Superbowl
Manning se jubila en lo más alto
A punto de cumplir los cuarenta años, el líder de los Broncos busca ante los Panthers decir adiós con su segundo título
Raúl González se despidió del fútbol en un suburbio de Nueva York, en un campo de hierba artificial, corriendo por un título de una liga menor estadounidense, de un nivel comparable a la 2ªB española. Kobe Bryant colecciona derrotas en los parqués de la NBA en su temporada de despedida, con unos Lakers que son el segundo peor equipo de la liga y con un rendimiento personal que ensucia sus estadísticas. A Peyton Manning (Nueva Orleans, 1976, uno de los mejores «quarterbacks» de la historia del fútbol americano, podría haberle pasado algo similar. Pero este veterano en horas bajas, que cumplirá 40 años el mes que viene, tiene la oportunidad de despedirse con un título de la Superbowl -la gran final del fútbol americano- y cimentar todavía más su leyenda.
Manning llega al partido de este domingo al frente de los Denver Broncos tras la peor temporada de su carrera . Su brazo ya no tiene la violencia y precisión que requiere la NFL e incluso sus compañeros han comentado que sus pases llegan «suaves como el papel higiénico». Las lesiones le dejaron fuera de la titularidad durante siete semanas y sus números de pases realizados, yardas o anotaciones están muy por debajo de los de su carrera.
Con todo, llegó a los playoffs con buen tono. Y la defensa de los Broncos, la mejor de la liga, les ha metido en una final inesperada para muchos.
Una victoria en Santa Clara -la ciudad californiana en la que se celebra la 50ª edición de la Superbowl- sería un broche de oro para Manning, un «quarterback» de dinastía. Su padre, Archie, marcó época en esa misma posición en los Saints de Nueva Orleans de los años 70, y su hermano pequeño, Eli, es otro jugador magnífico. «Quarterback» de los New York Giants, Eli acumula dos Superbowls, una más que su hermano.
Manning y los Denver Broncos tendrán enfrente a los Carolina Panthers, un equipo que ha arrasado este año, con solo una derrota en la temporada. Lo comanda Cam Newton, un joven «quarterback» llamado a la gloria. Ha roto casi cada récord de precocidad que se le ha puesto por delante desde que desembarcó en la liga hace cinco temporadas y sus números sonrojan a los de Manning: en los dos partidos de playoffs ha conectado el 70 por ciento de sus pases frente al 55,1 por ciento de Manning y ha dado cinco pases de «touchdown», por dos del jugador de los Broncos. Es un fenómeno físico, capaz de correr con la pelota y resistir golpes de rivales, una roca comparado con el cuerpo de cristal de Manning, cosido a placajes y lesiones tras 18 años en la elite.
Un as en la manga
Pero más que contra Newton, Manning jugará contra la historia. Su dominio del juego, sobre todo en las catorce temporadas que pasó en los Indianapolis Colts no se tradujo en títulos. A falta de lo que ocurra este domingo, solo tiene una Superbowl, por las cuatro que ha conquistado su archienemigo, Tom Brady, el «quarterback» de los New England Patriots. Ambos se disputan ser considerados el mejor jugador de esta época. Manning acumula más yardas en pases y más asistencias de «touchdowns» que nadie en la historia del deporte. Y tiene un as en su manga: decir adiós con un «touchdown» ganador.