RUGBY - Seis Naciones
Gales arrasa a Irlanda (25-7) y se corona en Cardiff
Seis años después, los dragones vuelven a dominar el ruby europeo
Gales logró el Seis Naciones después de seis años gracias a la exhibición que ofreció en un Principallity Stadium de Cardiff que vivió la grandeza del rugby al máximo nivel. En los prolegómenos del último duelo del torneo para Gales e Irlanda por el impresionante ambiente que se respiraba en la capital galesa; durante los setenta primeros minutos del choque entre estos dos colosos porque la afición local sentía el éxtasis de sentirse campeones de nuevo después de su último trofeo (el marcador reflejaba un 25-0); y en los diez últimos porque el deporte oval se reivindicó como lo que es: un ejemplo de valores como ningún otro.
Gracias a los elementos extradeportivos (como la decisión de jugar con el techo del estadio abierto, a pesar de la lluvia reinante) y tácticos (el planteamiento de Warren Garland pilló a contrapié a los del Trébol), a los locales se les pusieron las cosas de cara desde el principio. Con gran seriedad y disciplina fueron marcando su territorio y no dejaron nunca la iniciativa a unos verdes que necesitaban un milagro para seguir teniendo opciones en el torneo.
Los dragones, al igual que durante las cuatro jornadas precedentes, jugaron con una rotundidad y contundencia que fue minando la moral de sus rivales. Sin grandes alharacas dejaron claro que iban a aprovechar la oportunidad de triunfar a lo grande ante su público. El Seis Naciones, el Grand Slam y la Triple Corona les estaban esperando con el pitido final. Y así, fueron cayendo los puntos y los minutos hasta el punto de afrontar el tramo final con una ventaja abrumadora.
Sin embargo, haciendo gala de un coraje infinito, los irlandeses no se dieron por vencidos y ofrecieron todo un recital de coraje para no quedarse con el marcador a cero. Eran los campeones en vigor y los representantes de un orgullo que les hizo atacar con denuedo hasta que consiguieron ese ensayo salvador que dejó el resultado en un claro, pero más digno (25-7) . No se trataba ya de ganar o perder, sino de darlo todo en el campo, en defensa y en ataque, con el espíritu más deportivo posible. Todo un ejemplo. ¡Gloria a Gales y a Irlanda!