Natación
Hugo González, la gran esperanza para la natación española
El balear sorprendió e hizo récord en los Europeos de Budapest y mira con expectativas a los Juegos de Tokio
Hugo González de Oliveira se ha convertido en los últimos días en el nuevo fenómeno del deporte español. El balear de 22 años, casi sin ruido previo, consiguió ayer dos medallas (oro en los 200 estilos y plata en los 100 espalda) en apenas una hora en los Europeos de natación que se celebran estos días en Budapest. Un sobreesfuerzo que sirvió de guinda a su otro gran logro en tierras húngaras: hizo el mejor tiempo de siempre en el torneo continental de un español en los 50 espalda el pasado miércoles. La modalidad la coronó con un bronce. Tres metales a su cuello que le colocan en la parrilla de deportistas nacionales más prometedores. Y eso, en año de Juegos Olímpicos, aumenta las expectativas.
El nadador que es hoy González solo se entiende como la culminación de un proyecto edificado a medio camino entre Estados Unidos y Madrid. El español, hace cuatro años y tras vivir desde los ocho en la capital, decidió cruzar el Atlántico para empaparse de la potente cultura de natación del país norteamericano. Pasó por universidades de renombre como Auburn, Berkley y Virginia, donde participó en varios de los programas de natación más reputados. También allí conoció a dos de sus principales mentores: Sergi López, medallista español en Seúl 88, y a Dave Durden, actual entrenador de la selección masculina de Estados Unidos. Además, dejó su firma inconfundible de niño prodigio, pues fue el segundo nadador más rápido de la historia en natación universitaria durante una prueba de 400 metros estilos.
«Es un nadador muy versátil y lleva muchos años destacando en categorías inferiores. Ya fue tricampeón mundial cuando era junior. Ahora es su momento», explica a ABC José Javier Gurucharri, uno de los técnicos del Real Club de Natación de Canoe de Madrid, seguramente el más famosos de la capital (fundado en 1930) y al que pertenece González desde 2015. « Tiene una mentalidad de equipo . Sabe que hay mucho trabajo de mucha gente detrás, y eso con el talento que tiene, lo hace especial». De hecho, en Hungría, una de los momento más icónicos de la gesta del nadador fue, entre prueba y prueba y con solo una hora de descanso, cómo dos fisioterapeutas del equipo le practicaban a González masajes musculares de recuperación. «Como decía ayer, esto es imposible sin el equipo que tengo detrás, ayer me dejé a los médicos que no mencioné y que también están dentro. Este éxito no es sólo mío, sino de todo el equipo que tengo detrás», afirmaba González tras subirse al podio.
Sin duda, y pese que es posible que se presente a alguna competición antes de verano, uno de los grandes objetivos del mallorquín son los Juegos Olímpicos de Tokio, para los que está clasificado desde el pasado noviembre. «Este año ha alcanzado su mejor estado de forma y ha competido a muy buen nivel desde el principio de la temporada. Ser finalista en Tokio es el objetivo y es factible», asegura Gurucharri. Pese a su juventud, esta no será la primera cita olímpica de González, pues ya fue semifinalista en Río 2016 con tan solo 18 años. Ahora, con su precoz talento y la veteranía que le han otorgado las recientes victorias, está listo para el gran desafío que asoma desde Japón.