Carreras de camiones
Vuelve pronto, Albacete
Después de 19 años, el piloto madrileño Antonio Albacete se baja del camión
Su camión ya no ruge a su lado, pero si siguen haciéndolo los minis clásicos en su taller de reparación y restauración. Entre vehículos dignos de coleccionista están los recuerdos de todas y cada una de las carreras que este piloto ha disputado. «Da pena, pero hay que ser realista», asegura Albacete. Después de 19 años, el que fuera piloto de CEPSA tuvo que dejar de competir por el abandono de la marca como patrocinador. «Son muchos años. Intento seguir activo para que no sea un parón tan fuerte», cuenta. Sí, parón, porque él quiere volver. «Echo de menos la compañía del equipo, los mecánicos, el ingeniero… Formábamos una familia», dice emocionado. No estaba solo en la pista, eran un gran equipo que ha ganado tres campeonatos de pilotos, otros tres de equipos y muchos subcampeonatos.
Ha sido un camino muy largo , más de lo normalmente permite cualquier otra disciplina de motor. Se queda con su primer campeonato: «Fue aquí, en el Jarama, delante de toda la afición, aunque guardo muy buenos recuerdos. Hay muy buena relación, mucho “feed back” entre los pilotos».
Todo empezó desde muy joven . Primero fueron los karts, después los monoplazas, los turismos y, finalmente, los camiones. Se trata de estar en el lugar adecuado y en el momento adecuado, así lo piensa Albacete y él estuvo por el Campeonato de España de Superturismos . «Era un torneo en el que se fichaban pilotos, había muy buenos equipos, pero desgraciadamente desapareció. Yo tuve la suerte de que Julián Piedrafita, que llevaba la ingeniería de MAN, contactó conmigo para probar cuando también lo hizo con Luis Pérez Salas y Luis Villamil. Al final fui yo», recuerda.
Sin mucha idea, solo habiendo visto un par de carreras en televisión y alguna otra en el Jarama , se convirtió en piloto de camiones. «Me pilló de sorpresa, yo quería ser piloto de Fórmula 1, siempre había sido esa mi idea. Primero pensé que quizá no me adaptaba, es una disciplina muy diferente y difícil; o que quizá a final de año decidíamos tomar un camino, pero fue una buena temporada. Era una época muy boyante (1997) y, desde entonces, he estado allí», recuerda.
Albacete ha sido testigo del cambio del que ha tenido el deporte. «Recuerdo que cuando yo empecé hacíamos campeonatos de monoplazas. Llevábamos un pequeño furgoncito e íbamos mi padre, mi tío, un mecánico del taller y yo . Eso hoy en día no es así... ¡parecen montajes de Fórmula 1!», cuenta. Los coches antes eran sencillos de mantener: presión, agua, aceite y que todo estuviera apretado. «Cualquier tallercillo podía hacerse un coche, ahora es más complicado. Ahora para un chaval de 18 años, como Verstappen, vaya a hacer un campeonato de Fórmula 3 tienen que estar gastándose más de 300.000 euros… ¿quién puede gastarse eso?», reflexiona.
No importa los cambios que haya o que el tiempo pase, Albacete sabe que su lugar está cerca de un motor: «estoy orgullo de lo que hecho y de lo que he conseguido. Ojalá consigamos el apoyo el año que viene poder seguir. Seguiré a través de lo que yo haga, incluso a través de mi hijo que ya ha estado haciendo carreras de karts. Seguiré con el taller de minis clásicos. Seguiré vinculado al mundo del motor hasta que me jubile ».