Fútbol Sala

La Copa de España toca techo

El éxito de Ciudad Real obliga a la organización a buscar sedes más grandes para futuras ediciones de su torneo estrella

Los jugadores de Magna Gurpea celebran el pase a semifinales LNFS
Miguel Zarza

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A la Copa de España de fútbol sala , el torneo más esperado de la temporada para clubes, jugadores y aficionados, por encima incluso de la liga o la UEFA Cup, «se le está quedando pequeño el traje». Son palabras del presidente de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS), Javier Lozano , que reconoce que la organización negocia ya con ciudades con pabellones de siete u ocho mil localidades para futuras ediciones. Lo confirma la cita de este año en Ciudad Real, sede que repite dos años después y que está llenando el Quijote Arena, de 5.000 asientos, desde el primer día. Algo que sucedió ya otros lugares como Logroño o Guadalajara.

La Copa de España reúne cada temporada a los ocho mejores equipos de la liga al término de la primera vuelta , que durante cuatro días se juegan el título en eliminatorias a un único partido. «Aparte de porque las diferencias se han estrechado porque todos empezamos a mejorar, generamos más dinero y se puede invertir mejor, esta es una competición que da lugar a las sorpresas. Es muy traicionera porque el paso de los minutos genera ansiedad si no vas ganando, eso provoca precipitación y errores y hace que los pronósticos puedan no cumplirse. Aquí las emociones las controlas o te devoran, por mucha historia que tengas . No hay red de seguridad como en la liga», explica Lozano.

No obstante, para el presidente de la LNFS la explicación del éxito del torneo va mucho más allá de lo deportivo: «La excusa es el balón, retransmitir una imagen mundial a 40 países, dos cadenas nacionales al mismo tiempo, 160 periodistas... pero al mismo tiempo queremos dejar huella . Tenemos cuatro pilares en los que incidimos: la promoción deportiva, social, la cultura y la educación y el medio ambiente». Un proyecto que convence a los ayuntamientos porque además del evento deportivo involucra a todos sus actores sociales. Y más aún si el retorno que les produce, medido por Kantar Media, estuvo en la última edición en unos nueve millones de euros en lo mediático y dos millones en cuanto al impacto económico en la ciudad. Estos días Ciudad Real es un hervidero de aficionados de los ocho equipos participantes , conviviendo en armonía tanto en las terrazas del centro de la ciudad como en las gradas, y resulta difícil conseguir mesa en un restaurante o una habitación de hotel.

Así, parece lógico que localidades como Ciudad Real se interesen por la Copa de España. «Aquí incluso me han preguntado si podían convertirse en sede única para hasta 2020, pero nosotros tenemos objetivos estratégicos que van en contra de eso. Tenemos que intentar repartir la ilusión por todas partes, la Copa es una herramienta de difusión, hace una labor evangelizadora del futsal . Cuando lo ves en directo te cambia el cliché».

Ese ha sido el último éxito del torneo hasta el momento. El espectáculo sobre la pista y en la grada han terminado de enterrar la mala imagen que este deporte transmitió hace apenas unas semanas con la fea tangana en el clásico entre Movistar Inter y ElPozo Murcia . «No ha habido consignas sobre ello sino autocrítica. Porque si esto crece todos crecemos ».

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