Balonmano | Preolímpico de Suecia
España se desquita antes de su última final
La selección golea a Irán (37-23) y coge confianza para su último partido ante Suecia, que decidirá el pase a los Juegos
Olvidar el partido ante Eslovenia . Al menos, y sobre todo, la segunda parte. Solo cinco goles en treinta minutos que dinamitaron las posibilidades de la victoria ante los eslovenos en el debut en el preolímpico. Y que supusieron un tremendo paso atrás para el salto a los Juegos de Río 2016. Por eso, la selección española de balonmano se enfrentaba a Irán con la rabia de la derrota, con las prisas de los puntos y de la ventaja de goles, por lo que pudiera pasar en la última jornada. El objetivo: ganar por una renta de 16 goles, los mismos que había logrado Suecia. Sin embargo, y a pesar de que España se desquitó por juego y por tantos (37-23), no fue suficiente y la calculadora depende del resultado del Eslovenia-Suecia. Sufrir.
Y sin embargo, los iraníes encontraron más facilidad de la esperada en la defensa española. Ugalde puso el primero en el marcador, pero en inferioridad, los rivales lograron darle la vuelta. Primeros suspiros en el banquillo español que, primero Sarmiento y después Ugalde , en dos ocasiones, intentaron paliar con goles al contragolpe. Todo pasaba por ganar este encuentro y también el de Suecia (TDP, 16.30 horas), pero también por conseguir la máxima renta posible.
Se quitó la tensión inicial la selección y comenzó a correr como le gusta a ella . También en el marcador logró una renta de tres goles aunque, como siempre, no fue capaz de aprovecharlo para sentenciar lo máximo posible a pesar de la mayor calidad en los brazos de los españoles. Volvió el atasco, el chocar con los palos , con las precipitaciones en ataque, con las inseguridades atrás. Se perdió la ventaja de cuatro tantos y con el empate Manolo Cadenas no tuvo más remedio que solicitar un tiempo muerto.
«Estamos fallando en el lanzamiento solos. Cabeza», señalaba el capitán Raúl Entrerríos. La hubo en los siguientes minutos. Otro arreón hacia la mejor versión con Ugalde y Sarmiento volando por la pista después de que sus compañeros interceptaran varios balones en defensa y Gonzalo Pérez de Vargas impusiera su elasticidad bajo el larguero.
El descanso no sentó tan mal como ante Eslovenia. Se había aprendido la lección y se continuó con la buena dinámica de los primeros treinta minutos . Las contras volvieron a dar alas a la selección, que elevó la diferencia hasta los siete goles. Ugalde puso el gol 24 a los cuarenta minutos, por los 16 de Irán. Se comenzó a respirar un ambiente festivo por fin, un respiro después del sufrimiento, un regreso de la confianza para afrontar los últimos minutos de un partido que certificó la calidad de los españoles. Doce goles de distancia a falta de diez minutos.
Dejó de haber partido a partir de ahí. Podía haber sido mayor la ventaja porque España se desató desde la defensa y llegaron hasta once tantos al contragolpe, pero el portero iraní también demostró su valía. No obstante, desaparecieron las dudas y los enredos innecesarios. Se ercuperó cierta alegría y se borró el bajón ante Eslovenia. Hay potencia y hay ganas. Solo quedaba un último empujón, el que diera cierta tranquilidad ante resultados adversos en el Eslovenia-Suecia. Pero nunca llegó. Otro bache de cara al ataque impidió que la renta de goles alcanzara los 16. Toca seguir sufriendo. Y, sobre todo, ganar a Suecia en su casa sí o sí. Los Juegos se juegan en territorio muy hostil.
Pocos minutos después de la victoria, Víctor Tomás anunciaba su abandono de la selección ante el inminente nacimiento de su primer hijo.
El extremo de #Hispanos @VictorTomas8 abandona la concentración y viajará esta tarde/noche a Barcelona ante inminente nacimiento de su hijo
— RFEBalonmano (@RFEBalonmano) April 9, 2016