San Silvestre Vallecana 2015
«La gente debe disfrutar corriendo»
Evan Jager y Ezequiel Kemboi, favoritos para el triunfo hoy en la San Silvestre, charlan con ABC antes de la carrera
Para Evan Jager y Ezequiel Kemboi todo es nuevo estos días en Madrid. Ninguno de los dos ha corrido nunca antes una carrera popular como la San Silvestre y mantienen su asombro cuando conocen los detalles de una de las pruebas más peculiares del calendario. «Será curioso ver a toda esa gente disfrazada y corriendo para disfrutar del atletismo», afirman horas antes de calzarse las zapatillas para salir a disputar el triunfo en el trazado madrileño.
Ambos, rivales en el asfalto y amigos fuera de él, se han tomado un respiro en su calendario particular de preparación para los Juegos de Río, el plato fuerte de la temporada. El lugar donde Jager (Estados Unidos, 1989) espera dar el relevo a Kemboi (Kenia, 1982) como nuevo campeón olímpico en los 3.000 metros obstáculos. Mientras llega ese momento, los dos atletas disfrutan de este «descanso activo» para disputar la San Silvestre . Un alto en el camino con el que disfrutar junto a los miles de corredores que hoy harán de Madrid una fiesta del atletismo popular. «Son este tipo de carreras las que te recuerdan por qué comencé a correr. Me encantaba salir a la pista a correr. Sólo eso. Era feliz. Y ese debe ser el sentimiento de todos los que corran la San Silvestre», afirma Jager a ABC.
Junto a él, con el rostro mucho más cansado, asiente Ezequiel Kemboi en cada una de sus palabras. El africano está más serio de lo normal, pero reacciona ufano cuando se le cuestiona por su particular forma de celebrar las victorias. « No sé si bailaré o no en la San Silvestre. Fue hace cinco años cuando me inventé ese baile de celebración tras ganar el Mundial en Daegu . Quería que mis fans disfrutaran de ese momento conmigo. Mañana (por hoy) quién sabe si será mi amigo Evan el que pueda bailar de felicidad por la victoria en Madrid», reconocía el africano, que en Río 2016 aspira a conseguir su tercer entorchado olímpico en la prueba de los obstáculos.
En sus orígenes, mucho más complicados que los de Jager, se encuentra su motivación diaria. El motor que le hace levantarse cada día y seguir entrenando. « Cuando era un niño, gané mi primera carrera en Kenia y me di cuenta de que algún día podía ser un campeón . Empecé a fijarme en otros atletas de mi país, a ver vídeos y a entrenarme hasta que lo conseguí. Con el paso de los años, es mi familia lo que me hace seguir esforzándome cada mañana», rememora el africano.
Tanto él como Jager se unirán hoy a otros 40.000 atletas en la gran fiesta del atletismo popular español. Muchos aspiran a convertirse algún día en campeones como ellos, aunque esta carrera es una forma más de diversión para la gran mayoría. «La gente debe disfrutar corriendo, y ver aquí a tantos corredores pasándolo bien alrededor de una prueba habla muy bien de este deporte», reconocen los dos atletas, sorprendidos cuando alguien les muestra imágenes de otras ediciones y ven a la gente disfrazada durante la carrera. «Parece un ambiente único. Tengo muchas ganas de poder vivirlo en primera persona y formar parte de esta fiesta », afirma Jager, que a sus 26 años es una de las grandes promesas del fondo mundial.
En Río, el estadounidense confía en confirmar su progresión de los últimos años. Jager es uno de los pocos blancos en una prueba que tradicionalmente han dominado los africanos. «No se puede pensar que son intocables solo porque lo hayan hecho muy bien durante mucho tiempo. Me encanta el reto de intentar superarles y estoy convencido de que puedo luchar con ellos por lo más alto del podio », reconoce el estadounidense.
Jager y Kemboi son dos de los ilustres participantes de la San Silvestre, pero no los únicos. Junto a ellos aparecen los nombres de los españoles Roberto Alaiz, David Bustos, Manuel Olmedo o Antonio Abadía , además del de Mike Kigen, compatriota de Kemboi. En categoría femenina, Nuria Fernández tratará de hacer frente a la keniana Linet Masai, campeona de la edición de 2014 y campeona del mundo de 10.000 metros en 2009.
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