Carreras de caballos
Un cuento de hadas en el Grand National
Sam Waley-Cohen, jockey amateur amigo de los duques de Cambridge, sorprende a los favoritos en su última carrera
Fue un desenlace completamente inesperado, propio de un guión cinematográfico. Un cuento de hadas, en palabras de su principal protagonista. Sam Waley-Cohen , jinete amateur de 39 años, aún se pellizca como nuevo campeón del Grand National . El inglés se impuso en la 174 edición de la legendaria carrera del hipódromo de Aintree a lomos de Noble Yeats, un caballo que se pagaba 50 a 1 en las apuestas, fuera de cualquier escrutinio. Lo hizo, además, en su última carrera, pues tenía decidido retirarse después de este último regalo. Su familia y sus negocios, posee una cadena de más de 200 clínicas dentales, le aconsejaban dar un paso al lado. Hoy es un campeón reclamado cuya singular historia ha empezado a coger vuelo.
Sam Waley-Cohen cumplirá los 40 años el próximo 15 de abril. Esa era la fecha que se había marcado para dejar las carreras. Lo de ser jockey no dejaba de ser un pasatiempo, un esparcimiento que le servía para evadirse de su negocio en el área de la salud mental, valorado en 300 millones de libras (unos 359 millones de euros) y en el que dirige a cerca de 4.000 empleados. Al Grand National llegó sin aspiraciones, montando un caballo, Noble Yeats , que su padre había comprado hacía solo un par de meses, y que en su última carrera no había pasado de la novena posición. «Sin embargo ahí ya advertí de que tenía un gran final, y que podía explotar eso», dijo después de la carrera Waley-Cohen.
Así fue. Noble Yeats tuvo un comienzo dubitativo, pero cuando la carrera llegó a su tramo decisivo seguía colocado con los mejores. Por el camino se había quedado Minella Times, ganador en 2021 junto a Rachael Blackmore, primera mujer en conquistar el Grand National. Se fueron al suelo en el noveno de los treinta obstáculos previstos. Pero en la pelea por el triunfo seguía Any Second Now , el favorito de los apostantes. Noble Yeats le superó en el penúltimo obstáculo y acabó imponiéndose en la meta por dos cuerpos.
Waley-Cohen dedicó la victoria a su hermano Thomas, fallecido en 2004 por un cáncer de huesos: «Creo que estaba sentado a mi espalda, llevaba su nombre escrito en la silla. Cuando pierdes a alguien que amas, te das cuenta de que debes aprovechar la vida al máximo y poner toda la energía a diario, porque no sabes si será el último».
El último detalle apasionante de la biografía de Waley-Cohen se refiere a su relación con el Príncipe Guillermo y Kate Middleton . Los duques de Cambridge fueron de los primeros en felicitar al nuevo campeón. Thomas, el hermano fallecido de Sam, fue compañero de colegio de Middleton, y en los corrillos de Aintree se rumoreaba que el ganador fue uno de los responsables de que la pareja volviera a estar junta tras separarse en 2007.