Golf
El golf entra en otra dimensión
Los jugadores amateurs se van a encontrar un deporte con normas diferentes en su vuelta a los campos

El golf es un deporte con siglos de historia y esto ha determinado su esencia y su carácter. Se enorgullece de conservar sus tradiciones y, lo que es más importante, las reglas de etiqueta. En cuanto al juego, tiene la peculiaridad de jugarse en cualquier condición que no dificulte el vuelo o caminar de la bola, como el exceso de viento, las inundaciones o las nevadas. Fuera de ahí, como dicen los escoceses, «se puede jugar al golf hasta con sol».
Sin embargo, las insólitas circunstancias actuales han obligado al cese de la actividad en buena parte del planeta y, ahora que ya se está empezando a retomar, los jugadores se van a encontrar con un juego bastante cambiado al que habrán de adaptarse. Los protocolos sanitarios han llegado también a los campos de golf .
Aunque se trata de un ejercicio individual, «el golf es algo social donde, además del propio juego, también se busca el encuentro con amigos o nueva gente, el cafelito anterior, la cerveza o la comida posterior... y esto parece que ya no tendrá cabida», se lamenta Pedro García, un veterano golfista madrileño acostumbrado a jugar cada dos días. Este adiós a las competiciones y a las entregas de premios es temporal, pero está dando pie a que algunas novedades tecnológicas se instauren, como la tarjeta digital. Ante la prohibición de escribir los resultados, Alicia Garrido propone la homologación de su sistema de resultados en vivo. «Ya lo utilizamos en los Pro-Ams del Santander Tour y la gente está encantada, pues sabe cómo va la prueba al momento; cada uno marca los golpes en su teléfono y luego se validan».
Campos en perfecto estado
Para quien no busque tanto competir como practicar, el choque no será tan grande. El cántabro Pedro Martínez , deseoso de pisar el verde, irá «esta misma semana a Oyambre», donde ya tiene una reserva. «Además, como no tiene mucha afluencia podré estar tranquilo y jugar a mi aire después de tantos días confinado», confiesa.
Como la vuelta depende de la fase en la que encuentre cada campo, los federados esperan las noticias con avidez. Mas, en cualquier caso, todos se van a encontrar unos campos en un excelente nivel de mantenimiento, al no haberse deteriorado con el paso diario de jugadores. «Hemos estado trabajando con servicios esenciales, con turnos de mañana y tarde, para que con un cuidado básico no tuviésemos que lamentar gastos innecesarios a posteriori», reconoce Pepe Gutiérrez, director de Nestares (Reinosa) . En su caso, se trata de una instalación pública que, aunque no cuenta con la presión de una social o comercial, tienen que afinar al máximo las cuentas.
Entre quienes necesitan del turista para mantenerse se han utilizado estrategias de todo tipo, como comenta José Javier Serrano, director del campo almeriense de Aguilón . «Hemos seguido en contacto diario con nuestros golfistas por las redes sociales y les mandábamos fotos de lo bonito que está el recorrido. Esto les ha creado tanta ansiedad que ya tenemos 600 reservas hasta el jueves», bromea.
Para los clubes más clásicos no hay tanta presión a la hora de la reapertura. «Los socios están muy ansiosos por volver, pero ahora que se acerca ese momento, tenemos que ser todos más precavidos y previsores que nunca. Debemos salvaguardar la salud de los empleados y los jugadores», afirma Carlos Fernández Grande, gerente del Jarama RACE , de momento cerrado.