Deporte y comunicación

El fútbol casi no habla

Casi todos los deportes despliegan unos códigos para interactuar con la prensa y los futbolistas son los menos generosos

JOSÉ CARLOS CARABIAS

El fin de semana venía como todos en la Fórmula 1. Sucedió en Austin (Estados Unidos) como podía haber pasado en Malasia, Brasil o Abu Dabi. Todos los grandes premios siguen el mismo protocolo desde hace décadas. Los jueves toca rueda de prensa de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA). Cinco pilotos suben al mismo estrado en un escalafón que denota las jerarquías: los tres de abajo suelen ser los protagonistas y a los dos de arriba no les pregunta nadie. La tónica nunca varía. Pero el pasado jueves el francés Romain Grosjean (Haas) levantó la voz. Estaba aburrido arriba, en el atril de los invisibles, y soltó: «Cuando estás en la parte de atrás, no te preguntan. Ya sabemos cómo es y cómo funciona. Igual podríamos hacer algo para mejorar esto ». Esas palabras estallaron en un asenso general entre los otros pilotos olvidados.

Las relaciones con la prensa no estimulan a las estrellas de la F1. Solo conocen su mundo, la burbuja de los coches . No saben que la interacción de otros gigantes del deporte con los medios de comunicación cambia de la noche al día según los intangibles que rigen cada disciplina. La relación nunca es sencilla, pero funciona una máxima. A medida que crece la dimensión del deportista, se limitan sus comparecencias con la prensa. Eso es un dogma universal.

El asunto navega en múltiples direcciones. Desde la exclusividad de la Fórmula 1 a la opacidad cercana a la negación del fútbol, el sistema regulado en el tenis, la ordenación británica del golf, las puertas abiertas de la NBA o el empeño del ciclismo por convertir en metódico un deporte espontáneo. A todos les une un propósito común: salir en la televisión, el medio que paga y manda.

FÓRMULA 1 Un reloj marca las relaciones sociales

Es un deporte pautado, sometido al inexorable criterio del reloj. De origen británico, la puntualidad es ley. Cada escudería establece un programa de acción con la prensa en cada carrera. Ruedas de prensa para televisiones, medios escritos, entrevistas personalizadas o en grupo. Todo se rige por un cronómetro. Diez minutos, cinco para otros, quince en un exceso para estos o aquellos. La FIA tiene la potestad de elegir cada jueves a cinco pilotos para su estrado. Las estrellas del volante hablan con los medios después de cada jornada de entrenamientos, sábado de clasificación y carrera. En realidad, hablan muchísimo, si bien el perfil motorizado de los periodistas que acuden a la F1 limita en muchas ocasiones el cauce de las conversaciones. Los directores de comunicación de cada escudería tienen la autoridad sobre la presencia pública de sus pilotos en su relación con los medios.

FÚTBOL Opacidad y muy pocas entrevistas

«Nunca se llega a descansar ni a disfrutar de un día realmente libre». La frase pertenece a un periodista que ha ejercido como director de comunicación en uno de los clubes punteros de la Liga española. Los equipos de fútbol, sobre todo los grandes, tienden a cortar el grifo. Casi no conceden entrevistas, según argumentan, por el elevado número de peticiones y para no incomodar a unos medios frente a otros. El fútbol cumple rituales, ruedas de prensa obligatorias después del partido para el entrenador; y aleatorias, según les da, para los jugadores. Solo la selección española mantiene una política de mayor apertura y relación de los futbolistas con los medios. Los cracks de primer nivel suelen contratar empresas o periodistas para que gestionen sus redes sociales y compromisos fuera de los canales oficiales. El deporte rey en España es el que peor trata a los periodistas.

TENIS Una hoja de ruta y normas que se cumplen

El tenis profesional, en manos de la ATP y la WTA, funciona con orden y un cierto rigor académico en sus tentáculos con la prensa. En los grandes torneos -Australia, Roland Garros, Wimbledon, US Open-, las figuras se explican después de cada encuentro. Nadal, Federer o Djokovic hablan cada día que juegan. El sistema imperante es un formulario de peticiones en el que los periodistas anotan al tenista con el que quieren charlar. En ese caso, la ATP o WTA concede unos minutos para departir y en caso de solicitud multitudinaria se transforma en rueda de prensa. Los grandes cuentan con asesores propios.

NBA Las puertas abiertas hasta los vestuarios

El deporte en Estados Unidos muestra un sentido del espectáculo del que Europa carece. Se entiende el asunto como una oportunidad de negocio. Y la prensa es parte de la estrategia comercial. En la NBA los medios tienen acceso a los vestuarios hasta 45 minutos antes del partido. Las estrellas suelen atender sin problemas. Eso sí, siempre en el recinto donde se cambian de atuendo. Los entrenadores ofrecen una rueda de prensa una hora y media antes del partido y también hablan después del mismo.

La NBA imparte a los jugadores debutantes un curso sobre cómo relacionarse con la prensa, ya que es norma de obligado cumplimiento.

Es el modelo opuesto a lo conocido. Los entrenadores llevan micrófonos en algunos choques y se pueden escuchar todas las indicaciones que transmiten a sus estrellas. En el descanso de algún partido, incluso hay cámaras en los vestuarios para la televisión en directo.

CICLISMO Cercanía en un deporte sin barreras

El ciclismo no cobra entrada, no se disputa en recintos cerrados, sino al aire libre de montañas y carreteras. Es el deporte más expuesto a las interferencias externas, los obstáculos añadidos o las inclemencias del tiempo. Hace una década, el contacto prensa-corredor era personal y directo. Poco a poco han ingresado los directores de comunicación, quienes intentan poner puertas al campo. La comunicación sigue existiendo y está menos regulada que en otros deportes, ya que el ciclismo se mueve por sus propios códigos desde tiempo inmemorial. Las salidas, las metas y los hoteles son el punto de conexión entre los dos mundos. Aún es el mejor deporte para los periodistas.

GOLF Cordialidad en una atmósfera relajada

Un oasis para los plumillas. Nada más terminar el recorrido, los jugadores explican detalles, golpes, sensaciones, selección de palos y demás pormenores de su juego en rueda de prensa. En una atmósfera relajada por la propia idiosincrasia del golf, la relación entre los medios de comunicación y los profesionales suele ser cordial y cercana.

MOTOCICLISMO El mismo régimen que en la F1

Las carreras de MotoGP y sus sucedáneos se rigen por un sistema muy similar al de la Fórmula 1. Los jueves se celebra la jornada de ruedas de prensa, entrevistas a discreción y eventos variados. Los pilotos analizan su actuación en breves comparecencias obligatorias los viernes, los sábados y los domingos. La abundancia de españoles en todas las categorías ha facilitado la vinculación de los medios con este deporte.

GIMNASIA, BALONMANO, REMO, TRIATLÓN... El paraíso

Las modalidades minoritarias suponen un paraíso en la correspondencia profesional de deportistas y periodistas. Un triatleta, jugador de balonmano, piragüista, gimnasta, nadadora o montañero ejerce una concordancia recíproca: la información fluye de ida y vuelta. No existen muchos protocolos en la mediación con la prensa, salvo algún responsable corporativo o reglas concretas en los grandes competiciones internacionales. No es descabellado afirmar que son los propios deportistas los que buscan en alguna ocasión al informador para contar pormenores de su vida.

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