Golf
Sergio García: «Estoy convencido de que 2017 va a ser mi gran año»
El golfista castellonense afronta una temporada clave, desde la madurez y la tranquilidad que le aportan sus triunfos y su próximo matrimonio
Sergio García es un hombre nuevo. Quizá no tanto en lo formal, pues sigue teniendo el mismo tipo de juego explosivo y espectacular con el que cautivó al mundo en 1999, pero sí en lo conceptual. Tiene las cosas muy claras y sabe que lo mejor está aún por llegar. Sin prisas, sin estridencias, sin decepciones. La vida de un golfista es tan larga que hay tiempo para todo.
Esta semana está participando en la Copa del Mundo de México y compartió con ABC sus pensamientos acerca de su deporte y de su carrera.
-¿Qué le queda de «El Niño» de hace casi dos décadas?
-El amor por el golf. Pegar un golpe y ver que la bola hace lo que tú quieres es una sensación impresionante. Mi padre también es profesional, crecí en un campo de golf en España desde pequeño y parece que más o menos todo se dio para que esta fuera mi vida.
-¿Y en el terreno competitivo?
-Las ganas de ganar. Con los años aprendes a ser menos apasionado y a no tomarte las cosas de una manera tan vehemente; pero querer ser el mejor no se olvida. El hambre de victoria sigue siendo la misma.
«Pasan los años, pero el hambre de victoria sigue siendo la misma»
-Sin embargo, cada vez hay más competencia en todo el mundo. Ha habido un cambio generacional y ahora dominan los veinteañeros, como Jordan Spieth, Jason Day o Rickie Fowler. ¿Qué se puede hacer para contrarrestar su ascenso?
-Nada, yo seguiré haciendo lo mismo que hasta ahora. Obviamente, a medida que te vas haciendo mayor (ya tengo 37 años) cuesta un poquito más y la gente joven llega con mucha fuerza, de la misma manera que cuando yo tenía 19 ó 20 años salí igual. Es el ciclo de la vida y una cosa normal y corriente. Yo sigo trabajando duro y tengo la fortuna de estar bien físicamente, que siempre ayuda.
-Este deporte, de cualquier forma, tiene la peculiaridad de que la experiencia prima tanto como la potencia. De ahí que sea habitual que los éxitos lleguen en la cuarentena, como demostaron Vijay Singh, Miguel Ángel Jiménez o Phil Mickelson. ¿Qué importancia cobra la mente a este nivel?
-Mucha. Como he dicho todavía tengo hambre de triunfo, quiero seguir ganando y ser el mejor golfista cada día. Estoy deseando seguir mejorando y seguir dándome opciones de ganar torneos, de ganar «majors» y dar siempre lo mejor que tengo.
-Este año ha comenzado muy bien la temporada con una victoria en Dubái, la vigésimo sexta en los circuitos internacionales. ¿Le anima esto con vistas a un 2017 que se presenta apasionante?
-Todavía quedan muchas cosas por hacer, pero sí que ha empezado bastante bien. Me encuentro genial de juego, con ganas de hacer las cosas lo mejor posible y hay que seguir de la misma manera, dándome opciones de ganar torneos de aquí a final de temporada. Estoy confiado y siento que esta puede ser una gran temporada.
-De manera recurrente hay que hablar de ese torneo del «Grand Slam» que le falta en su brillante trayectoria. Ha sido subcampeón en cuatro ocasiones y ya sabe de lo que va. En apenas un mes llega el Masters de Augusta, ¿cómo lo afronta?
«He aprendido a tomarme los grandes como cualquier torneo normal»
-Bien, a ver qué tal salen las cosas. Yo voy a dar el máximo y a esperar que haya un poquito de suerte y que todo salga bien. Se trata de que en los momentos clave los pequeños detalles se junten a tu favor. Y, lo que tengo claro, es que no se acaba el mundo en cada grande. Hay cuatro cada año y si no salen las cosas en uno lo intentaremos en el siguiente. Pero si lo doy todo cada vez ya me quedaré satisfecho.
-En su historia ha acabado 22 veces en el top 10 en los grandes. ¿Ya no le presionan como antaño?
-He aprendido a tomarme estos torneos como una semana más, a hacer la misma rutina de siempre y a afrontar los golpes con la misma trascendencia. Pienso que si haces las cosas al máximo cada vez que estás en el campo, al final terminarán saliendo de cara. Y si coincide que es en una de esas semanas, pues fenomenal.
-Como aperitivo tiene esta semana el Mundial WGC de la capital azteca. Esta serie de campeonatos comenzaron en el año de su debut y ya suma 51 en su historial. ¿Cómo está viviendo esta experiencia?
-De maravilla, me siento como en casa porque el público no deja de apoyarme como si fuera un mexicano más. No había jugado nunca aquí un torneo profesional (solo una exhibición hace dieciséis años) y espero que salgan bien las cosas.
-La aparición de nuevas figuras, como Jon Rahm, le va a venir muy bien al golf español. ¿Cómo lo ve desde dentro?
-Llevaba siguiéndole desde hacía tiempo y estaba claro que tenía un enorme potencial. Cuantos más estemos ahí peleando por darle éxitos a nuestro país será más provechoso.
-¿Qué es lo que falta para que el golf sea un deporte de masas en España?
-Es complicado, ya que el deporte rey en España es el fútbol, todo el mundo lo sabe; yo soy el primero que soy acérrimo del fútbol y me gusta jugarlo. Lo importante es que se promocione bien, que la gente joven lo practique, que lo disfrute e intentar hacerlo lo más divertido posible para ellos.
-¿Y qué valores hay que transmitir?
- Como todo, tiene ventajas y desventajas. Lo bueno y lo malo es que depende solo de ti mismo; cuando sale bien lo haces tú todo bien y, cuando sale mal, lo haces tú todo mal. Es un deporte que, además de darte muchas satisfacciones, te enseña muchas cosas en lo personal y en la vida diaria, todo eso es muy bonito.
-Toda esta filosofía se va a poder vivir en el mundo entero gracias a la difusión que proporcionan los Juegos Olímpicos. ¿Qué sintió al vivir en primera persona los de Río 2016?
-Fue una experiencia muy bonita, lo pasamos muy bien y el nivel deportivo fue estupendo. Por lo que se refiere a la repercusión la gente lo acogió muy bien, pero al final todo va a depender de lo que se implique el COI. Nosotros tenemos ganas de volver en Tokio 2020 y ver qué tal se dan las cosas allí. Confiamos en que permanezca en el programa olímpico y que siga creciendo nuestro deporte.