Alpinismo

La pandemia vacía el Everest

La crisis del coronavirus deja el techo del mundo huérfano de expediciones en plena temporada alta en el Himalaya

Una imagen del Himalaya sin alpinistas cerca del campo base del Everest
Emilio V. Escudero

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Después de un año tratando de encontrar medidas para frenar la masificación en el Himalaya , la crisis provocada por el coronavirus ha hecho saltar por los aires cualquier plan trazado con anterioridad. No se repetirá la imagen de cientos de personas atascadas en la zona de la muerte tratando de alcanzar la cima del Everest, aunque ese respiro momentáneo para la montaña más alta del mundo se ha convertido en una pesadilla para Nepal, el país asiático cuyos ingresos llegan mayoritariamente del turismo de montaña.

Expediciones como la de Carlos Soria , que tenía todo preparado

Mingote, en Nepal ABC

para desembarcar allí a finales de marzo. Asus 81 años, el alpinista español ha tenido que aplazar su sueño de ascender al Dhaulagir, , el penúltimo de los ochomiles que le quedan por subir. «Estamos viviendo una tragedia tan grande que tu proyecto personal no es más que una tontería en medio de todo lo que está pasando en España y en el mundo. No me preocupa perderme esta expedición. Me preocupa más ver cómo salimos de esta situación , porque si antes era difícil encontrar apoyos, ahora será más complicado todavía», explica a ABC el propio Soria desde su casa de Moralzarzal, donde se encuentra confinado.

El «jubilado con menos tiempo del mundo», como le gusta definirse, mantiene su actividad a pleno rendimiento a pesar de la pandemia. Asu edad no puede bajar la guardia si quiere estar preparado por si en otoño vuelven a dar permisos, algo que él ve con cierto pesimismo. «Menos salir, hago de todo. Subo las escaleras de dos en dos, hago rodillo en la bicicleta, camino hacia adelante y hacia atrás... lo que sea con tal de no aburrirme y mantener la forma», señala. Aunque se le agota el tiempo de cumplir su hazaña –ser el hombre de más edad en subir los 14 ochomiles–, Soria prefiere sacar la lectura positiva de esta situación inesperada . «Espero que la pandemia nos ayude a darnos cuenta de las cosas importantes y también de que la naturaleza necesita protección», apunta.

Como él, Sergi Mingote tendría que estar estos días en el Himalaya . En su caso, para ascender el Annapurna y el Makalu, sus dos objetivos para esta primavera en el reto «14x1000» en el que busca subir todos los ochomiles en apenas 1000 días. «Estaba haciendo el equipaje cuando todo esto estalló así que hemos tenido que cambiar el plan», apunta resignado por no haber podido viajar a Nepal, el país más golpeado de la zona por culpa del coronavirus.

Solo una expedición china

«Para ellos es un golpe muy duro, porque prácticamente todo el mundo allí vive de la montaña de una u otra manera. Los que más lo sufren son los porteadores, cocineros y las familias. Tengo amigos allí y me han contado que la situación es muy mala, aunque miran con buenos ojos hacia la temporada de otoño. Los nepalíes son optimistas por naturaleza. Para ellos ahora es importante controlar el brote de coronavirus y que todo esté preparado para septiembre, porque sería un desastre si no hubiera expediciones tampoco en esa época del año », explica el catalán, que en junio retomará su proyecto con el asalto al Gasherbrum en Pakistán, donde las altas temperaturas permitirán que el virus esté controlado.

Por su parte, Nepal ha cancelado cientos de permisos para esta primavera por culpa de la pandemia . De hecho, apenas habrá una expedición en el campo base del Everest, que ha sido autorizada por China y que está formada en su totalidad por ciudadanos de ese país. Si lo consiguen, ellos serán los únicos que pisen esta primavera el techo del mundo. « Será un contraste brutal, porque normalmente puede haber 1000 personas en el campo base del Everest y estos días habrá solo una expedición. Espero que la montaña pueda descansar de las masificaciones. La pandemia está causando estragos en muchas partes del mundo, pero aquí le está echando un cable a la naturaleza», señala Mingote.

La reducción drástica de la contaminación en el mundo permite estos días que las grandes montañas del Himalaya se vean desde la India, algo que no sucedía desde hace años. Son postales que dejan estos días de incertidumbre sanitaria que, paradójicamente, ejercen un efecto positivo en la naturaleza.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación