Europeo de Croacia

España, ante el reto del oro europeo

Tras cuatro finales perdidas, la selección se juega el trono continental ante Suecia

Los jugadores españoles celebran la victoria EFE
Laura Marta

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Después de la proeza contra Francia , abrumadora victoria para desterrar la historia reciente contra los galos, todavía queda otra: la del oro europeo. Un hito aún inédito en el brillante palmarés del balonmano español, que hoy afronta su quinta final continental . Antes Rusia (1996), Suecia (1998), Francia (2006) y Alemania (2016) dejaron sin premio. Pero hoy es otro partido, otra época, otro ímpetu. Y otra Suecia. Sin embargo, permanece inmutable una constante: España. Con esta palabra se define una forma de jugar, de creer, de sentir y entender el balonmano que impone respeto en Europa. En esta segunda final europea consecutiva se aspira por fin a la gloria.

Aquellas derrotas son espinas clavadas en el palmarés español. Algunas de ellas todavía escuecen en buena parte de los que hoy defienden el escudo. En Polonia 2016, Alemania sacudió los cimientos de una selección que se vio favorita antes de tiempo.

Aquellas finales son lecciones para hoy. La de mostrar orgullo por un balonmano creativo, colectivo, solidario , basado en el compañerismo, la amistad y un engranaje cada vez más ajustado y alegre que se mantiene en la élite aunque siempre se esté pensando en las carencias del lanzamiento exterior. La de rebajar la euforia tras aplastar a Francia, porque todavía no se ha ganado nada, y hay que medirse hoy con cautela con una Suecia, aunque esta no sea la de antaño, la que logró el oro en sus cuatro finales disputadas.

Los nórdicos tienen físico, piernas y juventud (23 años de media). «Un equipo muy ordenado en defensa. Con un 6-0 con muchos contactos y desplazamiento de piernas, que ayuda mucho a sus porteros», destacó Jordi Ribera. Pero España tiene, a priori, más calidad, veteranía (30 años), madurez. «Y fortaleza mental. Tras perder con Eslovenia fue capaz de rearmarse en un día y ganar a Alemania. Los equipos que han pasado dificultades siempre llegan a la final más fortalecidos», continuó Ribera sobre un torneo duro con altibajos pero sin desmayo.

A disfrutar

«Pensar que España es favorita sería un error tremendo que nadie va a cometer. En un análisis objetivo, la técnica española es un poco superior, pero en estos partidos hay factores intangibles como el sentimiento que no se pueden calcular . Una final siempre crea situaciones inesperadas», explica para ABC Juan de Dios Román.

El exseleccionador que ganó las dos platas de 1996 y 1998, y el bronce en 2000, recuerda que Suecia tiene más títulos europeos que nadie (cuatro), pero el balonmano no se mide por nombre, sino por generaciones: «Y esta España lleva cuatro semifinales consecutivas y dos finales también seguidas. Siempre está allí. Es un torneo curioso que subraya su dificultad. Son más finales europeas que mundiales, donde somos campeones dos veces, pero no tenemos el oro continental».

La clave para hoy la da Ribera: « Estamos aquí por méritos propios, nadie nos ha regalado nada. Ahora toca disfrutar ». El deseo, Viran Morros: «Ojalá esta sea la buena». La intención, Daniel Sarmiento: «Ya toca el oro. Tengo la confianza de que este año vamos a llevárnoslo». Esta España quiere ganar, por fin, por todas las Españas que fueron. De ellas toma el espíritu y el sentimiento por un balonmano exquisito, virtuoso en lo colectivo, ejemplo y envidia en Europa, aún sin oro en el pecho.

España, ante el reto del oro europeo

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