MUNDIAL DE RUGBY
Julian Savea, el tanque de Nueva Zelanda
Es la estrella de los «All Blacks», un portento de la naturaleza que este sábado reta a Sudáfrica en semifinales en el partido del año
El Mundial de rugby está resultando un éxito absoluto. A pesar del duro golpe que supuso la eliminación de Inglaterra a las primeras de cambio, el interés de los encuentros no ha bajado en absoluto. Todo lo contrario, pues la intensidad del juego se ha ido incrementando y las escuadras que accedieron a las rondas finales ofrecieron unos cruces de gran interés.
Como si estuviera predestinado, las mejores selecciones de hemisferio sur se enfrentaron a las del norte para determinar dónde se situaba el dominio del rugby mundial. Y a tenor de lo visto el pasado fin de semana, no cabe ninguna duda: los cuatro semifinalistas proceden de la parte inferior del globo y uno de ellos, Nueva Zelanda, ha corroborado hasta el momento su condición de principal favorito.
Los «All Blacks» son los líderes del ranking, los campeones mundiales en ejercicio y no quieren dejar lugar a la duda: salvo un comienzo tibio ante Argentina (a la que ganaron por diez puntos), el resto de sus choces han sido auténticos paseos. Las diferencias así lo indican: Namibia (44), Georgia (33), Tonga (38) y, sobre todo, Francia (49) cayeron ante la apisonadora de las antípodas.
En ese espectacular conjunto que ya impresiona desde la «haka» inicial, hay un hombre que se lleva todos los titulares: Julian Savea. Pese a su juventud (25 años) desde hace un lustro ya se le compara con Jonah Lomu (el mejor jugador de la historia) y los datos están refrendando esas previsiones.
Es un prodigio de la naturaleza de 1,97 metros y 127 kilos de ascendencia samoana
Sin embargo, este prodigio de la naturaleza (1,97 metros y 127 kilos) de ascendencia samoana no quiere entrar en ese juego: «Jonah ha sido siempre mi ídolo y nunca me podré igualar a él. Mis primeros recuerdos de rugby son verle jugar en el Mundial de 1995 y siempre he tratado de emular sus pasos. Es un elogio verme reflejado en él, pero veo imposible superarle», declaró con humildad.
Savea recibió el apodo de «El Autobús» por la tremenda potencia que imprime a sus acciones , aunque más bien parece un tren de mercancías o un tanque. Como si de un dibujo animado se tratara, con el oval en las manos echa a correr y arrasa con todo el que se pone en su camino. Esto le ha llevado a ensayar en 38 ocasiones en su carrera internacional y a conseguir el mayor número de «tries» en lo que va de campeonato. Se encuentra empatado con Bryan Habana, el ala sudafricano con quien se medirá esta tarde (17 horas, C+ Deportes) en un duelo personal por ver quién es el mejor número 11 del planeta.
Como en este deporte centenario impera el compañerismo, el líder de los «Springbocks» no regatea elogios hacia él : «Tengo un enorme respeto por Julian desde el primer momento en que le vi debutar con su selección y la progresión que ha tenido en estos tres últimos años ha sido tremenda».
Su admiración por Savea es tal que no dudó en reflejarlo en su cuenta de Twitter el pasado sábado. «Consiguió el octavo ensayo del torneo, que igualaba el registro histórico que manteníamos Lomu y yo desde hacía años. Tiene mucho mérito, especialmente por el duro trabajo que ha tenido que desarrollar en los últimos meses».
A comienzos de año saltaron las alarmas en los neozelandeses cuando su principal estrella comenzó a mostrar un preocupante sobrepeso. Las medidas tomadas surtieron efecto de inmediato, como reconoce el protagonista: «No es que fuera un problema de kilos (sólo estaba un par por encima), sino de la grasa que había acumulado. Mi preparador físico y mi dietista me dieron ‘una patada en el culo’ y reaccioné justo a tiempo. Les estoy muy agradecido».
Confianza por las nubes
El hecho de reforzar esta preparación le ha servido para alcanzar su mejor estado de forma justo en el momento oportuno . La brillante actuación del último partido ante Francia puede quedarse corta con lo que él mismo espera de sí para la semifinal. «Tengo mucha confianza y espero que el de Francia no haya sido mi mejor partido todavía. Nos hemos preparado muy bien y tendremos que dar lo mejor de nosotros y sacar la bestia que llevamos dentro».
La batalla entre dos de las principales potencias del sur se decidirá también en otras posiciones clave: los tiros a palos estarán en manos de Dan Carter (Nueva Zelanda) y Handre Pollard (Sudáfrica), que se están mostrando hasta ahora muy efectivos en el campeonato.El primero lleva 24 de 30 intentos, mientras que el segundo 22 de 30. Luego, los flankers son dos estrellas más que experimentadas:Richie McCaw (35 placajes) y Schalk Burger (55). Será el partido del año.