Atletismo
España muda de piel en Belgrado
La selección viaja hoy al Europeo de pista cubierta cargada de juventud y ambición tras el buen papel de los Juegos de Río
La despedida del equipo español de atletismo, que hoy viajará a Belgrado para disputar el Europeo de pista cubierta, estuvo marcada por las ausencias, pero también por las caras nuevas. Se hizo extraño no ver el rostro de Odriozola , sempiterno presidente de la federación que hace unos meses dio el relevo a Raúl Chapado . El nuevo responsable del atletismo español desdeñó viejas costumbres y evitó, por ejemplo, el pronóstico de medallas, aunque se afanó en situar la ambición por encima de cualquier otro objetivo para mantener el brillante camino iniciado por el atletismo nacional en los Juegos de Río .
« Debemos tener pasión por competir . Ese es el concepto que queremos para la selección, un equipo que mezcla juventud con veteranía. Estrellas consolidadas, con otras emergentes», reconocía ayer Chapado, feliz en su primer gran acto como presidente. Junto a él, en presencia de José Ramón Lete –presidente del Consejo Superior de Deportes–, estaba Ramón Cid , que seguirá siendo su mano derecha en la parcela deportiva durante los dos próximos años. El director técnico de la federación auguró un gran campeonato para España basándose en las marcas y en el estado de forma que los atletas clasificados han mostrado en el reciente nacional disputado en Salamanca.
«El campeonato de España ha sido ilusionante. Creo que tenemos opciones de medalla en todas las disciplinas , lo que nos hace acercarnos al concepto de atletismo europeo y alejarnos del africano», señaló en referencia a la nueva hornada de atletas, menos centrados en el fondo como era tradición en las últimas décadas. En Belgrado, España contará con un equipo formado por 34 atletas –21 hombres y 13 mujeres–, con rostros populares como los de Orlando Ortega o Ruth Beitia y promesas desconocidas para el gran público como Óscar Husillos, Jorge Ureña o Esther Guerrero que quieren aparecer en los focos continenatales por primera vez. «La mitad del equipo nació después de los Juegos de Barcelona, lo que da una idea de su juventud. Jóvenes con talento, liderados por maravillosos veteranos», resumía Cid.
Mejorar los resultados
España llevará a Belgrado a siete atletas situados entre los tres mejores del ránking y a once dentro de los cinco primeros, lo que sitúa la horquilla de medallas en torno a las cinco. Los dos triunfadores de Río son los que aparecen como principales aspirantes a repetir metal. Ruth Beitia y Orlando Ortega, recientes campeones de España en Salamanca, lideran un equipo, donde muchos sueñan con emularles.
Jorge Ureña, récord nacional de heptatlón, el trío del 400 – Husillos, García y Búa – o los siempre competitivos Kevin López y Esther Guerrero (800 metros) apuntan alto en el tartán. En el foso, Eusebio Cáceres y Pablo Torrijos vuelven a llamar a las puertas del podio tras dos saltos de calidad en el nacional, mientras Tobalina y Vivas lucharán por acercarse a la cabeza en lanzamiento de peso. Un mosaico de opciones que deja fuera a un maltrecho mediofondo, donde solo el descaro de jóvenes como Marc Alcalá , Sales o Sergio Paniagua podría dar la sorpresa.
Si se cumplen las previsiones, España debería acabar por encima de las dos medallas de plata cosechadas hace dos años en Praga. « La medalla no depende solo de tu actuación, porque los demás también compiten, pero hay que estar al mismo nivel que el resto de países en esfuerzo», exigía Chapado, al situar a la selección dentro de los cinco mejores equipos del continente. Ambición que marca la nueva senda del atletismo español.