Muay Thai
La FIMT continúa su expansión mundial para difundir el muay thai
Este organismo, que homologa el evento de Invencibles en Madrid, prevé sumar hasta 40 delegados a lo largo y ancho del planeta en el año 2020
El muay thai ha sido ganando territorio progresivamente en el Viejo Continente. Este arte marcial tailandés llegó a territorio europeo para quedarse, haciendo consciente a miles de aficionados y practicantes que no se trata solamente de un método de lucha, sino de un conglomerado cultural que defiende una vida espiritual y en armonía.
Debido al crecimiento obtenido en tierras hispanas, la Federación International de Muay Thai ( FIMT ) ha ido subiendo peldaños, tratando de afianzar el deporte de base para asegurar un futuro repleto de atletas que puedan pelear por demostrar su talento y, sobre todo, para superarse a sí mismos cada día.
Este organismo, presidido por Luis Ochoa en España, trata de aglutinar miles de licencias y homologar eventos de mucha calidad. Por ello, cada año ha ido sumando nuevas incorporaciones en diversos países. Si en el 2018 fue la delegación de México la que se sumó, con Rubén Romano como delegado para América Latina; ahora se han añadido la de Francia, con Maurice Brière y la de Alemania, con Eduardo Requejo. De este modo, la FIMT prevé llegar hasta las 40 delegaciones a lo largo y ancho del planeta para el año 2020.
El evento estrella homologado por la FIMT en nuestro país es la marca Invencibles. Este año celebrarán su novena edición el sábado 30 de noviembre en Galapagar. Allí pondrán en liza cinco títulos internacionales (tres mundiales y dos europeos) y diez cinturones nacionales, repartidos en las modalidades de muay thai y K1.
Entre las peleas a seguir en pabellón, que acogerá a unos 1.500 aficionados, destacan los dos grandes triunfadores de la pasada edición de Invencibles, Jonathan Fabián y Juan Martos , que tendrán que defender su título mundial en Galapagar. Además, pase lo que pase, sus batallas les servirán para llegar con rodaje a sus compromiso al otro lado del charco, concretamente en febrero de 2020 en Puebla (México).
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