Honor a García Bragado, el atleta inoxidable

Cuando empieza a bajar las escaleras del auditorio en el Comité Olímpico Español (COE), Jesús García Bragado procesa con rapidez. No es una sesión de fotos de su patrocinador, como él creía y le había dicho su pareja Montse Pastor. En el recinto se ha organizado un homenaje sorpresa para el único atleta de la historia que ha competido en ocho Juegos Olímpicos, desde Barcelona 92 de Cobi y el Dream Team a Tokio 2020 celebrado en el verano de 2021. Son 36 años de dedicación al atletismo y a la marcha que concluyeron en la capital japonesa. Hay emociones potentes en la estancia y agradecimientos globales a la trayectoria del inoxidable competidor. García Bragado, que cumplirá 52 años en dos semanas, se dedicará ahora a su profesión olvidada, la podología, y a formar atletas.

Un par de zapatillas Joma que se remontan al pleistoceno presiden el homenaje y simbolizan la ejecutoria de ’Chuso’, así es conocido en el ecosistema del atletismo. «¿Cuántos kilómetros habrás recorrido en tu vida?», se pregunta la conductora del evento, Ruth Beitia, oro olímpico en Río 2016. «Seguro que ni lo sabes ni lo has medido, después de tantos entrenamientos y tantas pruebas».

Un poema de Machado

Las palabras de Beitia conmueven a Bragado, a quien se presenta en un vídeo bien trabajado y con numerosas voces como un deportista «muy exigente», «tozudo», «perfeccionista y cabezota», «perseverante y decidido», «buena persona» y «con la ilusión de un chaval». Alejandro Blanco, el presidente del COE, lo ensalza como «un referente del deporte español y mundial». Y en el momento cumbre del acto, el presidente de la federación de atletismo, Raúl Chapado, se alía con la lírica y recita en su memoria el poema de Antonio Machado, ‘Caminante no hay camino, se hace camino al andar...’.

García Bragado, que además de sus participaciones olímpicas, fue campeón del mundo en Sttutgart en 1993 y subcampeón en 1997, 2001 y 2009 y estuvo presente en trece Mundiales, no puede contener las lágrimas cuando habla ante el escaso público presente. «Estoy y estaré eternamente agradecido al deporte, y espero devolver al atletismo todo lo que me ha dado», dice.

El futuro que espera a Bragado está relacionado con la podología. Tiene un pasado político, fue líder de la oposición representando al PP en el ayuntamiento de San Adrián del Besós (Barcelona), aunque no parece que vaya a tomar esa vía. Hizo la diplomatura de podología hace mucho tiempo y tuvo que realizar un curso de adaptación hace cinco años porque su titulación había quedado desfasada. Trabajará en la empresa Podoactiva y se instalará en Lérida.

En la ciudad catalana dará continuidad al proyecto que le ilusiona. Formar atletas, no solo marchadores, con especial dedicación hacia los hijos de los inmigrantes que llegaron a España hace más de veinte años y que quieren progresar en la escala social a través del deporte. Gente como Julia Takacs, su pupila marchadora, que consiguió la medalla de bronce en el Europeo 2019 de Berlín, nacida en Budapest (Hungría), que ha residido en Granada y Málaga y que obtuvo en 2008 la nacionalidad española.