Emma Falcón: «Que ganen más chicos en los rallys es una cuestión numérica»

Ocho meses tardó Emma Falcón (Las Palmas, 1991) en reunir los 1.500 euros que le exigió su padre. En casa no gustó la idea de que la niña quisiera ponerse a correr. Pensaron que pidiéndole la mitad del dinero que costaba el kart que quería se le quitaría la idea de la cabeza. Pero se equivocaron. La niña, que por entonces tenía once años, se puso a hacer recados a los vecinos y ahorró cada céntimo hasta que se plantó delante de su padre con una bolsa llena de monedas y pequeños billetes. Gracias a su tesón consiguió su kart. En realidad, dos, porque a su hermana le cayó otro del cielo. Ir a correr los fines de semana acabó siendo una actividad familiar a la que Emma acudía feliz. Y como iba rápido, comenzó a competir.

Cuando creció, pasar a los rallys fue un proceso natural. En Canarias la gente siente casi tanta devoción por los tramos como indiferencia por los circuitos. En 2013 saltó a la Península para disputar el Campeonato de España de asfalto por primera vez. De esa época guarda su peor recuerdo de las carreras. Un grave accidente en el Rally de Sierra Morena le provocó dos hernias discales, un esguince y casi dos años de paro forzoso. «Cuando por fin me volví a subir a un coche me di cuenta de que estaba pasando miedo. Ya no me divertía. Decidí que si al siguiente rally seguía igual, lo dejaba. Por suerte, nunca más he vuelto a tener esa sensación».

En 2016 disputa de nuevo el campeonato de España al completo y gana en la categoría R3 por un margen de solo cuatro puntos ante el cántabro Surhayen Pernía . Su novio, para más señas. Y de ahí da el salto al Campeonato de Europa, donde con un coche de similares características alcanza el quinto puesto absoluto y el título en categoría femenina. Ella, firme defensora de medirse cara a cara contra los hombres, da más valor a lo primero: «Estoy totalmente en contra de crear campeonatos solo para mujeres», dice. «Que haya menos chicas que ganen rallys es una cuestión numérica. Somos muchas menos. Yo he ganado tramos a gente con mucha experiencia, gente profesional que solo se dedica a correr. Con una buena preparación física es posible». Tanta es su confianza en su genero que asegura que habrá mucha más igualdad en los próximos años. «Ahora mismo el porcentaje de chicas que compiten en el kárting es muy elevado. Antes, la proporción era de una chica por cada veinte chicos».

Sobre ser una excepción en un mundo plagado de hombres ve una parte buena y otra mala. «Reconozco que tengo más visibilidad por ser mujer, pero también me cuesta más convencer a los posibles patrocinadores. Muchos no me toman en serio. Este año he ido a más de cuarenta empresas. En Canarias me conoce todo el mundo por pedir apoyo y dinero». Con todo, y salvo por algunos aficionados, considera que el mundo de los tramos «no es machista»: «La gente con la que trabajo me trata como a cualquier otro piloto. Yo tampoco fomento que haya diferencias».

El próximo fin de semana vuelve a Sierra Morena, donde arrancará su participación en el nuevo Súper Campeonato de España de rallys. Lo hará con un Citroën R5 , uno de los coches «pata negra». Allí se enfrentará de nuevo a su novio, que estará en esa misma categoría, pero con Hyundai. «Igual algún día se queda encerrado en el cuarto de baño», bromea. La canaria es realista y cree que este año no aspira a ganar: «Es mi primera vez con un coche con tracción a las cuatro ruedas. El objetivo es acumular experiencia y kilómetros y volver el próximo año al Europeo para ganar en la máxima categoría». Falcón, eso sí, se define como «muy competitiva y con mal perder»: «Me va a costar frenarme».

Para el futuro uno de sus sueños es disputar un Dakar. «Me quedan unos cinco años en las carreras y uno de ellos me gustaría centrarlo en el Dakar. Es difícil, porque con lo que cuesta esa carrera yo hago una temporada completa de rallys. Pero pienso intentarlo». Además, no descarta intentar presidir la Federación Española de Automovilismo. Y lo dice con una convicción que invita a pensar que lo conseguirá: «Creo que hay muchísimas cosas que se podrían hacer mejor».