Jordan Spieth (-3) tiene la chaqueta verde en su mano

El Masters es un torneo que enamora a la vez que desespera. Todos los jugadores están deseando jugarlo, a pesar de que saben que en sus calles van a sufrir de lo lindo. Eso les está sucediendo a 53 de los 57 jugadores que siguen en competición, los que no están siendo capaces de ganarle. Sólo quedan cuatro bajo par: Jordan Spieth (-3), Smily Kaufman (-2) y Bernhard Langer e Hideki Matsuyama (-1), que en principio serán los que aspiren hoy a llevarse la chaqueta verde. Están situados en una horquilla de dos golpes y cualquier cosa puede suceder en un torneo con este.

Mención especial merece el veterano alemán, que llegó a situarse segundo y que encandiló a los espectadores al rememorar sus triunfos en Augusta. Conoce el recorrido como nadie (tiene dos chaquetas verdes) y a sus 58 años puede convertirse en el golfista más longevo en ganar un grande. La ventaja, no obstante, sigue estando del lado del defensor Spieth (-3), pese a que cometió un doble «bogey» en el hoyo 11 y perdió tres golpes en los últimos dos agujeros. Pero fue el gran dominador de la jornada y dejó claro que, pese a esos errores, tiene el torneo en su mano.

Los otros dos hombres bajo par, Kaufman y Matsuyama se están mostrando muy confiados en el National, pero carecen de la experiencia de los otros dos, que ya tienen una chaqueta en su ropero.

Por parte española ya no hay opciones de triunfo, pero los sentimientos son diferentes en los dos jugadores hispanos. Rafa Cabrera tuvo que soportar un tramo nefasto en contra (perdió seis golpes en cinco hoyos) y pese a ello se recuperó en la segunda vuelta (+6). Es su primera participación y esta experiencia lo hará madurar, pues el canario tiene madera de estrella. Sergio García , por su lado, fue perdiendo gas progresivamente hasta firmar su peor resultado en el torneo (81). «He jugado muy mal y eso no se puede permitir en un campo como Augusta, porque lo pagas muy caro», declaró hundido el castellonense.