Europeo de Atletismo
La nueva hornada se examina en Berlín
Las pruebas de velocidad, con Bruno Hortelano al frente, polarizan las opciones de medalla en un equipo con 96 atletas donde reina el optimismo

En la nómina de 96 atletas españoles que ayer viajaron felices y preparados al campeonato de Europa de Berlín (6 al 12 de agosto) no hay forma de encontrar rastro de la legendaria querencia de los correcaminos hispanos por el largo aliento , la distancia mítica de los 1.500 metros, o en su versión más extendida, los 10.000 metros o el maratón. Solo un prometedor gallego sub 23, Adrián Ben, figura en la lista como participante en el kilómetro y medio. ¿Qué fue de los herederos de José Manuel Abascal, José Luis González, Fermín Cacho, Reyes Estévez o Juan Carlos Higuero? Ni hablar de los castellanos Mariano Haro o Antonio Prieto, hijos de la necesidad en el franquismo y en la transición. Gente que necesitaba correr para ir a la escuela o sobrevivir. Los tiempos, como el siglo XXI, han cambiado y la tendencia se ha invertido. Los fondistas son minoría . La joven exuberancia del atletismo español proviene de la velocidad. Procede de Bruno Hortelano, el relámpago nacido en Australia criado en Canadá y Estados Unidos, que abandera una jubilosa explosión de talentos que ya no compiten por escasez, penuria o pobreza.
Hortelano, buque insignia
Vuela la selección española a Berlín y en el aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas, el presidente de la Federación Española, Raúl Chapado, joven dirigente también que popularizó la etiqueta #pasiónporcompetir, visualiza doce opciones de medalla . Más que en el último Europeo, casi más que nunca (el tope son quince metales en Múnich 2002). «No se ha regalado nada a nadie -explica-. Si van a Berlín es porque lo merecen, han demostrado buena forma y compiten bien».
Las divisas de esta generación que lidera Hortelano son la velocidad y las ganas de comerse el mundo. Nadie es capaz de contradecir las marcas, las posibilidades de éxito de un año para otro. En el Mundial de Londres 2017 no hubo ninguna medalla y lo mejor fue el cuarto puesto de Adel Mechaal en 1.500 y el récord nacional del relevo 4x400. La perspectiva ha girado hacia el optimismo en Berlín.
Bruno Hortelano es el buque insignia . No concursó en Londres por el accidente de tráfico que le machacó la mano derecha, le obligó a una reconstrucción lenta y a una recuperación mental con psicólogos. Dos años de espera han entregado a un deportista que no se pone límites y que, con 26 años, ya es el mejor velocista de la historia de España con bastante diferencia. Tiene 10.06 en 100 metros, 20.04 en 200 y 44.69 en 400, estos últimos con récord español en las dos distancias en las que ha competido desde su regreso. No se sabe que podría haber hecho en 100. Las barreras de los 10 y los 20 segundos (sobre todo la del doble hectómetro) parecen a su alcance. Propietario de la segunda mejor marca europea del año, en Alemania se encontrará un hueso , el turco nacido en Azerbaiyán Ramil Guliyev, actual campeón del mundo de 200.
Hortelano marca el camino de una generación potente, que sobre todo corre mucho. Lo hace Óscar Husillos, campeón mundial en pista cubierta por unos segundos en Birmingham , desposeído por pisar la raya en los 400 metros con récord de Europa invalidado (44.92 segundos). El palentino no se ha derrumbado por aquella fatalidad y, con el tercer mejor registro del curso, es claro aspirante a un podio. A toda velocidad se impone como alternativa de éxito el relevo 4x400, deslumbrante en el Mundial londinense y tuneado con la participación de Hortelano, que garantiza más rapidez al equipo. Con Lucas Búa y Samuel García, el cuarteto asoma como una potencia europea.
En esta atmósfera de entusiasmo colectivo , otros protagonistas llaman a la puerta en las pruebas donde básicamente hay que correr mucho. Orlando Ortega , plata en los Juegos de Río, aspira a reencontrar su mantra en los 110 metros vallas. Ana Peleteiro , que solo tiene 22 años y fue campeona mundial junior con solo 16, ha logrado este año 14,55 metros en el triple salto. Si el atletismo fuera como las matemáticas, que no lo es, tendría la plata al menos en el bolsillo.
En los 800 metros un leonés es favorito. Saúl Ordóñez , estudiante de Geografía, universitario como la mayoría de los atletas citados, ha volado este año con récord incluido (1:43.65) por delante del campeón mundial, el francés Pierre-Ambroise Bosse. Pablo Torrijos, en triple salto, Álvaro de Arriba, en 800, Álvaro Martín, en 20 kilómetros marcha, Julia Takacs y Ainhoa Pinedo, en 50 km marcha, María Pérez, en 20 km marcha, Irene Sánchez-Escribano, en 3.000 obstáculos y Juliet Itoya, en longitud, son otros nombres a tener en cuenta durante esta semana.
Mechaal en fondo
Como heredero de la tradición compite Adel Mechaal, que dobla especialidad en 5.000 y 10.000 metros , representante de la vieja tradición española del fondo y los sofocos de largo alcance.También hay opción de medalla por aquí.
En esta saca de abundancia juvenil, la benjamina del equipo es la que más ilusiona de todas . En Berlín también estará María Vicente , la adolescente de 17 años campeona mundial de heptatlon y triple salto, que en Berlín solo concursará en esta última modalidad.