Halterofilia
Escaparate de limpieza antes de los Juegos
El Europeo es el gran test para este deporte, amenazado por el COI por culpa del dopaje
El próximo fin de semana se alzará el telón del Europeo de halterofilia en Rusia. Prueba decisiva para la clasificación olímpica tras un año sin actividad internacional por culpa de la pandemia, pero también para el futuro de este deporte, amenazado por el Comité Olímpico (COI) tras varios años de escándalos por dopaje . Así, la halterofilia necesita salir indemne del campeonato para no seguir alimentando las sospechas que han hecho que el COI reduzca su presencia para Tokio y que haya dejado en el aire la pervivencia de este deporte en París 2024 . Amenaza que mantiene en vilo a halteras de todo el mundo que, como los españoles, han vivido ajenos a la polémica y pueden verse salpicados por las acciones de los tramposos.
« Si nos quitan del programa olímpico sería una tragedia . La halterofilia es un deporte de los Juegos, uno de los más antiguos, y no quiero pensar cómo sería nuestro futuro sin estar ahí cada cuatro años», reconoce a ABC Constantino Iglesias , presidente de la federación española. El salmantino lleva una vida ligado a este deporte y sabe bien de qué pie cojea cada uno. Conoce el sistema, dónde se han alimentado las trampas y lo que podría hacerse para evitarlas , pero cree que no se ha hecho lo suficiente por erradicar el problema y que eso puede costarle muy caro a la halterofilia. « Hay países que sí que han reaccionado para erradicar el dopaje, como China, que está haciendo infinidad de controles. Otros, en cambio, han hecho ese cambio solo para la galería . Han quitado a unos atletas para poner otros, sin variar de verdad la cultura de dopaje que llevan años utilizando», señala el dirigente, al tiempo que saca pecho del trabajo realizado por la federación en el último ciclo olímpico.
« Hemos multiplicado los controles propios y también los de la Agencia Antidopaje . Ahora, un deportista de alto nivel puede pasar alrededor de veinte controles al año, cuando antes eran dos o tres. También hemos llevado a cabo seminarios con entrenadores y deportistas, haciendo hincapié en la necesidad de ser limpios y, además, parecerlo», apunta.
Un deporte de mujeres
Aún con Lydia Valentín como principal exponente, el equipo nacional viajará a Rusia con 15 participantes tras la baja de última hora de Alba Sánchez . Con ella, la expedición hubiera sido paritaria por primera vez, lo que habla muy bien del trabajo que se ha hecho por la igualdad dentro de la selección y de la propia federación. «Puede que tengamos la imagen de ser un deporte de hombres, pero la realidad es muy diferente, porque en los campeonatos de menores se ven a más chicas y son muchas las niñas que han empezado a practicar la halterofilia tras ver a Lydia como referente».
A pesar de su adoración por la leonesa, a Iglesias no le gusta que se hable solo de ella . Sería menospreciar a un equipo que aspira a ganar varias medallas en el Europeo y a encarrilar la clasificación de varios atletas para Tokio 2020 .
Allí confía en que no haya ‘sorpresas’, como no las ha habido en estos cuatro años. « Sigue habiendo bastantes países tramposos en Europa y eso puede costarnos caro . Un positivo en el campeonato sería un drama total. Sería para matarnos. A Rusia solo tienen que ir los que estén limpios de verdad, aunque sabemos que hay países que llevan un año y medio de pandemia sin pasar un solo control», denuncia Iglesias.
A por las medallas
También dentro del equipo nacional hay preocupación por lo que pueda ocurrir en el campeonato. «Claro que es algo de lo que se habla y que hemos pensado, pero no creo que todos los halteras sepan el peligro que corremos . Si salimos del programa olímpico sería muy triste y creo que la halterofilia como tal desaparecería», explica Irene Martínez, que tras dos años sin poder competir –se operó de la muñeca en 2019 y luego irrumpió la pandemia– afronta el Europeo con muchas ganas.
Ella es crítica con las medidas tomadas por la federación internacional, pues apenas han cambiado las cosas. «Hay tantas cosas y tantos intereses detrás que es todo muy complicado. Si se hubiera querido hacer más, se hubiera hecho, pero falta voluntad», esgrime. Se refiere a las sanciones laxas sufridas por algunos países reincidentes, cuya presencia en Tokio quedará reducida a solo dos participantes por género , pero a los que se permite seguir compitiendo a pesar de haberse probado las prácticas delictivas que muchos llevaban a cabo. Dobles que se hacían pasar por halteras para pasar el control antidopaje o sobornos para conocer la fecha de los test. Cultura de la trampa que se quiere erradicar para seguir disfrutando de este deporte sin esas ataduras.
« Tenemos muchas ganas de volver a competir, porque han sido muchos meses de trabajo y de esfuerzo en la sombra y es hora de ver el resultado. La pandemia no nos permitió competir a nivel internacional el año pasado y por eso tenemos aún más ilusión. Estoy convencida de que va a salir algo bueno de este Europeo», apunta Irene Martínez .
El continental será la última gran prueba puntuable para el ranking que abrirá las puertas de los Juegos y que, si no hay cambios, finalizará el 31 de mayo . Además de Lydia Valentín, otros deportistas como Brachi, Mata, David Sánchez, Marcos Ruiz, Atenery Hernández o la propia Irene Martínez apuntan alto, buscando un podio que premie su trabajo y acerque a algunos de ellos a los Juegos de Tokio .