Fútbol sala
Batería, un regreso a la élite por Valdepeñas
El jugador brasileño, ex del Movistar Inter y el Barça, busca reeencontrarse con su mejor versión después de dos años alejado del primer nivel del fútbol sala
Dione Alex Veroneze es ante todo un valiente. Sobre el parqué, donde nunca dudó en encarar o ir al choque, y también fuera de las pistas. Bajo el apodo de Batería , este brasileño de Palmitos, atesora a sus 31 años recién cumplidos una carrera fuera de lo común en el fútbol sala. Por la importancia de los equipos por los que ha pasado pero también por su capacidad de superar las dificultades. Las derivadas de las lesiones y también las que provocaron las decisiones que configuraron su camino. «No cambiaría nada, jamás», sentencia al recordar una trayectoria que le ha llevado hasta Valdepeñas , una localidad de 30.000 habitantes famosa por sus vinos, pero que se ha hecho grande en el deporte en los últimos años tras colarse su equipo en varias finales que se escaparon por los pelos. Entre la animosa afición de esta localidad manchega, que hace del Virgen de la Cabeza un fortín cada fin de semana, el jugador está feliz mientras trabaja por alcanzar su mejor nivel y el equipo marcha segundo en la liga, solo por detrás del todopoderoso Barcelona.
«Estamos disfrutando mucho, los jugadores, cuerpo técnico, directiva, afición... Está siendo una buena temporada pero somos conscientes de que lo importante es lo que viene ahora, donde tenemos que hacer valer lo que hemos hecho», explica Batería. «El equipo ya ha demostrado antes que ha podido llegar ahí, a pelear. A partir de ahí hay otras cuestiones que te pueden llevar a ganar o no, pero es verdad que el club quiere dar ese paso y ganar algo, y yo creo que no es algo de otro planeta».
Batería, plenamente integrado en España, asegura que siempre siguió al conjunto manchego por sus éxitos deportivos y «por cómo viven el fútbol sala». Así, cuando el técnico David Ramos le contactó y le trasladó su ilusión por contar con él, «también entendiendo la situación de que yo venía de dos años en Francia sin competir al máximo nivel», no lo dudó e hizo las maletas.
«Ahora me encuentro muy a gusto. Valoro mucho dónde estaba hace unos meses, dónde estoy ahora y qué es lo que puedo conseguir aquí. Mi familia está feliz y yo soy feliz porque estoy jugando en un sitio que me gusta. Me ilusiona ir cada fin de semana a jugar y pelear por mí, por mi familia y por esta gente que le apasiona tanto el fútbol sala», se sincera, recordando otras etapas de su carrera que no fueron tan cuesta abajo.
Ídolo precoz
Batería llegó a la liga española con solo 20 años , «cuando empezaba a jugar en Brasil y con un margen de mejora todavía importante». Se hizo un nombre vistiendo nada menos que la camiseta de Movistar Inter, en el que llegó a ser ídolo. Hasta que agarró la oportunidad que le ofreció el Barcelona, una apuesta que sin embargo no salió bien en lo deportivo, pues su etapa azulgrana coincidió con el dominio del Inter de Ricardinho, ni en lo personal por culpa de las lesiones.
«Fue una decisión súper difícil pero que en ese momento creímos que era lo mejor. Que me lesioné luego en el Barça, sí, pero podía haber pasado también en Inter. Pero no cambiaría nada, porque en mi carrera cada decisión fue muy pensada, hablada con mi familia y con mi representante, y siempre buscamos lo que creíamos que era mejor cada momento», explica sobre un fichaje que le costó un sinfín de cánticos e insultos . «¿Momentos duros? Sí y no. Una vez que vives de esto sabes que te puedes enfrentar a cosas así. Lo que sí muchas veces no entienden los aficionados es que somos empleados, tenemos una vida, dependemos de esto, y si tenemos una oferta mejor sea a nivel económico, estructural, de objetivos nuevos para tu carrera, cambias. Como un aficionado se cambia de empresa al recibir una oferta de otra empresa. No voy a mentir y decir que por un oído entraban y por otro salían, porque algo negativo te llevas. Pero siempre me he focalizado en lo que yo puedo controlar. Eso no lo podía controlar y trataba de llevarlo de la mejor manera posible. Entendí, como un aficionado más, que mi decisión les había hecho daño. Ahora que ha pasado el tiempo vuelvo a la pista de Inter y la gente me recibe con cariño».
Tras frustrar las lesiones su paso por el Barça , Batería volvió cerca de casa para jugar en el Cresol-Marreco, «la mejor decisión porque fue lo mejor para poner las cosas en su sitio, tomarme mi tiempo, algo que en un club no se puede». Luego llegó Cartagena, donde se interpuso una operación de menisco, y la apuesta por un equipo de segunda fila en Francia. «Al llegar allí estuve un año sin jugar por el Covid y no salió todo como imaginaba, pero me llevé una interesante experiencia de vida antes de venir a Valdepeñas». «Y de todo ello no cambiaría nada», insiste.
Los momentos duros
La clave para superar los malos momentos fue « entender cómo administrar las situaciones e intentar adaptarme a cada momento : las lesiones, los regresos tras estar un tiempo lesionado... Como ahora, que no puedo exigir de mi cuerpo después de dos años lo que hacía con el Inter, el Barça o incluso con Cartagena. Debo entender que ahora tengo que adaptarme al juego del equipo, quizás utilizar herramientas que no utilizaba antes, para que mi cuerpo recupere esa parte física e incluso mental de competitividad del día a día para, a partir de ahí, en el momento en el que esté al cien por cien dar un pasito adelante en otras cosas que hacía».
«Estuve dos o tres meses con una especie de 'coach' deportivo que estaba empezando y contactó conmigo, pero al cabo de ese tiempo me dijo 'tira para delante porque estás hecho una roca mentalmente'», recuerda. «También he tenido mucha ayuda familiar. Por ellos tomé también la decisión de ir a Brasil tras salir del Barça. Estaba al lado de casa, cerca de mi familia, acababa de nacer mi primera hija. Y siempre he tenido mucha ayuda de casa, de casa de mis padres, los amigos, algún compañero, gente que de verdad te apoya en el día a día y eso se nota».
«Vine para disfrutar del fútbol sala»
«Nunca dejé de confiar en mis posibilidades ni pensé en dejar el fútbol sala. En algún momento dudas de si podrás volver a jugar con la intensidad que se juega a día de hoy, pero sigues trabajando, luchando día a día y vas mejorando. Siempre digo que con el trabajo siempre llega la recompensa, sea pequeña o grande», añade. «Los que me conocen saben que no estoy aún en mi mejor nivel, pero estoy dando el cien por cien todo para ir cogiendo minutos e importancia dentro del equipo. A partir de ahí hay que ir subiendo peldaños y ojalá pueda llegar al tramo decisivo en mi máximo nivel en todos los sentidos».
A Batería se le nota la ilusión en la voz: «Estoy muy contento aquí, ahora mismo no me planteo otros destinos. Con el club hablamos de un año más otro y ya estamos mirándolo. Vine para jugar, coger esa dinámica del día a día, volver a disfrutar del fútbol sala, y a partir de ahí el destino es algo que yo no puedo controlar. La gente me trata de lujo y aquí llevan tres años peleando por cosas importantes, algo que siempre he buscado en mi carrera . Me quedaría encantadísimo».