pero fuera cada uno somos un mundo. Puedes jugar mal o bien y hay que dejar la mente un poco liberada. El primer día coincidimos unos cuantos a tomar un café sin quedar. Y lo hemos tomado como una rutina. Une mucho sobre todo si no se hace de forma forzada. Cada uno tiene su forma de desconectar.

- ¿En su caso?

- Cómics, series... Hoy debería empezar «El cártel», de Don Wilson.

- ¿Eligió usted al waterpolo o fue el waterpolo el que lo eligió a usted?

- Fuimos los dos de la mano. Fue algo natural, me gustaba, lo vivía en casa. Nunca hubo ninguna duda.

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