La defensa de Gales bien merece un título

Gales realizó un soberbio encuentro defensivo que le sirvió para doblegar a una peleona Francia que buscó la línea de marca rival con denuedo, pero sin excesivo acierto. El resultado final de (19-10) no refleja la igualdad que se vio en el templo rugbístico de Cardiff .

Las dos primeras jornadas del Seis Naciones estuvieron marcadas por las sorpresas de los "malditos". No tanto porque Inglaterra y Francia no tengan un historial digno de los puestos más altos del deporte mundial, sino por su dinámica perdedora de los últimos años. El deseo de cambio llevó a un cambio de entrenador en los dos bandos y los resultados se vieron a las primeras de cambio, con otras tantas victorias y el liderato empatado en la clasificación.

Sin embargo, un equipo con el oficio de Gales estaba dispuesto a poner las cosas en su sitio en cuanto los galos les rindieran visita. Les iba a dejar claro por qué habían sido dos veces campeones en las cuatro últimas ediciones: por su enorme fortaleza y amor propio. Los rojos son unas auténticas rocas en defensa y, en cuanto tienen ocasión, salen como lobos al contragolpe para pillar desprevenidas a las líneas rivales.

Con esta estrategia, los de Warren Garland fueron sumando ventajas en un primer tiempo áspero, muy trabado en el centro del campo, que les hizo llegar a la primera media hora con (6-o) . Pese a que "les Bleus" se acercaron en el descanso (6-3) , los locales estuvieron a punto de ensayar en dos ocasiones y dieron las pistas de lo que iba a ser la segunda mitad.

Allí salieron en tromba y una jugada de fortuna de North a los seis minutos (se encontró el oval a dos metros de la marca después de un rechace) colcó una brecha importante en el electrónico a los siete minutos (16-3) . A partir de ahí, Francia se vació en pos del ensayo y dio muestras de un coraje a prueba de bomba. Pese a tener opciones de recortar la renta con tiros a plaos, repetidamente renunció a ellos con la esperanza de poder ensayar.

Para su desesperación se quedaron a medio metro del objetivo en distintas ocasiones, frenados por la dureza británica, mas siguieron intentándolo hasta que al fin lo lograron a falta de dos minutos para la conclusión. En ese punto el choque ya estaba más que decidido (19-3) , pero ese espíritu de lucha del XV del Gallo les hizo acercarse al (19-10) final y, sobre todo, dejó una buena impresión a los aficionados de cara al futuro.

Esta Francia promete pelea y sólo tiene que ir cuajando sus nuevas piezas con el tiempo. Gales, por contra, vive el presente y aumenta sus opciones de cara al campeonato 2016, ya con dos triunfos y un empate en su casillero. Un tropiezo de los todavía vacilantes ingleses les puede devolver a la gloria .